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Hasta 1.904 minutos ofrecidos a jugadores... que puede llevarse el diablo

El tiempo invertido por Víctor Fernández con Álex Muñoz y P. Biel ya quedó inútil. Algo similar se espera suceda con el de Verdasca, Pombo y, tal vez, Bikoro. En el caso de los filiales, Clemente, Jesús Álvarez, Baselga, Paisa y Azón también se contempla así.

Álex Muñoz, en el partido Peña Ferranca-Real Zaragoza de hace 22 días, en el que participó (lo mismo que después ante el Boltaña CF) antes de irse traspasado al Tenerife.
Álex Muñoz, en el partido Peña Ferranca-Real Zaragoza de hace 22 días, en el que participó (lo mismo que después ante el Boltaña CF) antes de irse traspasado al Tenerife.
Daniel Marzo

El Real Zaragoza ha podido ofrecer hasta 1.904 minutos en los partidos de pretemporada a jugadores que, finalmente, no formen parte de su plantilla una vez se acabe el mercado estival de fichajes y la liga coja velocidad de crucero en el inicio de septiembre, en solo 20 días. Son esos minutos 'que se lleva el diablo' cada verano desde que existe el método del mercado estival de fichajes abierto hasta finales de agosto, con un trabajo de precampaña en la mayor parte de los equipos en el que se da por descontado que hay una parte del esfuerzo táctico y físico que se pierde por el sumidero. 

De momento, a 11 de agosto, hay un paquete de esos minutos que están perdidos de manera confirmada dentro del epígrafe de los jugadores traspasados o que han causado baja: los 90 que se le dieron a Álex Muñoz (45 contra la Peña Ferranca y otros tantos contra el Boltaña) antes de irse al Tenerife; y los 201 que jugó Pep Biel (en esos dos mismos partidos, más los del Aragón, Ebro y Calahorra) cuando aún no había surgido su venta al Copenhague danés. Por aquí, son 246 minutos evaporados en el día a día del cuadro técnico.

Puede haber más en breve. Está previsto que así sea. Así acontecerá con Verdasca, que aguarda destino fuera de Zaragoza y que, antes de ser apartado de los amistosos por Víctor, aún jugó tres medias partes ante la Peña Ferranca, el Boltaña y el Aragón, o sea, 135 minutos perdidos.

Y es muy posible que así sea pronto con el cómputo de Pombo, otro transferible, que ha sido más relevante de lo esperado. El canterano, al que el club quiere vender hace días, ha sumado 314 minutos, repartidos en todos los amistosos. Porque, en efecto, ha participado en la totalidad de ellos, con una horquilla de tiempo en el campo que va desde los 22 minutos en Tarragona, el día que menos, a los 70 en Calahorra, cuando más. 

Tampoco cabe descartar que, en este punto de balance, haya que incluir al final a Bikoro, cuya cesión a un equipo de Segunda B es algo que Víctor Fernández tiene entre ceja y ceja desde el inicio de la pretemporada. El medio centro ecuatoguineano ha sumado 356 minutos, tras haber entrado en juego todos los días sin excepción. En su caso, contemplada su presencia en el grupo a modo de prueba, el partido con menos presencia fue el de Tarragona, con 22 minutos, y el que más, el último en Tudela donde completó los 90. 

Si, al final, Verdasca, Pombo y Bikoro están fuera del Real Zaragoza a 2 de septiembre, sumando sus minutos de pretemporada a los de los citados Álex Muñoz y P. Biel, se alcanzarían los 1.096 sin provecho para Víctor Fernández en este verano singular a través de jugadores que habrán terminado fuera del vestuario tras haber comenzado el verano dentro del grupo.

El habitual caso de los canteranos

Además de estos casos subrayados hasta ahora, es necesario añadir también los minutos que, año tras año, se invierten en las pretemporadas con los chicos del filial o del juvenil que acuden a apoyar y conformar las amplias convocatorias de verano. Esta es una merma que también se da por descontada cuando una pretemporada empieza. 

En esta ocasión, Víctor Fernández ha invertido 808 minutos en jugadores de la cantera cuyo plan de desarrollo marca que comenzarán el curso con el RZD Aragón en Tercera División. 

Los más residuales fueron los 45 minutos que tuvieron los dos porteros, Paisa y Azón, que subieron a la concentración pirenaica para formar un cuarteto con los dos profesionales, Cristian Álvarez y Ratón. Los dos chavales jugaron medio partido cada uno el día del Boltaña y ya no habrá más. 

Les sigue en relevancia de menor a mayor, el delantero Baselga , con 110 minutos repartidos entre los duelos ante el Boltaña, el Calahorra y el Tudelano. 

Más ha aparecido, por la fuerza de las lesiones de los demás, el defensa central Jesús Álvarez que, tras no acudir siquiera a la estadía del Pirineo con el primer equipo, tuvo que ser reclutado de urgencia por Víctor Fernández por las bajas de los especialistas del equipo mayor. Hasta 276 minutos adiciona Álvarez, fijo desde que el equipo regresó de Boltaña.

Y, por supuesto, el caso de más peso en este apartado es el de Clemente. Este otro central, cuyo contrato rige como de la primera plantilla, sabe que, tras un año en blanco prácticamente por una grave lesión de rodilla, su lugar de arranque de nuevo será el equipo B en Tercera. Aún así, Víctor le ha dado 332 minutos este verano... y eso que estuvo dos partidos de baja por una inflamación en la articulación operada, si no, serían aún más.

Si se suman los minutos de los que han gozado Paisa, Azón, Baselga, Jesús Álvarez y Clemente, da un saldo de 808 en lo referido a los chicos del fútbol base.

Es decir, 1.096 por el flanco de los traspasos, bajas y cesiones; y 808 por el de los chicos de la cantera que jugarán habitualmente 'abajo', suman 1.904 minutos donados a futbolistas que, en poco rato, van a ser ajenos al día a día verdadero del Real Zaragoza. Es el equivalente a la duración de más de 21 partidos. Así de duras y crueles son las pretemporadas del fútbol del siglo XXI para todos los implicados.

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