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El cómputo salarial real limita la capacidad del Zaragoza para fichar un delantero en Primera

La normativa de cesiones de la Liga es especialmente restrictiva a la hora del cálculo del sueldo que se asume de un futbolista: toma como referencia el salario de sus últimas temporada, no la cantidad que se cubre

Lalo Arantegui, en una rueda de prensa.
Lalo Arantegui, en una rueda de prensa.
Oliver Duch

El Real Zaragoza sigue a la busca y captura de un delantero de urgencia que solvente los problemas ofensivos provocados por la enfermedad de Raphael Dwamena. El club aragonés ha retomado en las últimas horas sus contactos con Jonathas de Jesús, ariete brasileño de 30 años ahora sin equipo que es desde hace dos semanas el objetivo prioritario para reforzar la delantera. A su vez, se han activado las gestiones en el mercado de delanteros de Primera División, con el propósito de tener negociada una alternativa al brasileño cuando se pueda tramitar la baja de Dwamena. Como ya explicó heraldo.es la pasada semana, el Real Zaragoza tiene una doble vía para reforzarse en estos momentos. Por un lado, la bolsa de jugadores sin equipo, con su correspondiente asignación económica, y, por otro lado, la plaza que liberase Dwamena si se reconoce su enfermedad de larga duración. De momento, el Zaragoza no ha podido abrir este mecanismo ya que la documentación no puede completarse hasta que el delantero ghanés finalice el periodo de consultas médicas que ha solicitado al club aragonés.

La estrategia trazada hace unos días por la dirección deportiva del Real Zaragoza es incorporar a un delantero del mercado de jugadores sin equipo, y ahí se ubica el movimiento por Jonathas. Esta operación se cubriría con el remanente salarial que se reservó en verano de cara al mercado de enero, por lo que el Zaragoza aún dispondría del dinero que libere Dwamena en su momento para otra incorporación, con un centrocampista como deseo principal. En este caso, este futbolista deberá proceder sí o sí de un club del fútbol español, en una operación -de cesión- que no requiera del CTI (tránsfer internacional).

El Zaragoza, en este sentido, está empeñado en Jonathas porque el mercado de delanteros de Primera División presenta sus particulares limitaciones. Las hay de diverso tipo: hay pocos que puedan salir antes de enero, los hay aún menos con el perfil técnico y táctico -similar a Dwamena- que se busca y, sobre todo, son jugadores caros por una mera cuestión de la ley de la oferta y la demanda. Pero, además, el Zaragoza se enfrenta a una singular cuestión normativa en materia económica. La reglamentación del control salarial en materia de futbolistas cedidos presenta un procedimiento que ata de pies y manos al Zaragoza, pero también a la gran parte de clubes de Segunda. El Zaragoza, en caso de baja de Dwamena, dispondría de unos 300.000 euros para una nueva alta. Sin embargo, en caso de cubrir esa cantidad, esa no sería la cifra que computase en su tope salarial si el sueldo base del fichaje fuese superior. ¿Qué significa esto? Que si el Zaragoza recibiera la cesión de un futbolista con un sueldo en su club de origen, por ejemplo, de un millón de euros, aunque el Zaragoza solo abonara 300.000 euros, la Liga le contabilizaría 500.000 (la mitad del máximo salario anual registrado en los contratos en poder de la Liga en las últimas dos temporadas). Solo hay una excepción. Un futbolista que haya jugado menos de 20 partidos la temporada previa y no más de 4 en la temporada en curso en alguna de las máximas categorías de las principales ligas: España, Inglaterra, Italia, Alemania, Francia, Holanda, Turquía, Argentina o Brasil, o clubes en competiciones europeas. 

 Esta norma se impuso entre todos los clubes para evitar, precisamente, las cesiones ‘trampa’. Clubes que inscribían a jugadores por un salario muy bajo en comparación a sus últimos contratos. Esto solo se aplica a futbolistas de los cuales la Liga tenga datos oficiales, no imputa a fichajes procedentes de otras ligas (en ese caso, se calcula cada límite individual multiplicando por cuatro o por seis el mínimo salarial de la categoría), por eso el Zaragoza pudo fichar a un futbolista del caché de Kagawa.

De este modo, el Zaragoza tiene acceso a muy pocos delanteros de Primera, de ahí sus esfuerzos por incorporar un punta sin equipo, como Jonathas, para utilizar la partida liberada por Dwamena en un centrocampista, un mercado más amplio y abundante, y con menos limitaciones económicas.

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