Deporte

En forma, flexibles y con una postura correcta con el nuevo método Mori

Este método japonés está de moda y promete grandes resultados físicos con un poco de constancia. ¿Cómo se practica?

El puente para glúteos es un ejercicio básico.
El puente para glúteos es un ejercicio básico.
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De tanto en cuando surgen programas y rutinas de entrenamiento que prometen resultados milagrosos. Algunos consiguen éxito, otros no tanto. También, de manera regular, se desarrollan nuevas formas de hacer ejercicio, a ritmo de música o en forma de circuito. Y desde hace relativamente poco tiempo, le ha tocado el turno a los entrenamientos de Takuro Mori, un entrenador personal japonés que no puede estar más de moda. 

En su método Mori, o Moritaku, este joven explica que para lucir unas piernas fuertes y bonitas se necesita corregir la postura y reajustar el cuerpo, además de favorecer que los músculos recuperen su condición óptima. ¿Y esto cómo se consigue? Pues, dejando de lado las pesas, Mori apuesta por secuencias de estiramientos que activen todos los músculos que forman el conjunto del tren inferior del cuerpo. 

Los entrenamientos están explicados en un libro que ya ha superado el millón de ejemplares vendidos en Japón. Takuro explica que son necesarias cuatro articulaciones para trabajar las piernas: cadera, rodillas, tobillos y dedos del pie, y proponen estiramientos para activar todas ellas y los músculos que se mueven en conjunto.

Los estiramientos deben completarse en rondas en las que el ejercicio se trata de mantener la postura durante 60 segundos, volver a la posición inicial y completar varias repeticiones. Otras figuras consisten en llegar a las 10 repeticiones y mantener la postura apenas unos pocos segundos. Algunos ejemplos de estos estiramientos son:

  • Puente de glúteo. Tumbados en el suelo, con la espalda bien apoyada y las piernas separadas del cuerpo para que queden en ángulo de 90 grados. Levantamos la pelvis sin arquera la espalda, activando los glúteos. 
  • Estiramiento de bíceps femoral. Sentados en el suelo, con una pierna estirada y la otra doblada hacia el interior, hay que inclinar el tronco hacia el pie estirado.
  • Corregir la posición de los muslos. Nos sentamos en una silla y apoyados un pie sobre la rodilla contraria. Colocamos ambos brazos sobre la rodilla levantada para hacer presión y mantenemos la postura. 
  • Sentadilla sumo. Colocar las piernas al ancho de los hombros con las puntas de los pes mirando ligeramente hacia afuera. Bajar con la espaldar recta, sin arquearla, hasta formar un ángulo de 45 grados y mantener la posición.

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