baloncesto

El Casademont Zaragoza, un equipo de caras opuestas

El equipo aragonés ha ganado al Barça y al Real Madrid en el presenet curso, pero ha claudicado con el colista y otros rivales directos en la lucha por la salvación. 

Iván Cruz levanta los brazos tras el triunfo del pasado 4 de marzo ante el Barcelona.
Iván Cruz levanta los brazos tras el triunfo del pasado 4 de marzo ante el Barcelona.
FRANCISCO JIMENEZ PHOTOGRAPHY

El Casademont es un equipo voluble, volátil, inconstante, imprevisible, bipolar. Con un juego intermitente y entrecortado, sin continuidad, presenta una irregularidad manifiesta en los dos lados de la pista. Y es capaz, por ello, de exhibir dos caras opuestas incluso en un mismo partido. Así, alterna momentos muy positivos, de entidad, con tramos de desconexiones sorprendentes, donde el equipo abandona rutinas y automatismos y queda totalmente sometido por su rival.

En el primer escenario se sitúan los triunfos ante el Real Madrid (94-89) y el FC Barcelona (85-83), ambos de rango mayor; y también las actuaciones frente al Joventut (89-84), en la sexta jornada, y contra el Lenovo Tenerife (83-87), el pasado 14 de enero, pese al desenlace adverso: los catalanes se impusieron en Badalona, y los insulares en el pabellón Príncipe Felipe, tras dos duelos igualados, intensos y emocionantes que se resolvieron en el prórroga.

Por el contrario, el Casademont también ha sufrido derrotas sonrojantes, víctima sobre todo de su impericia ofensiva. En Santiago de Compostela, ante el Obradorio, en la jornada inaugural, el cuadro aragonés se dejó hasta 13 tiros libres (14 aciertos de 27 intentos), en un duelo que se adjudicaron los gallegos por tres puntos de distancia (76-73). Y sólo convirtió 5 de sus 27 lanzamientos triples, lo que supone un 19% de efectividad.

Mayor acierto

El Obradoiro, precisamente, fue el último verdugo de los aragoneses, en otro partido que pudo haberse inclinado del lado de cualquiera de los contendientes. Sin embargo, el equipo gallego exhibió mayor acierto en los momentos de fragor, y además contó con la colosal exhibición anotadora de Kassius Robertson (28 puntos). 

Pese a todo, el Casademont dispuso de dos tiros libres, ejecutados por Mekowulu, para haber forzado la prórroga, pero el nigeriano erró su segundo lanzamiento (78-79). El desenlace supuso un nuevo revés para un conjunto que, al margen de jugar al calor de sus aficionados, vivía su mejor momento de la temporada –tres victorias en sus cuatro últimos compromisos–.

El Casademont ha protagonizado un notable crecimiento conforme avanzaba el curso, fortalecido por el ideario de Porfirio Fisac; pero sigue siendo un bloque errático, con importantes problemas de índole estructural, lo que le ha reportado sonoros tropiezos incluso en el pabellón Príncipe Felipe. Especialmente doloroso resultó el varapalo encajado ante el Fuenlabrada (79-82), en la cuarta jornada, con el técnico segoviano recién incorporado al equipo. Entonces, el colista se adjudicó la victoria en el Príncipe Felipe (72-82), impulsado por la productividad de Lasan Kromah (21 puntos) y la insistencia de Bassala Bagayoko (7 rebotes) en el juego interior. Fue uno de los tres triunfos que ha conquistado el Fuenlabrada en el presente ejercicio.

Asimismo, los zaragozanos también perdieron en casa frente al UCAM Murcia (64-81) o el Bilbao Basket (67-74), sin apenas llegar a competir, y también contra el Breogán (88-90), su rival del próximo domingo. El Casademont, además, dobló la rodilla en la pista del recién ascendido Girona (78-69), tras haber iniciado el partido con un parcial adverso de 21-8, en otro encuentro en el que rindió muy por debajo de las expectativas.     

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