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El Casademont Zaragoza firma un triunfo épico frente al Cukurova Mersin y fuerza el tercer partido
El equipo aragonés, con un parcial de 16-0 en el tercer cuarto, tumba al subcampeón de Europa (57-56) y se jugará el pase a la Final Four el 6 de marzo en Turquía. Araujo, con un triple completamente liberado, pudo eliminar a las de Cantero sobre la bocina.
“Europa tiembla y no de frío”, rezaba este miércoles una de las numerosas pancartas que iluminan el Príncipe Felipe cada vez que juega el Casademont Zaragoza. Y no le falta razón a la afirmación que defendía David Cea, ya que el equipo de Carlos Cantero petrificó sin piedad al vigente subcampeón del Viejo Continente, el Cukurova Mersin, al que superó por un ajustadísimo 57-56 para forzar el tercer y último partido de la serie de cuartos de final de la Euroliga.
Fue otro encuentro memorable, con los mejores minutos de baloncesto de la temporada. Sin titubeos. En el tercer cuarto, el Casademont endosó un parcial de 16-0 al segundo mejor equipo de Europa. Ver para creer. Diallo, con 14 puntos, fue la mejor de las locales, que el próximo 6 de marzo buscarán la heroica en Turquía para acceder a la Final Four de la máxima competición continental.
La concentración era máxima en los rostros de las jugadoras de Cantero antes de empezar. Fiebich, Atkinson, la cumpleañera Mariona… también el de Aleksa Gulbe, que protagonizó los dos primeros (y malos) lanzamientos locales. A la tercera sí fue la vencida para la letona, que convirtió su primer triple de la tarde.
Ninguno de los dos equipos empezó inspirado en labores ofensivas. Especialmente las aragonesas, que apenas firmaban 5 puntos tras los primeros 7 minutos de juego. Esta pobreza anotadora obligó a Cantero a parar el choque con 5-11.
El Casademont Zaragoza necesitaba que pasara algo, que cambiase el rumbo del partido como fuese. Y pasó. Porque Marina Mabrey, una jugadora superlativa, lo hizo posible después de que le sancionaran una falta en ataque más que dudosa.
La estadounidense reaccionó muy mal a la decisión de los colegiados y, pocos segundos después, fue también objeto de técnica. Pero todavía hubo más. Cuando su entrenador, Ceyhun Yildizoglu, la sustituyó para que rebajara las pulsaciones en el banquillo, la estadounidense se encaró con la grada, con un sinfín de gestos provocativos e impropios de una estrella internacional como ella, que bien pudieron costarle la segunda técnica y, por consiguiente, la expulsión del encuentro.
Hay que tener muchos bemoles para sancionar dos técnicas consecutivas a una jugadora como Mabrey. Tal vez, por eso, los colegiados se dieron la vuelta y, sin ningún disimulo, situaron la mirada lejos del banquillo turco. Solo tal vez… Un triple de Holesinska consiguió maquillar el marcador al final del primer acto (9-15).
El segundo arrancó con otro lanzamiento desde más allá del arco de Vega Gimeno. La valenciana, en uno de sus gestos más característicos, arengó a las masas con los brazos en alto. “Ya estamos aquí”, parecía decir el Casademont, que era ya un equipo radicalmente opuesto al del comienzo. El acierto de Vega y el incombustible espíritu de jugadoras como Serena Geldof patrocinaron un formidable parcial de 7-0.
En un visto y no visto, se pasó del 15-23 al 22-23. A Yildizoglu no le quedaba más remedio que pedir tiempo muerto para evitar males mayores. “Zaragoza, Zaragoza”, clamaba el Príncipe Felipe, metido ya también de lleno en su papel. El ruido era ensordecedor cada vez que Mabrey cogía la pelota. Su actuación se antojaba fundamental para el devenir de la eliminatoria. Y, en el ecuador del segundo acto, la mejor noticia era contemplar sus 2 puntos, 0/4 en triples y -2 créditos de valoración.
