Pulso de intermediarios y fondos de inversión en la venta del Zaragoza

Agapito provoca una guerra entre los grupos interesados en acceder a la propiedad de la entidad zaragocista. Ayer cumplió ocho años el agapitismo, cuyas formas empiezan a verse en esta operación

Nayim, en uno de sus paseos por Zaragoza.
Pulso de intermediarios y fondos de inversión en la venta del Zaragoza

Nadie abandona la negociación. Todos los grupos interesados en comprar el paquete accionarial mayoritario de Agapito Iglesias en el Real Zaragoza están quemando sus naves en pos de salir exitosos en su propósito. Y ayer, en el arranque de la cuarta semana de conversaciones firmes para llevar a cabo dicha compraventa, se vivió la explosión de un duelo de intereses entre los representantes y los fondos de inversión que están pugnando por tomar el relevo de Agapito en la SAD.


Iglesias cumplió ayer ocho años exactos como máximo accionista del Real Zaragoza. En la fecha de tal efemérides, el aún dueño de la entidad ha introducido esta densa negociación a múltiples bandas en un escenario propio del agapitismo que él ha apadrinado desde 2006. En contra de lo anunciado el pasado viernes, ayer lunes no se firmó el contrato de compraventa –que ya está acordado y redactado con el grupo de empresarios aragoneses que representa Mariano Casasnovas.


La situación, de manera repentina, se introdujo en una maraña de reuniones a varias bandas, en una carrera desenfrenada por presentar a Agapito una oferta mejor y un reparto de actores principales y secundarios que seduzcan al vendedor en su decisión final.


Desde el principio, la iniciativa que apodera Casasnovas y que tiene tras de sí a un heterogéneo grupo de empresarios aragoneses y a un fondo de capitál holandés en un segundo paso del procedimiento previsto, ha asomado como la gran favorita de Agapito. Pero, de manera llamativa, el constructor soriano ha sido capaz de llevar el trato casi hasta la firma final sin dejar de negociar con otras candidaturas. Principalmente, una con capital mexicano que representa el cónsul de México en Zaragoza, Luis Emilio Fernández; y otra con inversión alemana que, desde hace 15 días tiene a Javier Laínez como referencia negociadora y con el rol de presidente futuro si es la elegida por Agapito. Pero no son las únicas bazas.


Al margen de las procedentes de la tutela que la Liga de Fútbol Profesional, donde la figura de Mateu Alemany fue sugerida por Javier Tebas para llevar las riendas del Zaragoza bajo el manto de la LFP, Iglesias ha escuchado todas las ofertas que le han llegado. A nadie ha dicho que no. A todos ha dejado abierta la puerta. El pasado viernes, en Madrid, desechó la oferta de un agente de un grupo árabe. Antes hubo otros que, ayer, volvieron a asomar con fuerza en una peculiar guerra por ubicarse junto a Agapito desplazando a los demás fuera del foco.


El dinero de las comisiones sobrevuela cada acción desde hace días en cada caso. Nadie se rinde. Y Agapito, que ha llevado al grupo de Casasnovas hasta el último paso de la compraventa sin terminar de rematarla, ha provocado un vértigo que ayer alcanzó tintes del más puro agapitismo de los últimos tiempos.


El grupo de Casasnovas, convencido de ser el ganador de este pulso múltiple, contactó la semana pasada, vía fondo holandés, con Johan Cruyff para que el veterano y mítico exfutbolista sea el asesor deportivo del Real Zaragoza y su hijo Jordi, el director deportivo. A través de sus abogados, Joan Laporta –expresidente del Barcelona– y Xavi Puig, el grupo aragonés se citó mañana en la capital catalana con el propio Cruyff para cerrar los pormenores del proyecto. Reunión que anoche empezó a demorarse al fallar la firma definitiva que los implicados esperaban.


Ayer, el grupo de capital alemán que encabeza Javier Laínez y que también tiene como vocación introducir en el futuro más elementos aragoneses en el cuadro de mandos de salir exitoso en la operación, trajo a Zaragoza a Nayim. El plan es que el exjugador blanquillo, leyenda viva tras el gol de la Recopa en París, pueda ejercer de mascarón de proa de la gestión deportiva de su iniciativa. Paralelamente, los inversores mexicanos, que la semana pasada hablaron personalmente con Agapito para concertar un vis a vis en España (en Madrid o Zaragoza), tienen comprados los billetes para volar desde América y llegar aquí el jueves. Dato que denunciaría la intención de Iglesias de seguir demorando su estrategia, que tiene histéricos a decenas de sujetos involucrados en esta operación sin fin.