Inaxio Perurena, levantador de piedras: "Todo lo he conseguido sin pisar caminos prohibidos"

Inaxio Perurena Zubitur (Leiza, Navarra, 1984). Levantador de piedras. Realizó una exhibición el pasado domingo en la tirada de barra y bola de Miralbueno.

Inaxio Perurena, rodeado de sus bártulos.
Inaxio Perurena, en la plaza de toros de Miralbueno.
Guillermo Mestre

Hace 20 años que no se hacía lanzamiento de bola aragonesa en Zaragoza. Acude usted para darle brillo al acontecimiento.

Veinte años es mucho tiempo. Es una situación muy similar a la que estamos sufriendo en mi tierra. Durante años se han hecho demostraciones en pueblos pequeños, pero los deportes tradicionales, lamentablemente, no dejan de ser disciplinas minoritarias.

Mañana preciosa para la barra y bola aragonesa en la plaza de toros de Miralbueno.

La Federación Aragonesa se ha esmerado. Hay mucha tradición y cultura deportiva detrás. Que no se olvide, está muy bien, porque es parte de nosotros, del trabajo de nuestros antepasados. La barra aragonesa, por ejemplo, era el eje de los carros.

Así es. Después de la dura jornada de trabajo, los labradores la lanzaban a ver quién llegaba más lejos. ¿Con usted se teme que se acabe una tradición?

Espero que no. Solo tres hemos logrado superar la barrera de los 300 kilogramos levantados con dos manos: Saralegui, mi padre y yo. A una mano, el que más kilos levantó fue mi padre, y el segundo yo. Lamentablemente, en este momento no hay jóvenes dedicados a la piedra grande. Soy el último 'harrijasotzaile'.

Inaxio Perurena es el último 'harrijasotzaile'. Qué palabra... Casi me atasco diciéndola.

Harri es piedra en euskera, y jaso, levantar. Estoy un poco lesionado, pero lo voy a intentar en Zaragoza. Tengo un crujido en la zona cervical que me baja y me da calambre en las manos.

Su padre también tuvo problemas en las cervicales.

Es normal. Movemos muchos kilos. No tenemos dedicación plena. La carga muscular es enorme.

En Aguarón armó un lío bueno. El Día de San Jorge había más espectadores que habitantes en el municipio.

Fue precioso. Carlos Losilla, presidente de la Federación Aragonesa, lo montó sensacional. Allí levanté 250 kilos con dos manos, y 200 a una mano. En Zaragoza, 188 con una mano, y 240 con dos. También, 111 kilos con la esférica.

Tendrá que entrenar a tope.

Normalmente, es en invierno cuando intentas superar algún récord. El verano es temporada de demostraciones. La pandemia también ha influido. Hubo un parón total. Ahora intento mantener el nivel.

¿Cuánto pesa usted ahora?

Entrenando a tope para superar los 308 kilos, comía grandísimas cantidades intentando que fuera lo más limpio posible para no coger mucha grasa. Ahora estoy en 130 kilos de peso. Cuando levanté 308 kilos, estaría en 136 kilos de peso. El consumo de calorías era muy alto entonces, pues entrenaba muchísimo.

¿A qué se dedica además de a levantar piedras?

Trabajo en un centro de masajes en Leiza. También tenemos el Museo de la Piedra en Leiza. Allí ha recopilado todo mi padre, Iñaki Perurena. Él llegó a levantar los 320 kilos, y 267 a una mano. Allí están las piedras y muchísimo material sobre este deporte.

Gurruchaga apoyó mucho. Armó un buen taco con su padre en el programa 'Viaje con nosotros'.

Fue noticia a nivel mundial cuando por fin levantó más de 300 kilos. Fue a Estados Unidos, a Japón. Estaba en la tele permanentemente. Además, hablaba muy bien.

Como Arguiñano.

Incluso se atrevió como actor.

Es que las piedras suelen ser buenas siempre, salvo que sean en el riñón…

¡Ja, ja, ja! Fueron unos años buenos para este deporte tradicional.

Su padre tuvo a Saralegui como rival. Usted no tiene rival que lo estimule.

La dedicación es la misma. Y, que quede claro, todo lo he conseguido sin pisar caminos prohibidos.

Iñaki Perurena denunció el consumo de nandrolona.

Un levantador de piedras dio positivo. Yo llevo más de 50 controles antidopaje y sigo limpio. Comiendo los chuletones de la carnicería de mi tía y compitiendo.

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