zaragoza

Un descuido delata al ladrón que llevaba un mes robando "a gatas" en un bar de Zaragoza

El hostelero calcula que durante el mes de enero le sisaron cerca de 3.000 euros de la caja, pero nunca pensó que podía ser uno de sus clientes habituales.

Una grabación recoge el brazo furtivo del ladrón, rodeado con un círculo rojo.
Una grabación recoge el brazo furtivo del ladrón, rodeado con un círculo rojo.
HA

Un descuido o error de cálculo del ladrón han permitido al dueño de un bar de Zaragoza poner cara, nombre y apellidos a la persona que estuvo todo el mes de enero sisándole dinero de la caja. Para su sorpresa, se trataba de un cliente. O como el propio denunciante reconoce, de un “amigo”. Gracias al circuito de vídeo del local, la Policía Nacional ha comprobado que el delincuente había desarrollado un modus operandi bastante singular. De hecho, se movía siempre “a gatas” para evitar ser cazado por las cámaras. Pero en un par de ocasiones se le fue literalmente la mano y dejó a la vista un tatuaje que le hace inconfundible.

La detención de A. L. L., de 46 años, se produjo la tarde del pasado 28 de enero, solo un día después de que se llevara otros 500 euros de un cajón situado detrás de la barra de la cafetería La Nuez, ubicada en la calle Duquesa Villahermosa del barrio de Las Delicias. Cuando se produjo este último robo, pasadas las ocho de la tarde, en el establecimiento solo había tres personas: el dueño, su hermano y el investigado. En un momento dado, el hostelero y el cliente salieron a fumar a la calle. Sin embargo, con la excusa de que tenía que ir al baño, el ladrón regresó poco después.

El hostelero calcula que durante el mes de enero le sisaron cerca de 3.000 euros.

El hermano del propietario del negocio estaba de espaldas a la barra mirando el móvil, pero un ruido extraño le hizo incorporarse y echar un vistazo. El ladrón se había agazapado detrás del mostrador, por lo que no pudo verlo, pero enseguida advirtió a su hermano de lo ocurrido. Este decidió revisar más tarde las grabaciones, lo que le permitió ver cómo en la parte inferior de la pantalla asomaba un brazo que de forma habilidosa metía la mano en un cajón y se apoderaba de un fajo de billetes.

Las imágenes no recogen en ningún momento el rostro del delincuente, pero el tatuaje que luce en el brazo acabó delatándolo. Como el dueño de la cafetería también había echado en falta dinero el 25 de enero, decidió visionar las grabaciones de aquel día. Recordó que A. L. L. había pasado por el local, por lo que delimitó la búsqueda a ese tramo horario. Y no tardaron en confirmarse sus sospechas, ya que la cámara había cazado el mismo brazo furtivo.

El hostelero no llamó entonces a la Policía, sino que aguardó pacientemente a que su hasta entonces cliente y amigo volviera a la cafetería al día siguiente. Cuando lo vio llegar, aprovechó para poner en alerta al 091, que envió enseguida una patrulla. El dueño del local informó a los agentes de lo ocurrido y puso a su disposición las grabaciones. Según reflejan en el atestado, en ellas se aprecia “sin ningún género de dudas” cómo el autor de los robos era A. L. L., por lo que procedieron a su arresto.

Según los cálculos del denunciante, a lo largo del pasado mes de enero le habrían faltado de la caja entre 2.700 y 3.000 euros. Su abogado, Marco Antonio Navarro, exigirá en el juicio la devolución de este dinero. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión