fútbol

El tesoro del Real Zaragoza

El entrenador y varios integrantes de la plantilla del equipo División de Honor Juvenil visitan la redacción de HERALDO para relatar los mejores momentos de su exitosa temporada.

De izquierda a derecha: Alejandro Francés, Alejandro Vela, Jaime Sancho, Iván Martínez (entrenador), Francho Serrano y Nacho Alastuey
De izquierda a derecha: Alejandro Francés, Alejandro Vela, Jaime Sancho, Iván Martínez (entrenador), Francho Serrano, Álvaro Martín y Nacho Alastuey.
José Miguel Marco

"El valor del éxito es incalculable cuando se trata de una familia". Esta es la máxima con la que el equipo División de Honor Juvenil del Real Zaragoza ha campado triunfal durante toda la temporada 2018-2019. Campeones de Liga y reyes de la Copa de Campeones de España se han convertido en la imagen deportiva más amable de esta recta final del curso futbolístico. Muchas horas de esfuerzo en la sombra, tras la cortina, que han tenido su recompensa para convertirse en la mejor cantera del país de 2019. Este jueves, en la redacción de HERALDO, varios representantes de la plantilla como Alejandro Francés, Alejandro Vela, Jaime Sancho, Francho Serrano, Álvaro Martín y Nacho Alastuey, acompañados por su entrenador Iván Martínez, han detallado la gesta de la que presume todo Aragón.

"Inolvidable", "sacrificio", "trabajo", "historia", "familia", "inimaginable" y "dedicación". Esas han sido las siete palabras con las que cada uno de los presentes ha definido la temporada. Siete ingredientes capitales que les han ido acompañando durante los diez meses, desde que el grupo empezara a rodar en pretemporada hasta que se dio por finalizada el pasado domingo en la Copa del Rey. Ellos han sido los encargados de dar la razón a una estructura de fútbol base sólida, son la fotografía de un proyecto de futuro y el resultado de una filosofía. El tesoro más rutilante del Real Zaragoza presume de un sueño compartido: formar parte algún día del primer equipo blanquillo.

La radiografía del triunfo recoge la presencia de muchos actores, obreros de la cantera en la Ciudad Deportiva desde que sale el sol hasta que se cierran sus puertas. Con frío, lluvia, viento, sol, calor... Desde preparadores, pasando por jugadores y llegando a los maestros de llaves de las instalaciones y la organización como Ramón Lozano, Ángel Espinosa, Pedro Suñén y José Luis Arjol. También, del resto de equipos aragoneses convenidos al Real Zaragoza que día a día forman a los chicos ilusionados en vestir la camiseta del león rampante alguna vez. Por todo ello, la gran campaña del División de Honor Juvenil zaragocista se empapa de la fe de mucha gente, que también se siente partícipe de las victorias de este grupo.

Las claves, quién mejor, las da su entrenador, Iván Martínez: "El trabajo de los jugadores diariamente en los entrenamientos, la confianza de todos ellos y ser un equipo en mayúsculas. De momento, no es consciente la gente de lo que ha conseguido, sobre todo los propios jugadores. Nadie lo sabe al 100%. Con el tiempo se valorará mucho más", asegura. Y es que, por primera vez en la historia, el equipo juvenil zaragocista jugará la próxima temporada en Europa. Competirá en la 'Youth League', la Champions juvenil. Todo un hito. La cara de los jugadores no transmite miedo, ni mucho menos, al revés: "Es ilusionante, tenemos ganas de viajar y representar al Zaragoza por Europa", coinciden los jóvenes

Álvaro Martín, un 'gentleman' en defensa, subraya la unión del equipo como el factor clave de todo. "Muchos somos jugadores que nos conocemos de la estructura, llevamos mucho tiempo juntos, y los nuevos fichajes  se han adaptado muy rápido y hemos formado una gran familia. El cuerpo técnico también nos ha ayudado mucho en este sentido, formando un entorno muy agradable". Portavoz de sus compañeros, recuerda los primeros sentimientos que se les pasaron por la cabeza al conseguir la Copa de Campeones. "Es un orgullo, sabes que has ganado pero no eres consciente, es un momento que tienes que tratar de disfrutarlo al máximo".

El repaso a la temporada en números es esclarecedor, rotundo. Primeros de grupo por delante de dos clásicos como FC Barcelona y Espanyol; 67 puntos cosechados en 19 victorias, diez empates y solo una derrota; haciendo de la Ciudad Deportiva un fortín, sin perder en casa en toda la temporada; 52 goles a favor y solo 26 en contra, porque aparte de la capacidad anotadora, el grupo se ha caracterizado por su solvencia defensiva. Esto último, fue imprescindible para afrontar la Copa de Campeones, donde eliminaron al Atlético de Madrid (0-1), al Celta de Vigo (0-2) y al Villarreal en la gran final, tanda de penaltis mediante.

"El objetivo a principio de temporada era hacer progresar a los chavales poco a poco, excepto tres jugadores eran todos nuevos en la plantilla", recuerda Iván Martínez. Pero la evolución de sus chicos fue meteórica: "El punto de inflexión fueron los diez últimos partidos de Liga. Les decía que si llegábamos a esa fecha con opciones de ser campeones, en la recta final, tal y como estaban entrenando, sabía que íbamos a sacar buenos resultados...", hasta la última jornada en Reus, donde se jugaron todo a una carta. "Es la única noche donde no pude dormir", comenta Nacho Alastuey, desequilibrante mediapunta. "Estábamos a punto de hacer historia y eso conlleva nervios", admite su compañero, Jaime Sancho, una gacela arriba.

Dicen que fuera de los terrenos de juego son uña y carne. Porque el fútbol no ocupa todo el tiempo de sus vidas. Son amigos. Y además, estudiantes. Los más jóvenes andan en Bachillerato, otros se preparan para los exámenes de Selectividad y los más mayores compaginan carrera y deporte. Se trata de pequeños-grandes profesionales. Entrenando cinco días a la semana, más el partido, cuidando la alimentación, eludiendo la vida nocturna habitual a esas edades... Su compromiso ha sido firme. Y el premio ha sido mayor. Este Real Zaragoza tiene un futuro de oro.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión