El grupo aragonés toma un impulso casi decisivo

La opción que representa Mariano Casasnovas se perfila como relevo de Agapito Iglesias,
La fórmula con la que se efectúa el cambio accionarial es el fleco que impide la firma

Agapito Iglesias, en la Ciudad de la Justicia
Agapito Iglesias, en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza

El grupo empresarial aragonés se perfiló ayer casi de manera definitiva como el relevo de Agapito Iglesias al frente del control accionarial del Real Zaragoza. El aún dueño de la SAD lo tiene claro: quiere vender a la candidatura representada por Mariano Casasnovas y ayer dio, desde su frente, pasos casi decisivos para que esa sea la apuesta que finalmente se haga cargo de la mayoría del capital social del Real Zaragoza en los próximos días. El grueso de la operación ya está completado. Faltaba que Agapito Iglesias atendiera la intentona final del grupo inversor alemán al que pone rostro y voz, de momento, como futurible presidente, Javier Láinez.


Pero tras los contactos producidos ayer en los diferentes frentes de negociación abiertos por los apoderados de Agapito Iglesias, la opción alemana perdió fuelle. Aún no es una vía muerta, pero el soriano siempre ha sido más proclive de vender al grupo de capital aragonés. Con los alemanes, según deslizaron fuentes de esta opción en la noche del martes, había un principio de acuerdo. Era una propuesta respaldada con capital, pero en la que intervenían otros factores estratégicos y comerciales. Uno de ellos era la inclusión en la oferta de la nave propiedad de Agapito Iglesias que tiene arrendada a Decathlon en Plaza. La vía germana también tenía los avales cerrados y había establecido vínculo con algún empresario aragonés con el que dar más empaque y más arraigo desde el punto de vista de la propiedad al proyecto.


Sin embargo, Agapito dio pasos ayer en dirección a la opción plenamente aragonesa, siempre a la cabeza de la carrera por el poder en la SAD desde hace casi dos semanas. La intervención en el proceso del juez Francisco Picazo reclamando a Agapito que cualquier dinero que perciba por la venta de unas acciones que ha entregado como aval de fianza en uno de los casos de Plaza debe ingresarse en los juzgados y retirándole el pasaporte han provocado que todos los pasos se estén dando mucho más en corto de lo previsto.


Los flecos finales que están demorando la firma definitiva a la que ahora se encamina la opción de Mariano Casasnovas afectan a la fórmula final con la que se debe producir el cambio en la estructura accionarial del Real Zaragoza. La negociaciones llevadas a cabo ayer entre los abogados y asesores de Agapito Iglesias y el grupo de empresarios aragoneses estuvieron enfocadas hacia eso, hacia la construcción de toda la arquitectura jurídica en base a la cual deben modificarse las mayorías accionariales que permitan en el Real Zaragoza un nuevo control de la propiedad. El grupo aragonés también ha presentado, según fuentes de la operación, ya a Agapito un boceto de su proyecto deportivo sólido y con garantías de futuro, exigencia en la que el soriano ha incidido de forma especial en todas las negociaciones y al que ha otorgado su visto bueno.


En el tercer frente de esta multinegociación abierta por Agapito Iglesias, la representada por la vía mexicana, el tiempo ya corre en contra. Ayer hubo contactos entre los interesados y su intermediario en España, Luis Emilio Fernández, y hubo avances en relación a la composición y capitalización final del proyecto. Siguen a expensas de lo que pueda suceder en Zaragoza y Madrid, los dos puntos candentes de la operación, pero conscientes de que su desventaja es importante.