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Abre en el centro de Zaragoza el primer golf indoor automatizado: "Somos un complemento para todos los golfistas"
Los emprendedores Jorge González y Antonio Solans están detrás de Golfing Box, en el que se puede practicar este deporte de forma simulada con golpes y materiales de verdad.
Los jóvenes emprendedores Jorge González y Antonio Solans -aragoneses, amigos y amantes del golf- sentían la necesidad de hacer cosas nuevas relacionadas con este deporte. En abril de 2022 empezaron a darle vueltas a la idea de crear unas instalaciones "innovadoras" donde practicarlo y hace apenas unas semanas -el 18 de diciembre- ha abierto sus puertas Golfing Box Zaragoza, en pleno centro.
Se trata, tal y como destacan, del primer golf indoor (cubierta o en interior) de Zaragoza y también del "primero" automatizado de España. "Hemos trasladado el concepto de las pistas de pádel automatizadas (o autónomas) para el modelo de negocio con el objetivo de que esté abierto las 24 horas del día; y para la instalación nos hemos fijado mucho en Estados Unidos y Corea del Sur. La importancia del golf indoor en ese país asiático es tremenda, hasta el nivel de que han aparecido circuitos profesionales", apunta Solans, dueño de una agencia de comunicación y con un canal de Youtube sobre golf.
La instalación consta de un 'box' con un único puesto de tiro, en el que el cliente puede controlar todos los parámetros de su juego -a través de un radar 'doppler'- una vez que lanza la bola contra una pantalla de impacto. "Con esta tecnología puedes modificar lo que quieras y te muestra todos los datos con una precisión muy alta. La distancia de vuelo, la velocidad del palo, el ángulo de entrada de la cabeza del palo, la altura de la bola, las revoluciones que la bola va por minuto.... Es una herramienta de entrenamiento brutal, además de la parte lúdica y de juego", explica González, jugador profesional de golf y profesor en el Club de Golf Los Lagos, en Pinseque. Asimismo, el uso de esta tecnología permite 'jugar' en muchos campos del mundo.
Ambos emprendedores hacen hincapié en que se trata de golf simulado con golpes y materiales de verdad sin necesidad de trasladarse a un campo físico (por lo general, a las afueras de Zaragoza) o sin importar que ese día llueva o haya humedad. "Es un lugar donde practicar este deporte de forma autónoma para todos los niveles sin barreras de entrada. Somos un complemento para todos los golfistas; no sustituimos ni a profesores ni a campos ni a gerentes... De ahí la buena acogida que hemos tenido", indica González. A lo que Solans añade: "Todos los no golfistas que vengan a probar van a querer ir a un campo. Y todos los que ya juegan en un campo de golf se van a querer beneficiar de venir a practicar aquí".
La reserva en Golfing Box es individual y privada a través de la página web o una 'app' y el coste es de 29,97 euros la hora (el máximo son dos horas). El día reservado, el cliente recibe un sms con el código para acceder al espacio, que cuenta con el equipamiento necesario para jugar al golf. "Hemos tenido desde una persona sola hasta un máximo de cuatro (un grupo de amigos). Es una instalación para todo el mundo; algo impensable en cualquier otra de golf. Aquí no existen barreras: tienes libertad de venir con quien quieras, a la hora que desees y con la ropa que elijas. Hemos tenido gente que ha acudido en chándal o con traje. Y hay libertad si estás federado o no", afirman.
En cuanto a la clientela a la que está enfocado el nuevo negocio, Jorge González habla de tres tipos: el no golfista, el jugador que quiere practicar y no tiene tiempo para trasladarse a un campo y el de alto nivel que desea controlar todos los parámetros. "Nuestro cliente ideal sería una persona de mediana edad (entre 35 y 40 años), que practica el golf a un nivel medio, al que le gusta venir a jugar con amigos y, al mismo tiempo, también quiere entrenar y mejorar. La acogida está siendo muy positiva y la gente que ha venido está repitiendo", remarca, por su parte, Solans.
En cuanto a la práctica del golf en sí, ambos jóvenes resaltan que "técnicamente" es el deporte más difícil que hay. "Manejas algo muy grande (en alusión a los palos) y tienes que pegar a algo muy pequeño (la bola), que está abajo parada y tienes que dirigirla. Además, hay muchos factores externos que hace que no vaya donde tú quieres. El proceso de aprendizaje es dramático los tres primeros años. No obstante, en el momento en que progresas mínimamente te enganchas. El problema es que mucha gente lo deja porque es difícil", informa el profesor del Club Los Lagos.
El golf está en auge en Aragón, con más de 6.500 licencias, según datos de la Federación Territorial (a fecha del pasado marzo). "De ellas, más de 4.000 están en Zaragoza; hay bastante afición. Estamos muy por detrás de Santander o Madrid, pero mejor que otras grandes de ciudades. Hay gente que lo sigue asociando con un poder adquisitivo alto, pero se ha popularizado: hay instalaciones públicas donde es más barato jugar. Lo más importante es disfrutar del reto, del proceso de aprender a jugar y de todo lo que le rodea", concluyen.
