¿Dónde estaban situadas las casas de los ricos en la Zaragoza romana? Los mosaicos nos dan las claves

En Zaragoza se han encontrado vestigios de cerca de 90 casas romanas y 70 mosaicos que decoraban algunas de las ‘domus’ más ricas de Caesaraugusta.

En Zaragoza han aparecido los restos de casi 90 estructuras que pueden identificarse con casas romanas más o menos palaciegas.
En Zaragoza han aparecido los restos de casi 90 estructuras que pueden identificarse con casas romanas más o menos palaciegas.
Kristina Urresti

Hace unos días, durante las obras de un edificio en la plaza Ecce Homo del Casco Histórico de Zaragoza, apareció un mosaico romano con un diseño geométrico de cruces gamadas. Es el último de los muchos pavimentos de la antigua Caesaraugusta que han sido encontrados en la capital aragonesa.

Sus hallazgos se producen desde hace décadas, siglos incluso. Y es que parece que en la capital del Ebro no haga falta más que remover un poco el suelo para darse de bruces con su historia. “El centro de la ciudad está plagado de mosaicos y su descubrimiento implica que en esa zona en concreto había una 'domus', una casa romana más o menos palaciega perteneciente a población con alto poder adquisitivo”, dice la arqueóloga María Pilar Blecua. 

Estos pavimentos decoraban el suelo de las principales estancias de las casa más pudientes de la Zaragoza romana. En la ciudad se han encontrado restos arqueológicos “que han sido identificados como estructuras domésticas de cerca de 90 casas de esa época pero solamente unas 40 de ellas serían más o menos palaciegas”, afirma, por su parte, su colega María Pilar Galve.

Plano esquemático de la Zaragoza romana.
Plano esquemático de la Zaragoza romana.
Escudero y Galve

Es en estas últimas en las que han sido hallados unos 70 mosaicos o fragmentos de mosaicos en sus estancias, “por lo que podemos presuponer dónde estaban esas 'domus' por el lugar donde han aparecido los pavimentos y casi todas se encontraban dentro del recinto amurallado de la ciudad, en el Casco Histórico actual”, señala.

Sin embargo, “hacer un plano general de dónde estaban estas casas exactamente, qué superficie ocupaban y cómo estaban distribuidas en el entramado urbano de la ciudad es imposible”, confirma Blecua. La razón es que “Zaragoza ha tenido una ocupación continuada a lo largo de su historia y los habitantes de las diferentes épocas han construido sobre las edificaciones y estructuras anteriores a ellos”, apunta. 

Zaragoza es como un queso Gruyère, que está llena de agujeros”, ejemplifica Glave. “A lo largo de los siglos se han destruido muchos restos arqueológicos y es un milagro que se hayan conservado algunos de los que hemos encontrado”, asevera. “Podemos estimar dónde estaban las casas por las estructuras, los mosaicos y la red de cloacas que todavía se conservan en el museo del Foro”, indica la arqueóloga.

"Es un milagro que se hayan conservado algunos de los mosaicos que hemos encontrado"

“La estructura urbana se hacía por medio de manzanas de unos 1.300 metros cuadrados de superficie con calles de unos 8 o 10 metros de anchura. A lo largo de ellas se situaban las 'domus' y otros edificios de servicios y tiendas, además de los espacios públicos y los templos”, enumera.

Mapa de las 'domus' en Zaragoza

“Las 'domus' podían llegar a tener una gran superficie y variaban en tamaño dependiendo de la situación económica de su propietario, pero algunas de ellas, como la ‘Casa de las Murallas’ que se encontró junto a la iglesia de San Juan de los Panetes, pudo tener unas dimensiones de 750 metros cuadrados, de los que solo se pudieron excavar 223”, recuerda Galve. “Es una de las viviendas más completas que se han hallado en la ciudad, con muchas estancias decoradas con mosaicos en el suelo, lo que deja constancia de la buena situación económica de su propietario”, añade Blecua.

"La 'Casa de las Murallas' pudo tener una superficie de 750 metros cuadrados. Solo se han podido excavar 223"

La calle de Alfonso I, una de las zonas favoritas

En la esquina de la calle de el Coso con calle de Alfonso I "se encontró en los años 50 del siglo pasado el mosaico de ‘El triunfo de Baco’, un pavimento impresionante que fue trasladado al Museo Arqueológico Nacional donde se expone en la actualidad”, indica Galve.

La calle Alfonso I parecer ser uno de los lugares preferidos por la clase alta de época romana para edificar sus lujosas viviendas y a lo largo del tiempo han seguido saliendo a la luz restos arqueológicos de estructuras de los siglos II, III y IV. Algunas, más cerca del Coso y otras, más próximas a la plaza del Pilar. Allí se descubrió el mosaico de Orfeo tocando la lira acompañado de leones que podemos ver en el Museo de Zaragoza y otro mosaico con motivos musicales con una musa y un sátiro que se encuentra en el museo del Foro.

Cerca del entorno de la plaza Ecce Homo, donde se ha encontrado ahora el último mosaico descubierto, “se hallaron en 2001 otras zonas de casas pertenecientes, igualmente a gente notable de la ciudad romana”, continua la arqueóloga. Pero “los más antiguos encontrados son unos pavimentos de ‘opus signinum’ decorados con delfines, olas y motivos marinos, muy extendidos en el ámbito mediterráneo que se hallaron en la calle Don Juan de Aragón, junto al palacio del Justicia de Aragón”, afirma. “Se trata de unos mosaicos de Salduie, de la época fundacional de Caesaragusta y están datados de finales del siglo II y principios del I antes de Cristo”, asegura la arqueóloga.

También se halló un mosaico del siglo IV en la calle de Don Jaime, junto a plaza de España e incluso en el entorno de la calle de San Agustín y el Coso Bajo, en el barrio de la Magdalena. “Hacia el siglo II y III toda esa zona estaba ocupada por grandes casas palaciegas que se encontraban dentro de las murallas de la ciudad. En la calle de Añón, por ejemplo, se encontró un pavimento magnífico correspondiente a un ‘triclinio’ -la estancia que servía de comedor en las casas romanas- y que ha sido reconstrido en el Museo de Zaragoza”, señala Galve.

"En la calle de Añón se encontró el pavimento de un 'triclinio', un comedor romano que ha sido reconstruido en el Museo de Zaragoza"

En las calles de Santiago, Damian Forment, Méndez Núñez y 5 de marzo también han aparecido restos de mosaicos que hacen pensar que también allí se localizarían grandes casas romanas. “La gran mayoría de estas viviendas se edificaron dentro de la ciudad amurallada y los restos han aparecido de muralla a muralla. “Las excepciones son los mosaicos descubiertos en la calle de 5 de marzo y el entorno de la plaza de Salamero que podrían pertenecer a espacios termales y no a viviendas”, concluye María Pilar Blecua.

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