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El año de Víctor

El Real Zaragoza arranca su séptima temporada seguida en Segunda División con la figura de su entrenador como bandera hacia el ascenso a Primera.

Víctor Fernández, en su comparecencia pública de este viernes, junto a Lalo Arantegui, difuminado en el primer plano.
Imagen de archivo de Víctor Fernández en una rueda de prensa.
Oliver Duch

Una nueva temporada se abre camino entre las urgencias históricas del Real Zaragoza. La séptima campaña consecutiva de travesía en Segunda División arranca este jueves su fase de preparación con un objetivo que no se desmarca de la línea de necesidad, obligación y exigencia de los cursos precedentes. El paso del tiempo ha convertido al Zaragoza en un equipo más de Segunda División y no en un equipo de Primera de paso por esta categoría arenosa, maratoniana, asfixiante e impredecible. Su realidad, desde el punto de vista competitivo y económico, no necesita nuevos apuntes.

Está lejos de la elite de Segunda, pero no por eso su objetivo se empequeñece. La meta es el ascenso. Y el nuevo Zaragoza afronta este séptimo asalto con la popular bandera de Víctor Fernández como entrenador. El técnico ha basado su continuidad en convertirse en la referencia pública del proyecto después de que La Romareda, su clamor, así lo pidiera. Esta decisión ha marcado los primeros pasos del verano, de la cimentación de la plantilla y de su configuración. Víctor Fernández es el rostro reconocible, el mascarón de proa de la nave, y desde este jueves comenzará a trabajar sobre el terreno ya adelantado la pasada temporada, con un bloque de futbolistas heredado que servirá de base clara sobre la que seguir construyendo.

El Real Zaragoza se pondrá así en marcha con la tradicional jornada de exámenes médicos, analíiticas, pruebas físicas, mediciones antropométricas y un primer entrenamiento introductorio, programado a puerta abierta para esta tarde a las 19.00 en los campos de fútbol de la Ciudad Deportiva. Será la única sesión, hasta Boltaña, en la que los aficionados podrán estar en contacto visual y conocer el nuevo equipo.

Durante esta semana, los jugadores han ido regresando poco a poco a Zaragoza de sus vacaciones, también han llegado los primeros fichajes, y varios de estos futbolistas ya han pasado las primeras pruebas médicas, que se completarán en los próximos días, antes de emprender el martes viaje a Boltaña para la concentración de pretemporada, una estancia breve en el Pirineo oscense, como viene siendo ya usual en los últimos veranos. Esta primera semana de entrenamientos se completará con otras cinco sesiones de trabajo: el viernes y el sábado, con ración dobe (a las 10.00 y a las 19.00), y el domingo, a las 10.00.

Víctor Fernández dirigirá el primer entrenamiento con la presencia de los nuevos rostros del equipo. Estarán ya Pichu Atienza, Álex Blanco, Luis Suárez y Federico Bikoro, a quien el Zaragoza presentará a las 11.30 en La Romareda a los aficionados. No estará Mingotes, muy cerca de salir cedido a un conjunto de Segunda División B, con el Cornella bien situado.

Víctor también deberá trabajar de inicio con los futbolistas en la rampa de salida: los centrales Álex Muñoz y Verdasca, además de Jorge Pombo y Raí. Tres casos que el club debe resolver aún ya que el técnico no cuenta con ellos de cara al próximo curso. Por su parte, Alberto Guitián, tras su operación de apendicitis en plenas vacaciones en Mallorca, y Simone Grippo, ultimando su recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrió la pasada temporada, iniciarán el trabajo de preparación al margen de sus compañeros.

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