El pueblo de Zaragoza con un templo dentro de una roca en el que vive un ermitaño

Esta pequeña ermita se encuentra en la Comarca del Aranda en un maravilloso entorno rodeado de cuevas, peñas y barrancos.

Ermita de la Virgen de Constantín
Ermita de la Virgen de Constantín en Purujosa
Comarca del Aranda

La paz que se respira en este lugar es sorprendente. Al igual que lo es la vegetación o las rocas que envuelven el pequeño templo incrustado dentro de una cueva en plena Comarca del Aranda. Es la ermita de la Virgen de Constantín. Pequeña pero con su encanto, sobre todo al conocer su historia. Muy pocos saben de su existencia y tampoco del pueblo de la provincia de Zaragoza en el que se encuentra.

La ermita de Nuestra Señora de Constantín no es como cualquiera. Está claro que cada rincón sagrado guarda algo especial, pero este lugar cuenta con tres cosas fascinantes que la hacen única en Aragón. El enclave en el que se ubica, rodeado de cuevas, peñas y barrancos, es asombroso. También lo es la localidad en la que está, Purujosa, un municipio de la Comarca del Aranda que cuenta actualmente con tan solo 27 habitantes, según el último censo, y el más pequeño del mundo con semáforo. Se encuentra en lo alto de un espolón rocoso sobre el río Isuela y el barranco de la Virgen donde las vistas son dignas de contemplar. 

Allí, en plena cara Oculta del Moncayo y bajo este maravilloso entorno, está construida la ermita de la Virgen de Constantín. Para llegar hasta ella hay que tomar la calle de la Virgen que recorre una parte del casco urbano de la localidad antes de adentrarse en un camino -de rocas en algunos tramos pero en buen estado y con barandilla- sobre el barranco.

Un recorrido bastante corto, antes de poder conocer las otras dos maravillas de esta ermita. El templo, de pequeñas dimensiones, está ubicado en el interior de una cueva a la que se accede a través de un sencillo arco de medio punto. Al fondo se observa la Virgen de Constantín, que en un primer momento se llamo Virgen de la Cueva por ser encontrada allí, en el interior.

Con un ermitaño

Pero no es la única que se encuentra dentro: la ermita está habitada por un ermitaño desde 2007. El padre Francisco, un sacerdote malagueño de la diócesis de Tarazona, vive en una zona adosada en el templo con acceso independiente. Hace ya casi 18 años eligió llevar un camino de meditación y soledad para comenzar una vida de retiro en este pequeño pueblo de Zaragoza. Desde entonces esta lugar sagrado es su refugio y poca veces lo ha abandonado. Una de ellas fue la peregrinación que hizo a Jerusalén a pie durante casi un año.

Francisco, el ermitaño de Purujosa
Francisco, el ermitaño de Purujosa, en una imagen tomada en 2021
Laura Uranga

Varias son los curiosos que se acercan hasta la zona para saber de él, charlar o buscar una palabra de luz. Pero también para observar este entorno natural, con un monumento sagrado en medio de la montaña que deslumbra a aquellos que tienen la suerte de poder visitarlo. 

Cómo llegar a Purujosa

Desde Zaragoza, su capital de provincia, hay 114 kilómetros por la A-2 hasta El Frasno. Allí, hay que tomar el desvío a la derecha por la A-1503 para llegar a Calcena, y desde ahí son seis kilómetros más hacia la izquierda por la A-2302.

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