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Camarero zaragozano: “Se ha acabado la pesadilla. Las Fiestas del Pilar van a ser una auténtica locura”

Los espacios de ocio nocturno de Zaragoza han reforzado sus plantillas y triplicado sus pedidos para satisfacer a unos clientes ávidos de fiesta.

Camareros y DJ se preparan para las Fiestas del Pilar 2022
Camareros y DJ se preparan para las Fiestas del Pilar 2022
M.O.

Después de dos años de parón, el primero por la pandemia de covid y el segundo por las restricciones a la hostelería, el sector del ocio nocturno se prepara para unas Fiestas del Pilar “normales”. Una de las patas fundamentales de este sector son sus trabajadores. Los camareros afrontan con muchas ganas e ilusión unos días de fiesta que esperan sean de mucho trabajo. “Hemos reforzado la plantilla para estos días”, dice Adrián García, encargado de la discoteca Da Luxe. “Vamos a estar trabajando 30 personas y un tercio han sido contratadas de propio”, explica.

Los camareros se preparan para unas Fiestas del Pilar de auténtica "locura"
M.O.

Este céntrico local de Zaragoza, ubicado en la misma plaza del Pilar va a contar por primera vez con dos barras en el exterior. “Es una preparación brutal. Las dos barras en la calle nos van a permitir llegar a todas las personas que asistan a los conciertos que ha programado el Ayuntamiento de Zaragoza en la plaza del Pilar”, continúa el encargado. “Se ha acabado la pesadilla. Tenemos las expectativas muy altas y creemos que va a ser una auténtica locura”, afirma García.

Adrián García, encargado de Da Luxe, tras la barra de la discoteca.
Adrián García, encargado de Da Luxe, tras la barra de la discoteca.
M.O.

Con similares expectativas se prepara para las fiestas William Ricardo, camarero del bar Umalas. “Después de tanto tiempo de pandemia esperamos que todo vaya bien”, afirma. En este establecimiento, que forma parte del grupo Umalas junto con cuatro conocidos locales más, la actividad es frenética estos días. “Estamos preparando con antelación las mezclas de los cócteles para poder ir lo más rápido posible en el servicio, recibiendo los pedidos, colocando botellas y llenando las cámaras para tenerlo todo previsto y no tener que ir al supermercado si se nos acaba un producto”, explica el camarero. “Si un sábado normal gastamos 9 cajas de refrescos, para estas fiestas hemos pedido 50 cajas. Esperemos acabarlas todas”, confía Ricardo. 

Este camarero lo tiene claro: “La clave para que la gente esté satisfecha es que se les atienda pronto. Los camareros tenemos que ser muy rápidos en estas circunstancias y aquí la experiencia juega un papel importante porque si no cuesta bastante seguir el ritmo”, constata Ricardo.

William Ricardo, camarero del bar Umalas, junto a uno de los cócteles que prepara.
William Ricardo, camarero del bar Umalas, junto a uno de los cócteles que prepara.
M.O.

En el bar Rock and Blues también saben bien lo que conlleva trabajar de noche en las Fiestas del Pilar. “Es muy estresante pero estamos acostumbrados porque llevamos mucho tiempo en esto”, dice María José Polo, camarera del establecimiento. “Desde hace dos fines de semana estamos de pre pilares y viene mucha gente, incluso entre semana”, relata Polo. 

Para poder atender la alta demanda “tenemos las cámaras llenas y los almacenes a tope. Supone un volumen de hasta tres o cuatro veces más de producto que un fin de semana normal”, calcula la camarera. Y entre tanto trabajo aún espera sacar tiempo para disfrutar de las fiestas. “Voy a aprovechar las mañanas con mi hija. Vamos a ir al Tragachicos, a las ferias y al parque Grande José Antonio Labordeta”, confirma Polo.

A Javier Benito, de La Lata de Bombillas, le cuesta recordar las cantidades de botellas que solía pedir cuando preparaba estas fiestas antes de la pandemia: “Han sido dos años de parón porque en 2021, aunque estuvimos abiertos, había tantas restricciones y control de aforos que la afluencia de público fue menor”.

Este año esperan que la situación se normalice aunque tienen alguna crítica al Ayuntamiento de Zaragoza por haber eliminado los escenarios de las plazas de San Bruno y del Justicia. Unos espacios que para Benito “daban vidilla al Casco con los conciertos, la gente circulaba por aquí. Se han empeñadoen  descentralizar las fiestas y se vacía el centro, por lo que no sabemos cuándo va a venir la gente por aquí. Hay un poco de incertidumbre”, lamenta el hostelero.

Javier Benito, de la Lata de Bombillas, tras la barra de su establecimiento.
Javier Benito, de la Lata de Bombillas, tras la barra de su establecimiento.
M.O.

Barras estratégicamente organizadas

Uno de los principales lugares para el ocio nocturno de estas fiestas es el Espacio Zity, en  el recinto de Valdespartera. Un gran complejo con cinco carpas para disfrutar de diferentes conciertos y siete grandes barras distribuidas entre todas ellas. “Esperamos estas fiestas con mucha ilusión y creemos que podremos superar las cifras de antes de la pandemia y volver a la normalidad”, afirma Alberto Campuzano, responsable de la hostelería de Espacio Zity. Los llenos de las primeras noches avalan sus previsiones.

Garantizar el mejor servicio a los visitantes en un lugar como este no es fácil. “Trabajan 200 personas detrás de las barras para poder dar servicio a tanta gente. Se montan de manera estratégica para que sean muy eficientes y podamos sacarles todo el rendimiento posible”, explica Campuzano. El objetivo: ”Que la gente se lo pase bien y deje atrás la pandemia”, dice el responsable de hostelería de Espacio Zity.

Con ganas de bailar

Los camareros no son los únicos que se preparan para estas noches locas. Los disc jockey calientan los motores de sus mesas de mezclas para hacer bailar a zaragozanos y visitantes. “La gente tiene más ganas de música que nunca”, dice el DJ Sergio Falces. “Ha quedado patente este verano en las distintas fiestas patronales de otras localidades y en los diferentes festivales”, constata.

Después de dos años sin poder bailar, hay muchas expectativas sobre la mesa. La música puede decantar que alguien se quede o se vaya de un local. “Siendo totalmente sincero, afronto estas fiestas con los nervios, las ganas y la ilusión de las primeras. Durante estos días todo vale. Hay carta blanca para bailar canciones poco habituales y puedes permitirte pinchar las mayores joyas de la historia junto a las canciones más horteras y horrorosas que se te puedan por la cabeza (risas). No te lo puedes pasar mejor”, explica el DJ.

El DJ Sergio Falces, preparado para pinchar en Ginger Fizz Bar, Gonzo Bitter Bar y Garbo Gentlebar.
El DJ Sergio Falces, preparado para pinchar en Ginger Fizz Bar, Gonzo Bitter Bar y Garbo Gentlebar.
S.F.

Para un amante de la música como él, más que un trabajo, la cabina de DJ es un lugar para el disfrute. “Teniendo en cuenta que no me van mucho las aglomeraciones pero me encanta la música, detrás de la mesa de mezclas es como más las disfruto”, afirma Falces. De hecho, en este oficio, "lo que más le pone a uno es ver a tanta gente disfrutando de tu trabajo. Si las viviera desde el otro lado sería el típico carca al que todo le molesta”, bromea.

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