FIESTAS DEL PILAR
¿Cuál es tu cabezudo favorito de las Fiestas del Pilar de Zaragoza? ¡Vota por el tuyo!
Los cabezudos son uno de los grandes protagonistas de las Fiestas. A pesar de su aspecto, hacen las delicias de los más pequeños e incluso los mayores sienten un cariño hacia ellos que no varía con el paso de los años. Pero, ¿y si tuvieras que quedarte con uno? ¡Anímate y vota por tu cabezudo favorito en nuestra encuesta!
Hablar de Fiestas del Pilar es hablar de Ofrenda, cachirulo… y cabezudos. Junto a los gigantes integran la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Zaragoza, que cuenta con varios siglos de historia. El Berrugón, La Forana, El Boticario… son, junto al resto de cabezudos, uno de los grandes protagonistas cada año de las fiestas.
A pesar de su aspecto, con enormes cabezas, grandes bocas y gesto amenazador, algo tienen estos personajes que fascinan a los niños (y no tan niños). Cada jornada de fiestas, los chavales cuentan las horas para salir a correr delante de ellos, mientras los cabezudos, ágiles y rápidos, les persiguen, látigo en mano ¿Quién dijo miedo?
Con la vista puesta en las próximas Fiestas del Pilar, que tras dos años de ‘no fiestas’ se esperan con más ganas que nunca, en HERALDO nos hemos propuesto conocer cuál es el cabezudo favorito de los zaragozanos. Sabemos que no es una decisión fácil, ahí está la cuestión.
Pero antes, repasemos quién es quién, historia y curiosidades de los cabezudos que forman parte de la comparsa que este año volverá a recorrer las calles entre el sábado 8 y el domingo 16 de octubre.
El Azutero
El cabezudo jotero. Su nombre procede de que antaño ejerció de guarda del azud junto al río Gállego, si bien no es un secreto que esté inspirado en el Royo del Rabal, el más importante cantador de jota en su época, que marcó un hito en la fijación de los diferentes estilos. La figura se construyó en 2013 y, de inmediato, se ganó el cariño de la chavalería.
Copla: "Azutero panzón deja de cantar jotas y reparte el zurrón"
El Boticario
Este personaje parece que representa a tres zaragozanos de tiempos pasados: Pedro Alonso Pérez (un acaudalado ciudadano), Félix Bartolomé (un jurista de la audiencia nacido en 1818) y Tomás Bayod (un farmacéutico que tenía su botica en la esquina de la calle Alfonso). Lleva un batín a cuadros y un bonete cilíndrico. Su gesto iracundo y sus pobladas patillas lo convierten en uno de los cabezudos más temidos por los chavales.
Copla: "Boticario, canario, garras de alambre, le cayó una teja y no le hizo sangre"
El Berrugón
Al parecer, representa a un antiguo corregidor de la ciudad, predecesor de los actuales concejales. Aquel antiguo munícipe tenía una pronunciada verruga, un rasgo facial que le ha dado personalidad y nombre propio. Su atuendo responde a la moda del siglo XVIII: usa casaca y sombrero de tres picos. Su presencia en la comparsa está documentada desde mediados del siglo XIX, por lo que es uno de los cabezudos con mayor tradición. A pesar de su aspecto adusto, es uno de los cabezudos más saludadores.
Copla: "Al Berrugón le picaron los mosquitos y se compró un sombrero de tres picos".
El Tuerto
Esta figura representa a un tal Melendo, que era médico de profesión y famoso en Zaragoza por su mal genio y peor carácter. Su origen se remonta a principios del siglo XIX. Popularmente, por su sombrero bicornio y alguna coplilla, ha sido llamado ‘el Napoleón’ y se ha pensado que ridiculizaba a José Bonaparte.
Copla: "El tuerto, tuerto es, el tuerto por melón se cayó un tozolón".
El Forano
Es uno de los personajes más carismáticos de la comparsa. Un postillón de las antiguas diligencias que acude a las fiestas de Zaragoza con su mejor ropa de domingo, un sombrero de copa y una chaquetilla de pana. Los chavales se mofan de sus modales pueblerinos.
