baloncesto

Casademont Zaragoza: el enigma Hlinason

El pívot islandés, una de las revelaciones de la presente campaña, ha reducido drásticamente su presencia en la pista en los últimos partidos. Sus grandes actuaciones reclaman un mayor protagonismo.  

CASADEMONT ZARAGOZA - ESTUDIANTES / PABELLON PRINCIPE FELIPE ( ZARAGOZA ) /20/03/2021 / FOTO : OLIVER DUCH[[[FOTOGRAFOS]]][[[HA ARCHIVO]]]
Tryggvi Hlinason intenta anotar en el partido ante el Estudiantes.
Oliver Duch

Fue el jugador más productivo del Casademont Zaragoza en el tramo inicial de la temporada. Su fulgurante irrupción, de hecho, ha representado una de las notas más ilusionantes de un curso marcado por los altibajos, la irregularidad y las importantes lagunas defensivas del equipo aragonés. Sin embargo, Tryggy Hlinason ha reducido drásticamente su presencia en la pista en los últimas partidos, precisamente cuando los zaragozanos –desconcertados e impotentes– han mostrado su perfil más vulnerable, tanto en la Liga Endesa como en la Champions League.

En el torneo doméstico, el Casademont ha enlazado tres derrotas consecutivas, todas ellas bajo idéntico patrón: una impericia defensiva alarmante –más de 100 puntos encajados por partido–, una inferioridad manifiesta en el rebote y un juego anárquico, precipitado, desordenado e individualista. Pese a ello, la participación de Hlinason se ha limitado considerablemente; toda una paradoja al tratarse de un jugador imponente, intimidante, distinguido por su consistencia atrás, su facilidad reboteadora, su capacidad para modificar los tiros del rival, su habilidad para jugar por encima del aro y su contundencia en las finalizaciones.

Y eso que el pívot, de 23 años, ha sido designado recientemente MVP de la vigésima jornada, galardón otorgado esta misma semana una vez disputados los duelos Obradoiro-Real Madrid y Barcelona-Estudiantes, que fueron aplazados en su día por la incidencia del coronavirus y que habían retrasado el nombramiento del ganador. En aquella jornada, Hlinason contribuyó al triunfo contra el Fuenlabrada (105-85) con 24 puntos (12 de 13 en tiros de campo), 9 rebotes, 2 asistencias y 3 tapones en 27 minutos de juego. Finalizó la contienda con 33 créditos de valoración. Registros muy meritorios para un jugador con una sobresaliente incidencia en los aspectos intangibles.

En la derrota ante el Joventut de Badalona (95-100), el pasado 6 de marzo, la presencia en la pista de Hlinason ya se redujo a 11 minutos, en un duelo donde los catalanes facturaron 9 rebotes más que los zaragozanos, con Ante Tomic (24 puntos) y Vladimir Brodziansky (20) incontenibles en el juego interior. Frente al Barcelona, una semana más tarde, el Casademont volvió a doblar a la rodilla con una anotación muy elevada (107-88), de nuevo con un protagonismo muy escaso del islandés: Hlinason apenas intervino cinco minutos, en un duelo donde el pívot Brandon Davis (20 puntos y 11 rebotes) se manejó con un facilidad imprevista. Los azulgranas acabaron el partido con 14 capturas más que los zaragozanos.

Posteriormente, el Casademont encajó una nueva derrota en el pabellón Príncipe Felipe, ahora ante el Movistar Estudiantes (104-113) –uno de los conjuntos más accesibles de la competición–. Aunque el duelo, muy igualado, necesitó de una prórroga para resolverse, Hlinason solamente jugó 8 minutos. Una decisión sorprendente, toda vez que los madrileños contabilizaron 11 capturas más que los aragoneses, y finalizaron con hasta 18 rebotes ofensivos. En este aspecto, especialmente productivo resultó el pívot Ángel Delgado, quien sumó 20 rechaces y 12 puntos (26 créditos de valoración) en los 33 minutos que permaneció sobre la pista.

En el presente curso, Hlinason ha dado un importante paso adelante en su rendimiento, por encima de las expectativas generadas, y era una de piezas cotizadas en la Liga ACB. El islandés ha intervenido en los 26 encuentros disputados, con unos registros de 8,1 puntos, 5,3 rebotes y 12,6 créditos de valoración por partido; y con 75% de efectividad en los tiros de campo, lo que supone el mejor porcentaje de acierto de toda la competición.

Guarismos muy positivos, aunque de momento insuficientes para acabar, de una vez por todas, con su concisión de subalterno en la plantilla zaragozana. Ni siquiera la marcha de Jason Thompson, consumada el pasado 9 de febrero, ha modificado el rol secundario de Hlinason en el ideario del entrenador. Y eso que el Casademont Zaragoza, para suplir al pívot americano, optó entonces por incorporar a Jacob Wiley, un jugador atlético, enérgico, intenso y potente, pero sin la envergadura ni la capacidad de intimidación del islandés.

El pívot cumple su cuarta temporada en la Liga Endesa –la segunda en el Casademont Zaragoza–, tras haber actuado anteriormente en el Valencia Basket y en el Obradoiro. Fue contratado sin coste alguno por el club aragonés, en el verano de 2019, como una apuesta de futuro; pero ya exhibió su amplitud de recursos en su primer año pese a que, en principio, llegaba a desempeñar un papel secundario en el juego interior. En el presente curso venía ofreciendo un rendimiento sobresaliente, determinante en los dos lados de la pista; y, sin embargo, ahora prácticamente ha desaparecido de la rotación. Es el enigma Hlinason. 

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