Bruno Perone, el veterano defensa central del Real Zaragoza, ejerció de portavoz del equipo este miércoles antes del entrenamiento en la Ciudad Deportiva y con la vista puesta ya en el siguiente partido liguero, el lunes en La Romareda ante el Osasuna (21.00). El brasileño, que está dentro del grupo de futbolistas más señalados en el último mes por las deficiencias defensivas que está manifestando el grupo (la línea de zagueros, con los centrales al frente), no ha ido con rodeos a la hora de abordar la evidente mancha del equipo en los partidos ante Almería, Lugo y Albacete, en los que el Zaragoza ha recibido 2 goles por sesión sin poder lograr la victoria y sumando un solo punto de 9 disputados.

"Es complicado dar una respuesta. Lo único que tenemos que hacer es trabajar esta parte del juego: el balón parado, el no encajar tantos goles. Si no recibes goles, todo está bien, pero la verdad es que nosotros estamos encajándolos", admitió con humildad el paulista.

"El balón parado es complicado. Pasan muchas cosas ahí en el área: agarrones, faltas, muchas cosas... Pero es cierto que tenemos que estar más atentos, sin duda. Es nuestra responsabilidad. No solo de la gente más alta, de todos. Defendemos los 11, como atacamos los 11. Hay que estar más seguros y más fuertes en el balón parado", reclamó Perone, implicando a todo el equipo en el trabajo de contención en el área propia, especialmente cuando se trata de restar balones de estrategia de los adversarios.

Perone habló de un factor relevante en el apartado táctico del Real Zaragoza en estas últimas 3 semanas de patinazos serios: el desequilibrio que se observa entre la solvencia atacante del equipo, donde los números no son malos, y la que ofrece el balance defensivo. Algo no está bien conectado ahí dentro y necesita reparación urgente. "El ataque que tenemos es muy bueno, con Pombo, Álvaro Vázquez o Marc Gual. Pero en esta categoría no se vive solo del ataque. También es muy importante defender muy bien, no encajar", subrayó claramente el brasileño.

"Una vez encontremos ese equilibrio, el equipo va a funcionar mejor y los resultados serán mejores. Tenemos que dar un pasito más adelante en la faceta defensiva", apostilló para describir cuál es el núcleo del problema presente, según su entender.

Perone quiso lanzar un mensaje optimista, positivo, pese a la asunción de la problemática que afecta ahora mismo al Real Zaragoza en sus prestaciones defensivas. Y habló de tiempos, de que la longitud de una liga de 42 jornadas y 10 meses de duración permite aún rectificar y encarrilar al equipo por la senda del éxito final. "El año pasado hubo equipos que, al principio, encajaban pocos goles y estaban arriba, pero al final acabaron fuera de la lucha por el ascenso (Cádiz, Osasuna, Oviedo...). Esto es la Segunda División, una categoría muy complicada", dijo el sudamericano con intención.

Y, por último, además de las cuestiones tangibles, de la mejora necesaria que requiere el dispositivo de contención del Real Zaragoza, Perone también estableció otro factor, el de la fortuna y las rachas, como base para salir del bache actual. "Si logramos una dinámica buena de resultados, como hicimos el año pasado, el balón va a dejar de entrar en nuestra portería. El fútbol es así", recordó.