día del pilar

El camino casi inmutable de la devoción

La ruta desde la plaza de Aragón hasta la basílica del Pilar ha ido sumando entradas conforme crecía el número de oferentes y se ha visto alterada en contadas ocasiones por obras o cuestiones de fuerza mayor

La calle de Alfonso I, abarrotada de oferentes el 12 de octubre de 2019.
La calle de Alfonso I, abarrotada de oferentes el 12 de octubre de 2019.
Guillermo Mestre

Dicen quienes son asiduos a la Ofrenda de Flores que una de las imágenes más sobrecogedoras es la que tienen al caminar por la calle de Alfonso I y comenzar a ver las cúpulas de la basílica del Pilar, enmarcadas como en una postal con los majestuosos edificios a ambos lados. No es para menos. Es la manera más tradicional de llegar a los pies de la Virgen, por donde se pasa desde que en 1958 se celebrara este acto por primera vez porque da a parar justo al a la fachada del templo donde en origen se depositaban los ramos. También se ha afianzado con el paso de los años y el aumento imparable de los participantes el paso por Don Jaime I para los individuales, y los hay que acceden desde detrás de la Lonja. El recorrido se ha adaptado en función de las circunstancias pero tratando de mantener siempre su valor histórico.

Como ocurre en la vida misma, el destino, o la meta, no es lo único a lo que hay que darle importancia. La Ofrenda es todo un evento de principio a fin, tanto para quienes forman parte de él como para los que lo observan en su papel de espectadores. El centro de la ciudad se llena de miles de personas vestidas con los trajes tradicionales, las flores inundan las calles y la jota es la banda sonora en cualquier esquina. Desde las vallas instaladas por los operarios municipales, la muchedumbre curiosa observa a los oferentes a su paso. La estampa es inconfundible.

El trayecto tradicional transcurre por todo el paseo de la Independencia, atraviesa la plaza de España y continúa por el Coso Alto, para después enfilar la calle de Alfonso I y, una vez en la plaza, girar para llegar a los pies de la Virgen. Ha sufrido pocos cambios a lo largo de su historia, pero sí que ha habido veces que ha tenido que modificarse por eficiencia o fuerza mayor. Para empezar, y como curiosidad, la primera Ofrenda de Flores de 1958 partió, de manera excepcional, de la plaza de Los Sitios.

«El recorrido ha ido creciendo debido a la cantidad de oferentes que participan», resume Javier Ramírez, que ha sido durante años jefe de producción de Zaragoza Cultural y se encargaba de organizar estas cuestiones. Explica que, al inicio, el mayor número de personas se concentraba en la plaza de Aragón «porque permite tener muchos grupos en espera sin generar problemas». Después fueron creando nuevas «puertas», como llaman a las diferentes salidas, en función de las circunstancias, por San Miguel o la calle de Cádiz, donde explica Ramírez que solo se permitía el paso hasta las 11.00 para evitar molestias a bares y demás establecimientos. «Nos venían bien esas salidas para que el público se concentrara ahí y se pudieran dar las horas con más flexibilidad y racionalización», indica.

Fue cuando se sumaron los participantes individuales que se incorporó también la calle de Don Jaime I. En ese momento se incorporaban desde ahí, pero conforme fueron creciendo en número el Ayuntamiento decidió también habilitar un nuevo acceso en Santa Engracia, que se mantiene actualmente con la misma configuración. También hay, explica, salidas «concretas», como la que hacen quienes forman parte de la Ofrenda Fluvial o la que siguen quienes portan la Cruz de Lorena, en este caso desde la trasera del Teatro Principal, y justo después el país invitado.

Han sido, en suma, cambios lógicos que han ido de la mano con el crecimiento exponencial que ha vivido la entrega de flores a la Virgen del Pilar. No obstante, hubo algunas modificaciones que fueron temporales y sobrevenidas por las circunstancias. Hubo que esperar 44 años, hasta 2002, para que una Ofrenda no pasara por primera vez por el paseo de la Independencia, ya que las obras de remodelación que se estaban llevando a cabo lo impidieron. En su lugar, aquel año partió de la Puerta del Carmen para recorrer la avenida de César Augusto y entrar desde el Coso a Alfonso I. La ruta volvió a cambiar de nuevo en 2011, en este caso, por la construcción de la línea 1 del tranvía la que provocó que se viviera una Ofrenda diferente. Aquella vez los oferentes tampoco pudieron recorrer la emblemática calle de Alfonso I, sino que partieron desde la plaza de San Miguel y continuaron por Don Jaime I.

«Siempre hemos sorteado las dificultades», recuerda Ramírez, que destaca también la edición de 2021 como una de las más atípicas. Las restricciones de la pandemia obligaron a que los oferentes salieran de la arboleda de Macanaz, por primera vez en la historia del otro lado del Ebro, y atravesaran el puente de Santiago en una procesión con distancia y el número de participantes reducido al mínimo.

Oferentes en César Augusto en 2002.
Oferentes en César Augusto en 2002.
Dune Solano

2002. El paseo Independencia queda fuera por primera vez

Hubo que esperar hasta la edición número 45 de la Ofrenda para que las circunstancias obligaran a hacer una modificación sustanciosa –y temporal, eso sí– en el recorrido. Fue en 2002 la primera vez que los participantes no bajaron por el paseo de la Independencia debido a las obras de remodelación a las que estaba siendo sometido, que le otorgaron el aspecto que tiene hoy en día. En su lugar, el recorrido partió del Puerta del Carmen y continúo por César Augusto, como se ve en la imagen, y el Coso para retomar la ruta habitual en Alfonso I.

Los participantes en la Ofrenda de 2011 en la plaza de San Miguel.
Los participantes en la Ofrenda de 2011 en la plaza de San Miguel.
Guillermo Mestre

2011. El nuevo tranvía obliga a partir de San Miguel

Tampoco pasaron los oferentes por el paseo de la Independencia el 12 de octubre de 2011. En este caso, porque por allí se estaban desarrollando los trabajos de construcción de la línea 1 del tranvía. En esa ocasión, el Ayuntamiento de Zaragoza optó por organizar una Ofrenda que salía de la plaza de San Miguel y continuaba por el Coso para acceder a la plaza por Don Jaime I. El gran cambio fue entonces que quedaba fuera la calle de Alfonso I, la más histórica y simbólica al quedar en medio el retablo de San Pablo ubicado en la fachada de la basílica.

La Ofrenda de 2021, a su paso por el puente de Santiago.
La Ofrenda de 2021, a su paso por el puente de Santiago.
Oliver Duch

2021. Al otro lado del Ebro por culpa de la pandemia

La edición más deslucida de la Ofrenda de Flores es la que se vivió hace dos años, aunque la pandemia no fue suficiente para impedir que 20.000 personas mostraran su pasión por la Virgen del Pilar. Fue una versión reducida y que partió, algo que tampoco había ocurrido nunca, del otro lado del Ebro. Fue en el parque de Macanaz donde se dieron cita los oferentes, que enfilaron un recorrido mucho más corto de lo habitual por el puente de Santiago y el paseo de Echegaray y Caballero, para entrar en la plaza por la calle de Florencio Jardiel.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión