fútbol

El Barça, un triste campeón de invierno

El equipo azulgrana sigue sin convencer con su juego, su actitud tampoco seduce y ya se ha dejado 15 puntos a domicilio tras el 2-2 en el derbi ante el Espanyol.

Luis Suárez, en un derbi entre el Barça y el Espanyol
Luis Suárez, en un derbi entre el Barça y el Espanyol
Archivo

Pocas veces un campeón de invierno habrá sido tan poco convincente como este Barça de la tercera temporada de Ernesto Valverde. El equipo azulgrana acabó como líder la primera vuelta de la Liga 2019-20, pero, tras dejarse dos puntos que tenía ganados en el derbi ante el Espanyol en el RCDE Stadium (2-2), solo es primero por mejor diferencia de goles con el Real Madrid. 

Empatados a 40 puntos, el equipo azulgrana tiene un balance de +26 goles a favor, mientras que el del conjunto de Zinedine Zidane es de +24. Máxima igualdad, pero diferentes sensaciones. En la escuadra blanca existe el convencimiento de que se está en el proceso de construir un nuevo proyecto ganador y en el Barça hay ambiente de autodestrucción y ganas de cambio.

Los 40 puntos que lleva el Barça suponen el peor registro desde la temporada 2007-08, la de la autocomplacencia admitida por Joan Laporta, entonces presidente, y la del final de la 'era Frank Rijkaard', con Ronaldinho y Deco acabando con su crédito deportivo por culpa de su vida extradeportiva y con Eto'o peleado con todo el mundo. Aquel equipo también llevaba 40 puntos, lejos de un Madrid que sumaba 47. Esta segunda vuelta será más disputada que aquella.

El gran problema del equipo de Valverde sigue siendo su actitud a domicilio, donde ha comenzado perdiendo en seis desplazamientos. En cuatro de esas ocasiones remontó, pero sólo en Leganés logró conservar luego el 1-2. Ante Osasuna, Real Sociedad y Espanyol vio cómo el equipo local lograba empatar al final. En Bilbao y Granada (1-0 y 2-0, respectivamente) no tuvo capacidad de reacción, y contra el Levante, equipo ante el que perdió 3-1, vivió la excepción: sí se adelantó, pero encajó tres goles en la segunda parte. En definitiva, el agujero fuera del Camp Nou es de 15 puntos no ganados de los 30 disputados. Demasiadas concesiones para conquistar la tercera Liga consecutiva.

Frente al Espanyol nadie entendió lo que sucedió en los últimos minutos. Luis Suárez, protagonista de la remontada con un gol y una asistencia a Arturo Vidal, perdonó el 1-3 en dos ocasiones ante Diego López. De Jong vio la roja por una pérdida de balón absurda y una segunda amarilla infantil en el minuto 75. Y Valverde decidió quitar al único de los tres delanteros que se sacrifica en defensa, Griezmann, para dar entrada a Semedo y subir a Sergi Roberto a un centro del campo en inferioridad. La consecuencia, un ataque largo del Espanyol con uno más ante un Barça que sólo defendía con siete al estar Messi y Suárez descolgados, sin ayudar en la contención. Y gol del chino Wu Lei. Una vez más quedó claro que ningún técnico del Barça se atreve a cambiar a Messi y Suárez, que acabaron más fatigados que Griezmann al incorporarse a los entrenamientos el jueves pasado.

El Barça afronta ahora la Supercopa de España con poca acutocrítica, especialmente tras el tradicional entrenamiento a puerta abierta que tuvo lugar este domingo en el Estadi Johan Cruyff, la sede del filial, anexo a la Ciutat Esportiva. Casi 6.000 niños aclamaron a sus ídolos, que el jueves se enfrentan en Arabia Saudí al Atlético en la semifinal de la Supercopa de España. Será un buen momento para comprobar si el equipo de Ernesto Valverde se crece ante los grandes equipos porque solo estaba algo adormilado o si lo suyo es otra temporada de 'autocomplacencia' una década después.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión