Continúan las incorporaciones del Zaragoza Club de Fútbol Femenino de cara a la temporada 2019-2020. El conjunto zaragozano ha llevado a cabo numerosas incorporaciones, la última de ellas la de la guardameta Ana María de Murga Blanco. La jugadora de 25 años nació en Madrid y llega procedente del Torrelodones CF de la Segunda División femenina.

El equipo dirigido por el técnico zaragozano Cristian Aleza, que renovó por un curso más, competirá la próxima campaña en la recién creada Primera División B. El conjunto de la capital del Ebro disputó la pasada temporada el playoff de ascenso a la Liga Iberdrola, pero resultó eliminado. Un ascenso que el club espera conseguir en esta ocasión. Los rivales a los que deberá superar para conseguir ese objetivo son: FC Barcelona B, CE Seagull de Badalona, SE Aem de Lérida, CA Osasuna, SD Eibar, Deportivo Alavés, Ahtletic Club B, Atlético de Madrid B, Madrid CFF B, CF Pozuelo, Racing de Santander, CD Parquesol, Real Oviedo, CF Friol y Atlántida Matamá de Vigo.

Al finalizar el pasado curso, la entidad presidida por Carlos Alcaine anunció la baja de hasta 11 futbolistas: Patricia Larqué, Sara del Estal, Olivia Oprea, Oliva Polvillo, Nerea Agüero, Laura Martínez, Judith Acosta, Madelyn Ventura, Bárbara Santibáñez, Gisele Montenegro e Isabel Longa. En busca de paliar esas marchas, el Zaragoza Femenino ha incorporado a otras 11 jugadoras: Ana Murga, Teresa Rey, Madison Williams, Cristina Portomeñe, Nikia Smith, Lucía Fuertes, Anastasia Spyridonidou, Lana Spitler, Naima García, Sara Sanaú e Irene Yanguas.

La nueva guardameta, Murga, tiene una dilatada experiencia bajo palos. Comenzó su carrera en la cantera del Atlético de Madrid, donde permaneció dos cursos como jugadora de campo, antes de pasar a la portería. También ha defendido las porterías del Pozuelo, Unión Adarve, Granadilla de Tenerife y del Torrelodones CF. Según apuntan desde el club zaragozano, la madrileña defenderá la portería del primer equipo junto con la arquera leonesa Cristina Portomeñe. Ambas tratarán de encajar el menor número de goles posible para ayudar al equipo a cumplir el objetivo de ascender a la Liga Iberdrola.