Antonio Hidalgo, el cabecilla de la transformación de la SD Huesca

El técnico azulgrana ha logrado imprimirle a su equipo un estilo de juego definido, provocando la mejor racha del curso para un conjunto que ya se sitúa a seis unidades del descenso. Desde su llegada en la undécima jornada, el balance es de 19 goles a favor y 11 en contra, cosechando 29 de los 60 puntos posibles. 

Antonio Hidalgo, entrenador de la SD Huesca, durante el partido frente al Real Zaragoza en La Romareda.
Antonio Hidalgo, entrenador de la SD Huesca, durante el partido frente al Real Zaragoza en La Romareda.
Toni Galán

Es notoria la transformación que está sufriendo la SD Huesca. Pero también se ha de entender que este gran momento debía aparecer antes del final de temporada, tarde o pronto. Merecidamente, el remedio parece haber llegado a tiempo de la mano de un Antonio Hidalgo que está sabiendo acertar y leer cada partido en función de los intereses de su equipo. Sin más. Ello, venido del conocimiento a fondo de una plantilla completamente nueva para él. También es un paso enorme el que han conseguido dar los jugadores como equipo, pero todavía quedan tres meses para demostrar. El reto, saber mantener la dinámica de resultados y, sobre todo, de juego identitario que está sabiendo exhibir últimamente.

Un 'efecto Hidalgo' reflejado directamente sobre el césped y, seguidamente, en los marcadores. Un técnico que, simplemente, ha sabido definir el estilo de esta SD Huesca, explotar su juego, exprimir las fortalezas, descubrirse como equipo. Si bien el compromiso en defensa que mostraba todo el bloque en el último año y medio era una de las principales características grupales, con la llegada del catalán se ha clarificado en mayor medida. Los inauditos números que se están logrando, precisamente, en defensa, lo demuestran.

Un Hidalgo de récords

El más llamativo es el que alcanzó Álvaro Fernández en el pasado choque frente al Andorra (2-0), cuando superó el récord de imbatibilidad de toda la historia del club: 557 minutos consecutivos sin recibir ningún gol. Y sigue sumando. Por ahora, ya ha logrado arrebatárselo a Toni Doblas, que lo ostentaba desde el año 2010, y tiene por delante el reto de continuar agrandando lo que ya es una marca histórica. Antonio Hidalgo, por supuesto, va a seguir confiando en el Zamora actual de la categoría y, no menos, en el resto de jugadores gracias a los que también se han alcanzado números como el de las seis porterías a cero seguidas -cuando la marca histórica del club se situaba en cuatro consecutivas en la temporada 2009/10-. Un dato que coloca a Álvaro como el meta de toda la categoría que ha mantenido su marco intacto en más ocasiones: 14.

Por todo eso y porque es el segundo equipo menos goleado de la categoría -y el que menos goles recibe cuando juega como foráneo-, Hidalgo va a seguir primando la idea de conformar un equipo estrictamente sólido y sin grietas atrás, con líneas juntas y comprometido sin balón, sabiendo controlar el cuero para generar ocasiones manifiestas de gol en parcela ofensiva, algo que tanto está costando poner en práctica. Mucho más que hacer efectivas las jugadas de estrategia mediante las cuales llegaron los dos goles frente al Andorra. Aquellos tantos de pizarra también fueron un síntoma patente del ‘efecto Hidalgo’. Nociones aplicadas a un equipo que no pierde la cara en ningún momento del partido, juegue quien juegue, y que le han surtido efecto gracias, también, a las variantes y rotaciones que se han llevado a cabo, sin pasar por alto el trabajo de los fijos como Álvaro, Pulido, Vilarrasa, Sielva o Elady.

En menor medida, también había decisiones que se le podían echar en cara a Hidalgo. Por ejemplo, disputar con cinco defensas partidos en los que había que ir a por los tres puntos, como pasó en la visita al Villarreal B (1-1), o contra el Amorebieta (0-0) en El Alcoraz, o la lentitud con la que se movía el balón pudiendo atacar con espacios. Todo ello generaba un nerviosismo generalizado e incluso una impotencia condicionada por la ausencia de resultados positivos. Y habrá más cosas en las que el técnico no habrá acertado, así como partidos en los que se resistió la victoria por la falta de puntería que asolaba al equipo. Pero, observando la situación actual del conjunto, se puede confirmar que la intervención del técnico azulgrana es de un calado vertebral, sabiendo dar solución a lo que no funcionaba y descubriendo aquello en lo que el equipo es especialista.

Lo último, el problema del gol, que parece ir desvaneciéndose. Al menos, el entrenador catalán ha conseguido que el asunto se trate de una cuestión de determinación más que de otra cosa. Y, ahora, gracias a los minutos de Hidalgo, los puntas del Huesca -Obeng y Elady- gozan de una mayor confianza en sí mismos, sabiendo que juegan porque de verdad se lo merecen, pues poco le tembló el pulso al propio míster cuando dejó fuera del once tres veces consecutivas al delantero ghanés, indiscutible por entonces. Elady, que no viajará a Tenerife por sanción, se le esperará en su línea de peleón el próximo sábado 24, cuando el Burgos visite El Alcoraz. Entonces, el jiennense tratará de alargar su particular racha que acumula gracias a los dos goles en los últimos tres partidos.

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