baloncesto

Casademont Zaragoza-Baxi Manresa: el partido de la salvación

Con un triunfo este miércoles ante el Baxi Manresa, el equipo aragonés alcanzaría virtualmente la permanencia en la Liga Endesa. Los catalanes han ganado cinco de sus últimos seis compromisos. 

Porfirio Fisac dialoga con los componentes del cuerpo técnico en un entrenamiento.
Porfirio Fisac dialoga con los componentes del cuerpo técnico en un entrenamiento.
FRANCISCO JIMÉNEZ

El camino hacia la salvación, despejado semanas atrás, de nuevo se ha tornado arduo y sinuoso para el Casademont Zaragoza. La trayectoria ascendente del Manresa y Real Betis han modificado el paisaje: catalanes y andaluces han ganado cinco de sus seis últimos compromisos, lo que ha encarecido sobremanera la permanencia en la máxima categoría nacional. 

El cuadro aragonés dispone de dos triunfos de ventaja con la zona de descenso a la Liga LEB Oro, cuando restan cinco jornadas que el término de la competición regular. Además, tiene pendiente aún el duelo correspondiente a la vigésima octava etapa del calendario, que fue aplazado el pasado 20 de abril y que se celebrará este miércoles en el pabellón Príncipe Felipe (21.30). Será, precisamente, contra el Baxi Manresa, un rival al alza que, en la actualidad, se ha situado a una sola victoria de los zaragozanos.

El conjunto de Pedro Martínez acude al careo en su mejor momento de la temporada: en los últimos seis encuentros de la Liga Endesa, su única derrota se produjo en Vitoria, el pasado 9 de abril (107-92), ante el poderoso Baskonia. Su exitosa secuencia comenzó el 18 de marzo, ante el Real Betis (91-84), en el duelo correspondiente a la vigésimo tercera jornada; y, posteriormente, doblegó también al Girona (79-86), al Monbus Obradoiro (80-65), al Granada (86-77) y al UCAM Murcia (93-83) para abandonar, por fin, la penúltima posición de tabla.

El principal hándicap del Manresa atiende a la defensa, muy vulnerable desde el inicio de la temporada. De hecho, ha encajado 2511 puntos en 28 partidos, lo que se traduce en 89,6 tantos recibidos por choque. Solamente el Fuenlabrada (91,7), colista de la categoría y equipo ya descendido a la Liga LEB Oro, presenta peores guarismos que los catalanes en las labores de contención.

Los de Pedro Martínez, sin embargo, sí disponen de artistas cotizados en la faceta ofensiva, con jugadores capacitados para fabricarse sus propias canastas y para asumir responsabilidades en los momentos de fragor. Por ejemplo Jerrick Harding, quien factura 16 puntos por duelo. Se trata del segundo máximo anotador de la Liga Endesa, con un promedio de 16 tantos por partido en 25 minutos de juego. Registros que sólo supera Kassius Robertson, escolta del Monbus Obradoiro, quien promedia 16,8 tantos por encuentro.

La mejor actuación de Harding se produjo el 18 de marzo, en el partido de la vigésimo tercera jornada, cuando anotó 41 puntos contra el Real Betis. Lo hizo con una carta de tiro sobresaliente: tuvo un acierto del 75% en los tiros de 2 (6 de 8), un 55% desde el perímetro (6 de 11 en triples) y una efectividad máxima desde la línea de personal (11 de 11).

Pero el Manresa cuenta con muchos más argumentos en sus acciones de ataque. Por dentro, el ala-pívot Devin Robinson representará una amenaza considerable para el Casademont: promedia 14 créditos de valoración por partido, tras aportar 13,4 puntos, 5,4 rebotes y una asistencia en 24 minutos de juego. También suman Martinas Geben (9,4 tantos, 4,4 capturas) y Juampi Vaulet (8 puntos, 5 rebotes).

En la línea exterior, además de la facilidad anotadora de Harding, el Manresa tiene en nómina a dos exjugadores del cuadro aragonés: el alero Adam Waczynski, quien presenta una eficiencia del 46,8% en los lanzamientos triples; y Frankie Ferrari, un jugador marcado por las intermitencias, pero con el suficiente talento para decidir el choque a su favor.

Caras opuestas

Por su parte, el Casademont es un bloque impredecible, de caras opuestas, con numerosos altibajos en su juego, aunque ahora especialmente fiable al abrigo de su afición. El conjunto de Porfirio Fisac ha elevado sus prestaciones en la segunda vuelta del campeonato –seis triunfos en 11 partidos–, con algunas victorias de prestigio en el pabellón Príncipe Felipe. En casa sorprendió a adversarios de la talla del Barcelona (85-83), el Valencia Basket (86-75) y el Gran Canaria (76-73); y el pasado domingo, en su actuación más reciente, guardó ambiciones de triunfo gasta el último suspiro contra el Unicaja de Málaga (70-74), el equipo más en forma de todo el panorama nacional.

Al mismo tiempo, ha desperdiciado tres grandes oportunidades para haber dado un salto de gigante en la clasificación, lo que le habría proporcionado un recorrido sin sobresaltos en la recta final de la temporada. Pero cayó contra el Obradoiro (78-79), en el pabellón Príncipe Felipe, y también en sus desplazamientos a Bilbao (81-68) y Murcia (79-74), y sigue sin garantizar su continuidad en la máxima categoría española.

Bajas

El Casademont sigue mermado por las ausencias. En principio tampoco podrá alinear este miércoles a Justinian Jessup, quien se recupera aún de un esguince de tobillo que se produjo semanas atrás y que, de momento, le ha hecho perderse los duelos ante el Bilbao Basket, el Gran Canaria, el UCAM Mucia y el Unicaja de Málaga. Está totalmente descartado Lucas Langarita, con una rotura fibrilar en la zona intercostal, y es duda la participación de Aday Mara debido a unos episodios de vértigo. 

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