Todo apunta a que será un día de fiesta en El Alcoraz, la ocasión para que sus gradas se vuelvan a llenar de nuevo de color en la que se espera que sea la mejor entrada de la temporada, que podría superar el récord de asistencia e incluso alcanzar el lleno por primera vez desde que se estrenó para la campaña en curso su actual aforo de 9.000 espectadores. Después de que el último ascenso se produjese ya a puerta cerrada, de que la medida se alargase durante toda la temporada pasada en Primera División y de que en la actual las restricciones iniciales y la falta de buenos resultados hasta las últimas jornadas no hayan ayudado, el domingo en el duelo entre la SD Huesca y el Real Zaragoza (18.15) será el momento de que el estadio azulgrana se vista de largo para acoger el derbi aragonés.

Es para lo que trabaja el Huesca, que prepara varias acciones y dispositivos especiales. Se quiere facilitar que el equipo, que se concentrará como es habitual en el Hotel Pedro I, viva un gran recibimiento a su llegada al estadio. Desde horas antes en la terraza de El Alcoraz habrá animación y ya dentro, en cada butaca se va a dejar un bandera azulgrana con el fin de ondearlas antes y durante el encuentro.

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Las previsiones meteorológicas, que anuncian sol y temperaturas agradables, facilitarán, como es costumbre en este tipo de ocasiones, que ya desde por la mañana y hasta la hora del pitido inicial el aroma a derbi se deje notar en la ciudad desde temprano, aunque, no obstante, no se van a celebrar actos como la comida que la peña Fenómenos Oscenses, una de las más representativas, realiza junto a directivos y miembros de la Federación de Peñas del Real Zaragoza.

Las entradas que van a salir a la venta son escasas, alrededor de 200. Más allá de la remesa enviada al Real Zaragoza o del paquete que la La Liga obliga a reservar por protocolo, lo que dificulta una mayor oferta es el número de abonados con los que cuenta el Huesca, 7.785. El miércoles y el jueves podrán adquirirlas los miembros del fan club, máximo dos por persona, a través de su página web a un precio de entre 15 y 40 euros en función de la zona del campo y el viernes, si aún hay disponibilidad, la preferencia la tendrán los abonados. Cabe también la posibilidad de que algunas plazas de socios queden libres a través de la opción ‘Libera tu asiento’, aunque desde el Huesca no se cree que vayan a ser muchas.

Los hitos a superar en cuanto a número de aficionados en la grada son tres. El primero sería el de la mejor marca de la campaña, los 6.826 que se reunieron en el cruce con el Tenerife del 2 de octubre pasado, el primero con el aforo al 100%. El segundo haría referencia a los duelos de rivalidad aragonesa, en el que el listón está establecido en los 7.181 espectadores presentes en el último derbi, el del 22 de diciembre de 2019, y el tercero en el récord total en los 50 años de historia de El Alcoraz, los 7.343 contabilizados en la visita del Barcelona en la temporada 2018-19, la del debut en Primera. Esa cantidad ya se quiso dejar atrás el pasado sábado en el derbi femenino de Primera Nacional con el Zaragoza CFF B, pero al final, aunque se habían retirado todas las invitaciones, la entrada fue de unas más que meritorias 5.578 personas.

Cerca de 200 blanquillos

A pesar de no poder contar con un apoyo más multitudinario, el Real Zaragoza tampoco estará solo. Cerca de 200 aficionados empujarán desde la grada al equipo de Jim. El club zaragozano, que había tenido una elevada demanda de entradas (1.102 solicitudes), tan solo recibió 189 por parte del Huesca, por lo que el apoyo visitante en la grada será menor que en otras ocasiones.

Ante las numerosas peticiones, el Real Zaragoza sorteó la semana pasada ante notario el reparto de las entradas, que recayeron en 189 abonados. La hora del encuentro y el final de las vacaciones de Semana Santa favorecerá el desplazamiento de aficionados.

Después del último triunfo ante el Girona, la escasa hinchada zaragozana viajará hasta la capital oscense con el ánimo de empujar al equipo de Jim a conseguir un triunfo que le permita mantener vivo una semana más el sueño de la sexta plaza.