No es posible entrenar todo el cuerpo siempre y, según nuestros objetivos, priorizaremos el trabajo de unos músculos sobre otros. No es lo mismo querer correr una maratón, que jugar a tenis, que buscar unos objetivos estéticos o practicar fitness en el gimnasio. Una vez que tengamos claro qué queremos conseguir con el ejercicio que practiquemos, habrá que organizar las sesiones de entrenamiento. 

Si bien es cierto que no todo el mundo tiene que pasar por una sala de pesas, los ejercicios de fuerza son aconsejables para complementar casi cualquier práctica deportiva. Aun así, habrá que seleccionar que músculos queremos trabajar: mientras que el core y las piernas suelen ser protagonistas en casi todas las disciplinas, la parte superior del cuerpo y los músculos más pequeños, como los brazos, tienden a quedar relegados a un segundo plano. 

Cuatro sencillos ejercicios para el brazo (y uno de regalo)

Sin embargo, entrenar los brazos es importante si queremos ganar fuerza para realizar otros ejercicios, ya que están involucrados de manera secundaria o indirecta en ejercicios como el press banca, las dominadas y un largo etcétera. Una buena combinación de ejercicios para brazo, que enfoquen tanto el tríceps como el bíceps, es:

Esta combinación será útil como un entrenamiento básico para ganar fuerza en los brazos y para conseguir que tengan un aspecto más musculado y definido. Se pueden trabajar en series fijas de entre 10 y 12 repeticiones, nunca completando menos de tres series, o jugar con los pesos, aumentando la carga que movemos en cada serie el mismo tiempo que bajamos las repeticiones. Si vamos cortos de tiempo, también se pueden combinar en super series, dejando el ejercicio de hombro para el final o para el principio. De una u otra manera, se puede encontrar la forma de entrenar los brazos que más se ajuste a nuestros objetivos y a nuestras preferencias.

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