Zaragoza

Prisión para un maltratador y su madre por retener ilegalmente a la pareja del primero en Zaragoza

La juez impone al agresor tres años, nueve meses y un día de cárcel, mientras que a la mujer la sentencia a dos años.

El juicio se celebró en la ciudad de la Justicia
Oliver Duch

Byron Francisco M. P., de 25 años, y María Ramona P. E., de 49, han sido condenados por retener ilegalmente a la joven de 23 años que había sido pareja del primero y a la que tenía prohibido acercarse. La juez les impone dos años de cárcel a cada uno por impedir salir de una vivienda de la calle Tarragona de Zaragoza a la chica, la cual tiene una enfermedad psiquiátrica. Además, a Bayron Francisco M. lo declara autor de un delito de quebrantamiento de medida por incumplir la orden de alejamiento y lo condena a nueve meses y un día de prisión, más otros doce meses por lesiones leves con la agravante de reincidencia. En total, tres años, nueve meses y un día.

La magistrada del Juzgado de lo Penal número 9 considera probado que sobre las 13.00 del 1 del pasado mayo, a pesar de saber que no podía acercarse a la víctima, el acusado la encontró en un bar cercano a su casa, la cogió del brazo y se la llevó hasta su domicilio, donde también estaba su madre. Dentro del dormitorio, le quitó el móvil, las llaves, la desnudó y mantuvieron relaciones sexuales consentidas hasta que ella le dijo que parara. Luego tomaron alcohol y sustancias tóxicas hasta que se quedaron dormidos.

Al despertar, recoge la sentencia, el acusado comenzó a agredirla y ella trató de irse, pero ni Bayron ni su madre se lo permitieron. Encerrada en la habitación, el condenado comenzó a tirarle las cosas por la ventana, a lo que ella respondió lanzando el móvil de él por el patio.

Afortunadamente, el teléfono cayó a la terraza de un vecino, que sospechó de que algo grave estaba pasando. Aprovechando que María Ramona había bajado a buscar el móvil de su hijo y el hombre había subido a dárselo, la joven salió de la habitación desnuda hacia las escaleras y pidió ayuda. El vecino no vio cómo la entraban de nuevo al piso, pero no dudó en llamar a la Policía Nacional. 

A los diez minutos llegó una patrulla y la madre entreabrió la puerta, sin quitar la cadena, para hablar con los agentes, a los que negó que dentro hubiese nadie más que su hijo, a pesar de que se oía la voz de una joven pidiendo ayuda. Los funcionarios tuvieron que entrar a la fuerza y fueron agredidos por los dos acusados.

Dentro de un dormitorio hallaron a la chica vestida únicamente con unos pantalones cortos, muy asustada y con lesiones visibles recientes. La denunciante, representada por la abogada Marina Ons, es una persona inestable, diagnosticada de esquizofrenia y con un problema derivado del abuso de sustancias tóxicas, lo que la hace muy vulnerable y fácilmente manipulable, tal y como recoge la sentencia, que puede ser recurrida. Además de las penas de prisión, los acusados no podrán acercarse a la joven durante un periodo de cinco años.