Cantero, en un gran movimiento táctico, introdujo a Gervasini para que, de la mano de Mariona, mantuviera a raya a la americana. El reloj corría y la evidencia era clara: el Cukurova Mersin no era aquel equipo arrollador que golpeó primero y con total merecimiento hace siete días en Turquía. Así lo atestiguaba, por ejemplo, su 41% de acierto en tiros de campo durante los 20 primeros minutos, que finalizaron con una escasa renta turca (27-30). O los 3 triples convertidos tras 12 intentos. Alguno no tocó ni el aro…
Durante el tiempo de descanso, un motivo más para creer. Leo Fiebich, con esa costumbre que tiene ya arraigada de aprovechar el intermedio para trabajar el triple, levantó al pabellón tras convertir el 100% de los lanzamientos. La temperatura en la muñeca de la alemana era radicalmente opuesta a la de Mabrey, fría y desapacible, como la tarde en la capital.
Parcial de 16-0
El paso por los vestuarios, además de templar el mal humor de una de las estrellas del Cukurova, sirvió para que el Casademont no tardase en dar la vuelta al marcador. Lo hizo, seguramente, con los mejores minutos de baloncesto de la temporada: por el contexto y, sobre todo, el rival que había enfrente. Diallo se puso el mono de faena y, con cuatro puntos consecutivos y una asistencia para el triple de Fiebich, abrió el camino.
Pero lo que vino después fue sencillamente impresionante. El conjunto aragonés endosó un 16-0 de parcial al subcampeón de Europa. Créanlo, cuesta tanto creerlo como escribirlo. Triples de Vega, Fiebich… La defensa (tapón incluido) de la alemana sobre Mabrey fue para poner en bucle cada semana en las escuelas de formación.
Pero enfrente había rival. Y muy bueno, aunque por momentos brillaba por su ausencia. Kiss, con un triple, frenó en seco el vendaval aragonés. Y, en los minutos posteriores, el Cukurova Mersin apeló a su talento para enmendar notablemente el desastre. De perder por 13 (43-30), las turcas consiguieron abrochar el tercer acto a solo seis del Casademont (45-39).
El último cuarto arrancó bajo una brutal y lógica presión. Podían ser los 10 últimos minutos de la temporada del equipo de Cantero en Europa. Pero Gulbe y Holesinska, con sendos triples, se negaban a firmar el acta de defunción. Normal, el Casademont estaba vivo y coleando a seis minutos de la conclusión (51-44).
Con Mabrey más pendiente de desquiciar a Diallo que de jugar al baloncesto como sabe, Copper situó al Cukurova a solo dos puntos (55-53) con menos de 120 segundos por disputar. Hasta Holesinska, desde el banquillo, subía los decibelios del pabellón. El ruido y las pulsaciones cabalgaban sin control.
Por si fueran pocas emociones, los arbitros rectificaron una de sus últimas decisiones y concedieron la posesión a las de Cantero. Las aragonesas no aprovecharon ese ataque para cerrar el partido y concedieron a su rival la última posesión del encuentro. La española María Araujo dispuso de un triple completamente liberada sobre la bocina.
Ficha técnica:
57 - Casademont Zaragoza (9+18+18+12): Mariona Ortiz (4), Atkinson (-), Fiebich (9), Gulbe (6), Diallo (14) -cinco inicial- Pointer (1), Geldof (6), Vega Gimeno (11), Hermosa (-), Holensinska (6) y Gervasini (-).
56 - Cukurova Mersin (15+15+9+17): Epoupa (1), Mabrey (9), Copper (17), Araújo (-), Mavunga (15) -cinco inicial- Hollinsgworth (4), Atas (-), Cornelius (7), Kiss (3) y Yaya (-).
Árbitros: Silvia Marziali (Italia), Alejandro Maret (Francia) y Nikola Perlic (Croacia). Sin exclusiones.
Incidencias: segundo partido de la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga femenina disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 5.626 espectadores.
