Natxo no quiere cuentas de la lechera en el Real Zaragoza

Tranquilidad. Esa es la palabra de la semana. La han nombrado todos los futbolistas desde el martes en la sala de prensa y, este viernes, en la previa al viaje a Soria, también el jefe del vestuario, el entrenador Natxo González.

Saben los protagonistas del Real Zaragoza que la espuma efervescente de la euforia se ha extendido durante la semana a su alrededor, tras ganar al Oviedo el pasado domingo y enlazar una racha positiva extraordinaria que ha llevado al equipo de la zona de la cola de la clasificación a una posición cercana a la promoción de ascenso. Y, por ello, se ha llamado a la calma de puertas adentro. A la mesura en los pareceres. Al control de las emociones y de los estímulos externos.

Por eso, Natxo ha insistido en un mensaje ponderado antes de enfrentarse al Numancia en Los Pajaritos este sábado (16.00) en un encuentro que va a ser de alto rango, por la importancia en la tabla (el equipo soriano es el 6º y marca la frontera de la promoción con solo 4 puntos más que los zaragocistas) y también por el ambiente del envoltorio, con más de 2.000 zaragocistas en las gradas. "Cada partido es vital, pero lo es cada semana. Por una causa o por otra. Así que yo veo este en la línea de la tranquilidad", dijo de forma directa Natxo al respecto. Nada de valoraciones extraordinarias en la antesala de tan importante cita liguera.

Y, de paso, ni una sola palabra que pueda cargar de responsabilidad extra a los jugadores y al mecanismo interno del equipo. "Todos sabemos lo que supondría si ganamos... pero, desde mi posición, solo pienso en mi trabajo y en hacer las cosas necesarias para ganar. A partir de ahí... ya veremos lo que sale. Y, en función de lo que salga, pues valoraremos la situación", dijo el entrenador en su comparecencia limando cualquier apriorismo que lance las campanas al vuelo antes de hora.

En definitiva, que Natxo no quiere hacer sobre un papel las cuentas de la lechera. Aquellas que adelantaban fastos y lujos justo antes de que se derramara el barreño lleno y las ganancias previstas se quedaran arruinadas sin remedio. Una posición cabal: "No es momento de dormirse porque nos hayamos alejado un poco de la zona caliente. Sabemos donde estábamos hace tres semanas. Es bueno recordar de dónde venimos y las situaciones (difíciles) que hemos vivido. Y a ver si aprovechamos la inercia todo lo que podamos", remató su tesis el técnico vitoriano.