baloncesto
Victoria antológica del Casademont, que tumba al Barça en un partidazo repleto de emoción
El equipo aragonés, que llegó a mandar por 25 puntos, supera a los catalanes (85-83) guiado por una actuación estelar de Sant-Roos y Aday Mara. Al inicio, el choque se suspendió 40 minutos por un problema en los videomarcadores.
El baloncesto es un deporte tan maravillosamente imprevisible que permite a un equipo como el Casademont Zaragoza perder la misma temporada ante el peor equipo de la competición (Fuenlabrada) y, semanas más tarde, tumbar con sendas exhibiciones a dos de los equipos más poderosos de Europa (Real Madrid y Barça). Así se resume una campaña cargada de adversidades para un equipo que, sin embargo, compite de manera extraordinaria frente a los grandes. Este sábado, el equipo de Fisac ha sumado una victoria antológica (85-83) ante el conjunto culé en un emocionantísimo encuentro que permaneció 40 minutos detenido en el primer cuarto por problemas en los videomarcadores del Príncipe Felipe.
Antes de que el partido se parase por una inoportuna deficiencia en la placa base del marcador, al Casademont Zaragoza le dio tiempo de adquirir una mínima renta de dos puntos (6-4). No se habían jugado todavía ni 5 minutos y ya se veía que el equipo azulgrana, sin Mirotic ni Higgins por decisión técnica, no carburaba. En ese instante llegó una de las estampas más surrealistas de los últimos tiempos. El juego se detuvo y los dos equipos reiniciaron la rueda de calentamiento a la espera de noticias. Tras 40 minutos de conversaciones entre el club, Zaragoza Deporte Municipal y la ACB, el inconveniente técnico se subsanó con un improvisado powerpoint que hacía las veces de marcador.
Pero lo importante no era la forma, sino el fondo. Lo verdaderamente significativo era el valor que tenían los dígitos que se reflejaban. Y ahí, el gran beneficiado fue el Casademont Zaragoza, que barrió al conjunto de Jasikevicius durante los minutos posteriores. La inspiración de Sant-Roos y el talento de Aday Mara lideraron al equipo de Fisac en el primer cuarto, que terminó con ventaja local (19-12).
En el segundo, el cuadro aragonés practicó un baloncesto sencillamente excelso. ¿Qué pensaría Martin Schiller viendo jugar a una plantilla con la que él no fue capaz de obtener un solo triunfo? En el ecuador del acto, Fisac dio descanso a Mara, que se llevó la primera calurosa ovación de la tarde. El Barça había mejorado ligeramente (era muy, pero que muy difícil, hacerlo peor). Sin embargo, era tarde para frenar el ciclón zaragozano.
Jasikevicius, muy enfadado con los suyos, solicitó tiempo muerto. Pero ni así fue capaz de amainar el temporal. Sant-Roos (22 de valoración al descanso) guiaba a un equipo donde anotaba hasta Maodo Nguirane. El senegalés, con un papel absolutamente residual durante todo el curso, perforó el aro catalán e incluso dispuso de un tiro adicional que resolvió con una pedrada al tablero que, lógicamente, no estuvo ni cerca de entrar.
El fallo fue una mera anécdota ya que el público estaba completamente entregado a su equipo. Un Casademont Zaragoza que se marchó al tiempo del descanso con una victoria momentánea y repleta de merecimiento. Poco (por no decir nada) se podía reprochar a un equipo que ganaba por 22 puntos al colíder de la competición (46-24).
Laprovittola sujeta al Barça
Pero nadie en el Príncipe Felipe daba nada por hecho. La gran pregunta era conocer si el Barça era capaz de sacar a la luz su talento para voltear el resultado. El cuadro catalán se aferró a la incuestionable calidad de Laprovittola, que transformó tres triples de salida y prácticamente sin oposición.
Los de Jasikevicius reducían diferencias, pero el poderío de Aday Mara en la pintura mantenía la ventaja de seguridad. Pocas horas después de que sus compañeros del equipo júnior se exhibieran en Croacia, el joven pívot reventaba el aro del Barça en la cara de un Vesely excesivamente acelerado durante toda la tarde. El choque llegó al último cuarto con ventaja local de 15 puntos (69-54).
Los azulgrana todavía no habían dicho su última palabra. Pudo reducir la desventaja hasta los 10 tantos desde más allá del 6,75. Pero, con todavía más de 5 minutos por jugar, el aro escupió los lanzamientos de Laprovittola, Abrines y Satoransky. Fue finalmente Jokubaitis quien puso el 75-66, lo que obligó a Fisac a pedir tiempo muerto.
Los nervios eran evidentes en un Casademont Zaragoza que llegó a mandar por 25 en el tercer cuarto, casi nada. Laprovittola, con un 2+1, hizo el 79-71 con 58 segundos por jugar. Por si fuera poco, a solo 20 redujo la diferencia a solo 4 (80-76). Ese triple hizo que a más de uno se le revolucionara el corazón, pero el arreón catalán no impidió el séptimo triunfo de la temporada ni el debut del canterano Miguel Flores, que disputó los últimos seis segundos.
CASADEMONT ZARAGOZA 85
Wright (2), Sant-Roos (21), Yusta (11), Cruz (11), Hlinason (9) – Cinco inicial- Jessup (7), Ponitka (-), Flores (0), Mara (13), Nguirane (2), Simanic (7), Jovic (2).
BARÇA 83
Vesely (12), Sanli (0), Satoransky (7), Laprovitola (28), Abrines (7) –Cinco inicial- Pauli (-), Martínez (0), Kalinic (15), Tobey (3), Kuric (7), Jakubaitis (4), Nnaji (0).
Árbitros: Miguel Ángel Pérez Pérez, Juan de Dios Oyón, Cristóbal Sánchez. Eliminados: Hlinason. Vesely, Abrines.
Incidencias: 6.856 espectadores en el Príncipe Felipe.