Copla: "El Forano ha cagao, la forana lo ha limpiao con un trapo colorao".
El Robaculeros
Originariamente representaba a Sancho Panza, el escudero de Don Quijote, pero pronto perdió ese origen cervantino y se transformó en este singular caballero, al que también se le conoce como don Juan Pirulí por su pintoresco gorro rojo rematado en punta. Este cabezudo es el único de la comparsa que luce barba.
Copla: "El Robaculeros no sabe correr, por eso da tantos traspiés".
La Forana
Representa a una baturra, no demasiado agraciada, que acude a las fiestas acompañando a su marido, El Forano. Al parecer, el personaje de La Forana, que se incorporó a la comparsa en 1916, es heredero de una antigua figura que representaba a Teresa Panza (el nombre que adopta la mujer de Sancho Panza en la segunda parte de ‘El Quijote’). Hasta la llegada de La Pilara, en 1982, fue la única mujer de la comparsa, si bien entre los gigantes sí había féminas como la Reina, Dulcinea o la duquesa de Villahermosa.
Copla: "Que no se diga, que no se note, que La Forana lleva bigote".
La Pilara
Es el único de los cabezudos de la comparsa que nació en vida de la persona a la que representa. El 10 de octubre de 1982, Pilar Lahuerta, cantante y humorista del Teatro-Salón Oasis, asistió al bautizo de su propio cabezudo. Desde entonces La Pilara representa al pueblo de Zaragoza. Con su vestido de flecos, su diadema, sus joyas y sus plumas, aporta elegancia a la comparsa y baila con los chavales el charlestón.
Copla: "La Pilara, cuando camina, mueve las plumas como una gallina"
El Torero
Este diestro representa a un torero de la época de Pepe Hillo, Martincho y Josef Cándido, todos ellos espadas que brillaron a finales del siglo XVIII. No obstante, no tiene el talento de aquellos y su arrogancia y su porte taurino le hacen ser objeto de las burlas de los chavales. Luce el típico bicornio y un vistoso traje de luces de estilo goyesco. Es símbolo de la afición a la fiesta nacional y forma parte de la comparsa desde su reforma en 1867.
Copla: "El torero como es tan chulo, salta la tapia y se rompe el culo".
El Morico
El origen de este cabezudo es, al parecer, un mozo de cuadra que se trajo desde Cuba un noble zaragozano, el Conde la Viñaza. Así, en realidad, al Morico habría que llamarle el Cubanico, pero su traje de jockey tampoco ayuda a identificar su origen. Esta figura de tez morena se incorporó al grupo de cabezudos a principios del XIX y, de inmediato, se convirtió en uno de los preferidos de los niños, que le abrazan y aplauden cuando acaban las carreras.
Copla: "Aquí, allá, Morico el Pilar, se come las sopas y se echa a bailar”
La Cigarrera
Es la última incorporación a la Comparsa y representa a Serafina, la cigarrera del Tubo. El sueño que Serafina (o Herminia) no logró en vida es que la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza le hiciera un cabezudo, en reconocimiento a su figura. Cuando la periodista Marta Garú, de Heraldo de Aragón, le preguntó si era cierto el interés del Consistorio dijo, mirando con escepticismo por encima de sus gafas y con un cigarro colgado en la comisura de los labios: «Sí. Están esperando a que me muera». Serafina falleció en 2011 y su cabezudo se presentó en 2015. A los pocos días, al cabezudo le quitaron el cigarro que sostenía en la comisura de sus labios de cartón piedra ante las críticas por los peligros del tabaco.
Copla: "La Cigarrera no fuma tabaco, son los pelillos de su sobaco”
VOTA POR TU CABEZUDO FAVORITO
Cada uno tiene sus particularidades y aunque todos son muy queridos, seguro que tienes tu cabezudo favorito ¿Eres más de El Forano, El Morico o La Pilara? ¡Vota por el tuyo!
