Urbanismo

Una empresa alerta del riesgo de derrumbe de un edificio con ocho familias en Zaragoza

El Ayuntamiento pidió hace un año a los dueños que actuaran de urgencia, pero todavía no se ha hecho nada. 

Estado exterior del inmueble, situado en el Casco Histórico de Zaragoza.
Estado exterior del inmueble, construido en 1927 y situado en el Casco Histórico de Zaragoza. Advierten del riesgo de caída de cascotes a la vía pública, además de su hundimiento.
H. A.

"Muy asustados". Así se encuentran los vecinos de un edificio del Casco Histórico de Zaragoza, donde viven en "pésimas condiciones". Una empresa de reformas zaragozana, tras varias inspecciones, advierte del riesgo de hundimiento del inmueble. De hecho, hace un año que el Ayuntamiento le requería a los dueños una actuación urgente para frenar su deterioro y garantizar la habitabilidad, pero todavía no se ha hecho nada y el peligro de que caigan cascotes a la vía pública o incluso de que la casa se derrumbe se acrecienta con el paso de las horas.

Según los documentos a los que ha tenido acceso HERALDO, Urbanismo inspeccionó el inmueble (critican la "desidia" de la inspección), situado en la calle de las Arcadas, junto a La Magdalena, a mediados del año pasado. Así, se le requirió a la propiedad de la finca que con carácter de "urgencia y en plazo inmediato" se revisara la red de saneamiento para "eliminar las lesiones de filtraciones producidas", además de la estructura, "para acreditar su capacidad portante" y, si fuera necesario, repararla. Para ello, ni siquiera se les requería licencia de obra, dada la importancia. Unos cuantos meses después, el estado del edificio sigue empeorando. Viven unas ocho familias, con sus niños y niñas, sin siquiera agua corriente, además de que los desperfectos son palpables en el exterior del inmueble.

Estado del interior de uno de los pisos de la calle de las Arcadas 38, en el Casco Histórico de Zaragoza.
Estado del interior de uno de los pisos del edificio deteriorado del Casco Histórico de Zaragoza.
H. A.
Estado del interior de uno de los pisos de la calle de las Arcadas 38, en el Casco Histórico de Zaragoza.
Estado del interior de uno de los pisos del edificio deteriorado del Casco Histórico de Zaragoza.
H. A.
Fachada del edificio que urge una rehabilitación, en el Casco Histórico de Zaragoza.
Un transeúnte, en la calle de las Arcadas, donde se sitúa el inmueble deteriorado.
Marcos Cebrián

Una empresa de reformas de la capital aragonesa con más de 30 años de experiencia, que prefiere mantenerse en el anonimato, constató el "deplorable" estado del inmueble, que data del 1927. En un informe, un ingeniero valoró que el edificio se encuentra en un estado "bastante deficiente", con "abundantes" desperdicios en las zonas comunes, instalaciones de electricidad y fontanería vandalizadas, falta de carpinterías interiores y exteriores en algunos casos... Incluso, las losas de los balcones "amenazan su precipitación a la vía pública" dado su estado de degradación, por lo que cualquier día podría desprenderse un trozo de hormigón e impactar en la calle.

Estado del interior de uno de los pisos de la calle de las Arcadas 38, en el Casco Histórico de Zaragoza.
Estado del interior de uno de los pisos del edificio deteriorado del Casco Histórico de Zaragoza.
H. A.

En concreto, la citada compañía acudió a uno de los pisos para hacer una reforma. Una vez allí comprobaron la falta de agua corriente y, debido al estado del interior, ni siquiera pudieron acometer los trabajos completamente. Alguna de las viviendas se encontraba totalmente inaccesible, e incluso se constató que las viguetas del inmueble son de madera, sometidas a humedades durante muchos años, por lo que se recomendaba hacer una cata en mayor profundidad para ver si pueden estar afectadas por la pudrición y en qué grado. "El informe final es sencillo y lamentable, no es apto para su habitabilidad y corren un riego máximo todos los vecinos. Están preocupados por sus hijos menores, así como sus abuelos, que viven de una forma mísera y deplorable", concluye el estudio.

En este caso, es la propiedad del edificio de la calle de las Arcadas la que debe acometer la rehabilitación. Si el Ayuntamiento, viendo el estado de la finca, constatara que existe un riesgo de hundimiento inminente, llevaría a cabo una actuación subsidiaria. Es decir, que intervendrían conforme las necesidades (desalojo de las familias, derribo total o parcial...) y después se giraría la correspondiente factura a los dueños. Hasta entonces, el tiempo debilita todavía más el estado de la casa. "Nosotros solo queremos que reubiquen ya a las familias. Después, se hará lo que sea necesario", explican a HERALDO fuentes de la empresa de reformas.

Desde el Consistorio zaragozano expresan que, aunque el estado del inmueble es malo, no llega al nivel de urgencia como para pedir el desalojo, por lo que le compete a la propiedad, por ahora, hacer una rehabilitación. Hace dos años se le requirió a los dueños arreglar la fachada y hace un año se amplió esta orden. Comentan que algunos de los pisos están 'okupados', y que los titulares de la finca comunicaron hace unos días su intención de intervenir pronto. En caso de no hacerlo, se iniciaría un proceso de sanciones, cuyo montante variaría en función de la gravedad.

Desalojos pasados en Zaragoza

De hecho, no es el primer caso de este tipo que se da en Zaragoza. Los vecinos de la calle Luzán número cuatro todavía recuerdan su largo sufrimiento de cuatro años, el periodo de tiempo que pasó entre que Urbanismo requirió una actuación urgente en el inmueble y cuando finalmente el Ayuntamiento apuntaló el edificio de manera subsidiaria dado su altísimo riesgo de hundimiento. La intervención se produjo en septiembre del año pasado, después de que una vecina del bloque denunciara que desde noviembre de 2019 existía una orden incumplida de ejecución para que los propietarios hicieran una serie de obras por deterioro de la estructura y el riesgo para las personas. En especial, porque justo debajo de unos forjados en mal estado están los dos dormitorios de sus hijas y temían que se les cayese el techo encima.

Otro llamativo caso fue el de la calle de Mariano Gracia número 17, en el Arrabal. Hubo una fuga de agua en el edificio y, cuando los Bomberos de Zaragoza trataban de solucionarlo, comprobaron el mal estado de la estructura de la casa. En el momento, fueron desalojadas 17 personas, que se vieron tremendamente sorprendidas ante tal suceso. El derribo se hizo de forma controlada, para que los vecinos pudieran recuperar sus enseres, además de que las condiciones del inmueble no facilitaban las labores. Las familias fueron realojadas temporalmente en distintos establecimientos hosteleros de la ciudad.

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