baloncesto

El Casademont Zaragoza se la juega en la FIBA Europe Cup

El equipo aragonés necesita superar al Gravelines (20.00) para seguir optando a los cuartos de final del torneo. 

Mitchell Watt, durante un entrenamiento del Casademont.
Mitchell Watt, durante un entrenamiento del Casademont.
Guillermo Mestre

El Casademont Zaragoza se juega su continuidad en la FIBA Europe Cup (20.00). Tras haber claudicado en Turquía en su último compromiso, el cuadro aragonés ha comprometido sobremanera sus opciones de avanzar a las eliminatorias directas, un derecho al alcance de los dos primeros clasificados del grupo. 

Al menos, los zaragozanos siguen dependiendo de sí mismos, cuando restan dos jornadas para que finalice la segunda ronda de la competición, y además jugará sus dos encuentros al calor de sus aficionados. El primer obstáculo atiende al Gravelines francés, equipo que superó a slos aragoneses por la mínima, el pasado 13 de diciembre, en el partido de la primera vuelta (70-69).

Entonces, el Casademont cedió en los últimos compases, de manera sorprendente, cuando ya se sentía ganador. De hecho, disponía de una renta de cuatro puntos, a 32 segundos de la conclusión, que dilapidó con sus malas decisiones: Chris Babb castigó a los zaragozanos, con un certero triple, a 23 segundos del final; Trae Bell-Haynes se jugó un lanzamiento, a falta de 15 segundos, en lugar de haber agotado toda la posesión; y los galos voltearon el marcador, ya sobre la bocina, con una canasta de Thomas Cornely.

En la actualidad, el Casademont contabiliza dos triunfos en cuatro partidos, el mismo balance que el Gravelines, en un grupo que lidera el Nymburk con tres victorias capturadas. En este escenario, el conjunto aragonés podría clasificarse hoy mismo para los cuartos de final. Lo hará si supera hoy los franceses por dos o más puntos de diferencia y, al mismo tiempo, los checos se imponen en la pista del Manisa. 

Sin embargo, también puede quedar eliminado de la competición, si dobla la rodilla contra los galos y, además, el Nymburk es derrotado en su visita a Turquía. El Casademont podría, incluso, finalizar la fase de grupos en la primera posición de la tabla, si es capaz de sacar adelante sus dos próximos compromisos –contra el Gravalines y el Manisa, ambos en el pabellón Príncipe Felipe–, y el Nymburk pierde sus dos encuentros.

Periodo adverso

El conjunto de Porfirio Fisac vive un tramo adverso, especialmente improductivo, tanto en la Liga Endesa como en la FIBA Europe Cup. En el torneo doméstico ha encajado cuatro derrotas en sus últimos cinco partidos, al haber ganado al Girona (81-74) el pasado 6 de enero y, por el contrario, haber mordido el polvo con el Andorra (72-76), el Joventut de Badalona (95-84), el Valencia Basket (75-85) y el Surne Bilbao (86-83).

Mientras, en la competición continental, el Casademont viene de perder en la República Checa ante el Nymburk (70-64), en su compromiso más reciente, lastrado por un deficiente tercer cuarto en los que anotó 10 únicos puntos. El Gravelines también claudicó la semana pasada contra el Manisa (73-80), en su último partido continental. 

Fue un revés inesperado para los galos, quienes claudicaron ante un oponente que, por entonces, había perdido los tres encuentros disputados de esta segunda ronda del torneo. En el duelo ante los turcos, el jugador más productivo del Gravalines fue Johnny Berhanemeskel, exjugador del Casademont, quien facturó 19 puntos y 19 créditos de valoración. Hoy será la principal amenaza de los franceses.

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