baloncesto
El Valencia golpea primero al Casademont Zaragoza y encarrila las semifinales
Lastrado por la baja de Fiebich, el conjunto aragonés cae 57-72 en la ida de las semifinales por el título ante el campeón de la fase regular. Las de Cantero, despedidas al grito de "campeonas", buscarán la gesta el domingo en la Fuente de San Luis.
Sin Leo Fiebich, la mejor jugadora de la Liga Femenina Endesa, es muy difícil competir; sin la capitana del equipo, Vega Gimeno, al 100%, la dificultad aumenta notablemente; sin el depósito de gasolina lleno, eliminar al campeón de la fase regular resulta prácticamente una utopía. Así, muy mermado físicamente y con una escasa rotación, claudicó este jueves el Casademont Zaragoza ante el Valencia, que toma ventaja en las semifinales por el título tras ganar en el Príncipe Felipe (57-72).
Valencia Basket se destapó como indiscutible dominador del partido en los primeros minutos. Las de Rubén Burgos tomaron rápidamente la delantera gracias a un baloncesto coral, favorecido por la inoperancia de un Casademont visiblemente incómodo desde el inicio. Solo Gatling (16 puntos), que anotó los seis primeros puntos locales, encontraba alguna rendija entre la buena defensa naranja.
Ahí iba a estar una de las claves: conocer hasta dónde iba a llegar el poderío interior de la americana, sin el apoyo de Leo Fiebich desde el perímetro. Sin la alemana, MVP de la fase regular, el conjunto aragonés estaba atenazado, sin ideas frescas, lo que provocó numerosas imprecisiones en su juego. Y así es muy difícil, no ganar, simplemente competir contra uno de los mejores equipos del país, que se llevó el primer parcial 10-19.
El segundo cuarto arrancó con Vega Gimeno pedaleando en la bicicleta estática. La capitana jugó mermada, sin estar al 100%, y también lo acusó el Casademont. El Valencia pudo abrir brecha en el marcador, guiado por Romero y Carrera, pero los cuatro puntos consecutivos de Gracia Alonso de Armiño lo evitaron (22-30).
Mariona Ortiz negaba con la cabeza. Y ese era un muy mal síntoma para el bloque de Cantero. Si, además de las bajas, tampoco emergía el talento de la directora de juego catalana, la misión comenzaba a tornarse en algo más que imposible. En el último minuto y medio de la primera mitad, las valencianas apretaron el acelerador y aumentaron su renta hasta el +15 (24-39).
Al descanso, bastaba con echar un vistazo a los números para entender qué habida sucedido sobre la pista del Príncipe Felipe. El Casademont Zaragoza firmaba 10/22 en tiros de dos, ningún triple en tres intentos y 13 pérdidas de balón. Cifras muy bajas que el campeón de Copa necesitaba mejorar con urgencia para evitar que la eliminatoria viajase resuelta a orillas del Turia el próximo domingo.
El Valencia aprieta en la reanudación
Raquel Carrera, que había facturado 11 puntos y 17 de valoración en los 20 primeros minutos, inauguró la reanudación con un triple. Menos mal que arrastraba un esguince en el tobillo, ¿cuáles hubieran sido los números de la pívot española si llega a jugar en plenitud de condiciones? Mariona Ortiz trató de responder en la acción posterior, pero su envío, desde más allá del 6,75, no encontró el aro.
Rubén Burgos, entrenador visitante, pedía cabeza a su plantilla. Sabía que, 17 puntos arriba (28-45), podía estar ante el primer momento verdaderamente decisivo de la semifinal. Pero Helena Oma, MVP de la final de Copa, se negaba a entregar la cuchara. Su triple, el séptimo del Casademont, sí besó la red valenciana. Esa canasta, sumado al posterior +2 de Mariona, obligaron al técnico del Valencia a pedir tiempo muerto (33-45).
“Ya estamos aquí”, parecía decir el ruidoso público del Príncipe Felipe, que hasta este instante se mostró frío y rendido a la evidencia. Pero un nuevo triple de Alba Torrens volvía a disparar al Valencia en el electrónico (33-50). Mediado el tercer acto, el objetivo aragonés era claro: evitar que las visitantes dibujaran el +20 en el marcador con solo 10 minutos por jugar. Lo consiguió Serena Geldof, con un 2+1 que reflejaba un doloroso 42-59 al inicio del último cuarto.
A pesar de la ventaja, Burgos no se fiaba y pedía cautela a sus jugadoras. “Cabeza, cabeza”, decía tanto el preparador como su cuerpo técnico. Después de claudicar dos veces en Zaragoza, el Valencia tenía muy bien aprendida la lección ante las de Cantero. Una plantilla que, misteriosamente, multiplica exponencialmente sus prestaciones cuanto más desfavorable es el escenario.
El Casademont redujo la desventaja hasta el -12 (47-59), con varias acciones para minimizar la diferencia a solo un dígito, pero el enésimo empujón de su rival lo evitó. El último cuarto trascurrió con el Valencia relativamente cómodo, sabedor de que la primera victoria de la eliminatoria la tenía ya en el bolsillo.
En estos últimos minutos, el público zaragozano mostró su malestar con algunas decisiones de los colegiados, que no resultaron (ni mucho menos) decisivos en el marcador, pero sí cometieron algunos errores de bulto. “Escándalo, es un escándalo”, coreó el Príncipe Felipe. Al final, 57-72. El Casademont, como ya hiciera en cuartos de final ante Gernika, está obligado a remontar el próximo domingo en Valencia si quiere optar a ser campeón de la Liga Femenina en España.
El público, en señal de agradecimiento por la excepcional temporada del equipo, despidió a las jugadoras de Carlos Cantero al grito de "campeonas".
