fútbol sala

Ocho partidos de sanción para un alevín por llamar "hijo de puta" al árbitro

El chaval, de la A.D. Lepanto de Zaragoza, insultó gravemente al colegiado en el partido frente al Colegio Alemán, que el árbitro tuvo que suspender antes de tiempo.

Un partido anterior del equipo alevín del Lepanto.
Un partido anterior del equipo alevín del Lepanto.
Heraldo

Un jugador alevín (apenas 10-11 años) del club zaragozano de fútbol sala A.D. Lepanto ha sido sancionado con ocho partidos de sanción por insultar gravemente a un árbitro en el partido que enfrentó a su equipo el pasado fin de semana con el Colegio Alemán. Según reconocen desde el propio club, el chaval llamó “hijo de puta” al colegiado, por lo que recibió la tarjeta roja. Ahora ha sido sancionado con ocho partidos y, además, los propios padres del niño lo han apartado momentáneamente del equipo como castigo.

El encuentro tuvo lugar en el campo del Lepanto. El equipo visitante, el Colegio Alemán, iba por delante en el marcador por 3-5. El choque se calentó y terminó antes de tiempo, ya que el colegiado decidió suspenderlo tras expulsar al entrenador local y, después, al chico que le insultó con gravedad.

El entrenador ha recibido seis partidos de sanción “por la actitud de desconsideración e insultos hacia el árbitro, y por provocar con sus actos la suspensión del encuentro”, según la resolución de la Federación Aragonesa de Fútbol. Sin embargo, Javier Las, el entrenador, tiene una versión algo distinta: “Entré al campo con permiso del árbitro porque había un chico de mi equipo llorando como un desconsolado por una patada que le habían pegado, y parecía que era grave. Es cierto que le digo al árbitro dos veces que es muy malo y me expulsa. Pero luego decide suspender el partido porque dice que no me quiero ir del campo, cuando estaba cogiendo al chico en brazos para sacarlo”.

El árbitro añade en el acta que el entrenador le llamó “sinvergüenza”, algo que este niega. “Me duele que suspendiera el partido y que no tuviera en cuenta las circunstancias que hubo”, apunta el técnico.

Donde no hay objeción en el Lepanto es en la sanción al chaval. “Estamos de acuerdo, no nos hemos planteado recurrir porque hay que tener educación, y más a estas edades”, señala el presidente del club, Antonio Bernad. De momento, el chaval está “castigado” por sus padres y apartado del equipo, por lo que ni siquiera acude a entrenar. “Los clubes somos educadores, así que tenemos que cortar esto”, señala el presidente del Lepanto.

La sanción llega en medio de la campaña que ha emprendido la Federación Aragonesa de Fútbol para endrecer las medidas contra la violencia en los campos, ante el incremento de los episodios de este tipo que ha habido esta temporada y, especialmente, en el último mes, con hasta cuatro denuncias. Este jueves se convocó una reunión con todos los agentes que intervienen en el balompié aragonés para conocer sus impresiones y plantear soluciones hacia el futuro. Una de las medidas pasa por modificar el reglamento para incrementar las sanciones, pero, tal y como explican fuentes de la RFEF, la intención es que haya una serie de actuaciones que lo complementen.

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