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Un narcotrastero a las afueras de Zaragoza que valía más que un piso en pleno centro

Condenan a seis años de prisión a un vecino de Valdespartera que dirigía todo un supermercado de la droga. Su cómplice acepta una pena de tres años que no cumplirá.

Detenido en Teruel por el robo con fuerza en 16 trasteros
Imagen de archivo de la puerta de un trastero.
Policía Nacional

El nombre de la calle era premonitorio: La isla del Tesoro. Pero difícilmente podía imaginar la Policía cuando solicitó al juez la orden de registro que en un trastero del barrio Valdespartera, a las afueras de Zaragoza, iba a encontrar ‘trastos’ valorados en tantos miles de euros. Donde la gente guarda latas con restos de pintura, antiguos electrodomésticos o la bicicleta estática que apenas se usa, un vecino de la capital aragonesa ocultaba un auténtico supermercado de la droga. Cocaína, speed, ketamina, MDMA... Los especialistas en la lucha contra el narcotráfico encontraron allí todo tipo de sustancias ilegales. En grandes cantidades y de altísima pureza.

El informe del laboratorio de toxicología concluyó que el alijo de droga aprehendido habría reportado a su propietario casi 330.000 euros. O lo que es lo mismo, el narcotrastero valía tanto como un piso en el centro de Zaragoza. De ahí que C. R. S. y su compinche, B. F. R., acudieran ayer a la Audiencia Provincial enfrentándose a penas de 9 y 7 años de prisión, respectivamente, amén de sendas multas de 1,3 millones de euros. Sin embargo, solo el primero entrará al final en la cárcel. Y no por el tiempo que inicialmente se le pedía.

Los hechos que dieron lugar a esta causa se produjeron entre el 16 de enero y el 16 de febrero de este mismo año, cuando C. R. S. estuvo utilizando su domicilio, ubicado en la calle Desayuno con Diamantes de Valdespartera, para manipular, preparar y distribuir distintas sustancias estupefacientes de las que causan grave daño a la salud. La Policía descubrió que en aquel piso se producía un goteo constante de visitas. No eran muy largas, ya que las personas que allí acudían pagaban, se llevaban lo que habían ido a buscar y se esfumaban en cuestión de minutos.

Con la correspondiente autorización del juez, los agentes detuvieron al sospechoso y procedieron al registro tanto de su vivienda como del trastero. Aunque hallaron ciertas cantidades de drogas, no fue lo que esperaban. La Policía sabía que el acusado había subarrendado parte de otro trastero a la coacusada B. F. R. en la calle Isla del Tesoro, por lo que también pidió permiso para entrar. Y aquí sí encontraron lo que buscaban. De hecho, en unos pocos metros cuadrados localizaron cocaína, speed, ketamina y MDMA repartidos en distintas cajas, bolsas y formatos. A modo de ejemplo, los cuatro envoltorios de cocaína enrocada que dieron un peso de 338 gramos en báscula o dos piedras de cristal que resultaron ser    MDMA (medio kilo). Pero allí había también todo tipo de pastillas y hasta 10.000 euros en billetes.

Los letrados Mariano Bonías y Marina Ons lograron ayer que la Fiscalía aceptara aplicar a sus clientes la atenuante de drogadicción. Ello, sumado al reconocimiento de los hechos, permitió llegar a un acuerdo y fijar la condena del principal encausado en seis años de cárcel y la de ella, como cómplice, en tres. Esta última, por su condición de consumidora, se verá además beneficiada por la suspensión de la pena.

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