Rezuman juventud, esgrimen unas condiciones físicas y mentales prodigiosas, y progresan alimentados por una ambición desbocada. El futuro –y el presente– les pertenece. Aragón puede presumir de haber dado con una hornada de excepcionales deportistas que ya están llevando el nombre de la Comunidad a lo más alto y que prometen seguir haciéndolo durante mucho tiempo.

Se están acostumbrando a que su nombre ocupe espacios televisivos y radiofónicos, o páginas de periódicos de medios nacionales. Sus gestas, unidas a su precocidad, sitúan el foco sobre sus cabezas. Una presión que están administrando con admirable naturalidad.

El caso más reciente lo protagoniza Salma Paralluelo. Su espectacular irrupción hace dos semanas en los Campeonatos de España de pista cubierta, en los que atrapó el bronce y la clasificación para los Europeos de Glasgow en 400 metros, ha propulsado la imagen de esta superdotada deportista. A sus 15 años descolla tanto en el atletismo como en el fútbol –se proclamó conEspaña campeona de Europa y del Mundo sub-17–.

Su despliegue y potencial impresionan a leyendas aragonesas, como Luis María Garriga, dos veces olímpico en salto de altura (1964 y 1968), y que le transmite su experiencia. «Salma tiene unas condiciones espectaculares, pero no hay que precipitarse ya que tiene que desarrollarse. Sus mejores marcas no las va a hacer mañana ni pasado. Está demostrando su capacidad para competir muy bien en el momento adecuado, en las finales. Sabe correr en los instantes donde hay más presión», relata quien fue seis veces campeón de España. Los velocistas Daniel Ambrós –también clasificado para los Europeos absolutos– y la montisonense Laura Pintiel, de 17 años, son otros valores a tener muy en cuenta.

El siguiente en esta particular escala de proyección pública es Carlos Alocén. El base del Tecnyconta Zaragoza hizo historia el pasado viernes al convertirse en el cuarto jugador más joven de la historia en debutar con la selección absoluta de baloncesto, con 18 años, un mes y 23 días. Una hazaña que se realza cuando se cita a los tres mitos que le preceden en este ranquin: Carlos Sevillano, Juan Antonio Corbalán y Ricky Rubio. La suya está siendo la eclosión tutelada por la estructura técnica del club rojillo, que ha sabido pulir y darle un lugar en la élite para que su diamante más preciado pueda brillar.

José Ángel Arcega, otro base internacional y olímpico en Barcelona 1992, aplaude la irrupción de Alocén, pero advierte de una necesidad que no es exclusiva del baloncesto en la Comunidad. «Con Carlos Alocén y con otros jugadores se ha realizado un buen trabajo desde la base. Es una alegría para todos que estos chavales triunfen. Pero no hay que olvidar que la locomotora que sirve de espejo para los jóvenes son los equipos de élite, que son los que sirven de espejo a los más pequeños, y esto a veces se olvida. Es evidente que hay que apoyar a las entidades escolares y de formación, pero también hay que hacerlo con las que sirven de locomotora y tiran del carro. Los clubes de élite están limitados económica y deportivamente», explica.

El exinternacional apunta a una problemática extensible a todas las prácticas deportivas: la falta de medios. «Ojalá todos estos deportistas que están saliendo –y los que tienen que venir– dispusieran de más medios para que no tengan que marchar de Aragón en el futuro para crecer y consolidarse», sentencia.

Camino de la NFL

Precisamente la prolífica familia Arcega aporta otra joya en ciernes. JJ Arcega Whiteside, hijo de Joaquín Arcega y sobrino de Fernando y Pepe, está llamado a escribir su nombre (y su reconocido apellido) en el gran escaparate del deporte americano. JJ, como se le conoce en Estados Unidos, nació en Zaragoza hace 22 años, mientras su padre jugaba en el Helios y su madre, Valorie Whiteside, en el Cajalón. Tras completar la etapa universitaria en la prestigiosa Universidad de Stanford (Estados Unidos), el próximo abril será elegido en el Draft de la NFL, con lo que se convertiría en el primer aragonés –y el segundo español– en militar en la meca del fútbol americano.

En el mismo centro docente estadounidense es una recién llegada la remera Esther Briz, de 19 años. Formada en el CN Helios, puede presumir de un currículo extraordinario –campeona júnior de Europa y del Mundo–.

José María Esteban Celorrio, el primer medallista olímpico aragonés –plata en 1976–, aplaude a Briz y la labor de base. «Esther es un ejemplo para todos, con una progresión tremenda. Trabajamos la cantera y con el programa Aula de Tecnificación, que se basa en la captación de talento y nos está yendo francamente bien. Formar parte de un programa como este en el que se concilian estudios y deporte es una idea muy buena y que favorece a los deportistas. El único problema es la falta de financiación, y aunque ha incrementado, seguimos necesitando más técnicos e instalaciones para que esto vaya a más», advierte.

El ajedrecista zaragozano Pedro Ginés, estudiante de segundo de ESO en el IES Ítaca, de Santa Isabel, se proclamó el pasado 30 de octubre campeón mundial sub-14, en el certamen celebrado en la localidad griega de Halkidiki. «Pedro Ginés es una excepción porque no se tiene un campeón mundial todos los días. Pedro debe ser una inspiración para el resto de los niños aragoneses», indica Diego del Rey, maestro internacional instalado en Aragón.

En el fútbol, además de Salma Paralluelo, el Real Zaragoza ha abierto la puerta a los mejores valores de la Ciudad Deportiva para que luchen por instalarse en el primer equipo. Con 19 años, el ejeano Alberto Soro es uno de los emblemas. El exinternacional zaragocista Javier Planas se descubre ante Soro: «Hay mucho futuro en el deporte aragonés. Soro me gusta, tiene talento y se atreve. Para seguir creciendo tendrá que ser muy fuerte mentalmente y continuar con el esfuerzo y el sacrificio».

Afortunadamente, la lista no acaba aquí. Fernando Barceló, Jaime Castrillo y Sergio Samitier en ciclismo; Nerea Langa en patinaje; Irene Samper en fútbol sala; Daniel Osanz en carreras por montaña; Martí Vigo en esquí de fondo; Julián Giral en motociclismo; Carlota Martínez en tenis; Raquel Roy o Babacar Seck en kárate... El futuro está aquí.