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Desde tarot y posos de café a laboratorios de coctelería: experiencias en bares de Zaragoza

El sector de la hostelería agudiza el ingenio con propuestas novedosas para atraer a los clientes.

La siria Lina Munir echa las cartas del tarot, este viernes en su restaurante Samir Amis Lina en Zaragoza.
La siria Lina Munir echa las cartas del tarot, el pasado viernes en su restaurante Samir Amis Lina en Zaragoza.
H. A.

Es media mañana y la zaragozana Alba, de 53 años, es una de las personas que este pasado viernes esperaba su turno para ver a Lina Munir, dueña del bar Samir Amis de Zaragoza, mientras se tomaba un café. "Quiero saber si necesito hacer cambios en mi vida o no. Es muy buena; estuve varias veces hace años y acertó absolutamente todo. Desde pequeña me gusta el tarot; a veces me da información útil y otras, cribo datos por sentido común", comentaba.

Que a uno le echen las cartas del tarot mientras se toma un refrigerio se ha puesto de moda en ciudades como Madrid, donde cada vez son más los establecimientos hosteleros que utilizan este reclamo para atraer clientes. En la capital aragonesa no se puede hablar, de momento, de esta tendencia, pero la siria Munir Kanji lleva desde 1986 con el tarot, leyendo posos de café y ejerciendo de vidente entre los parroquianos. "Depende de lo que quiera la gente. Tengo fama de vidente; tengo un don. Miro los ojos de las personas y detrás veo una pantalla con imágenes. Por ejemplo, si me preguntan por su madre, yo la veo. Acuden por todo tipo de temas y yo les doy consejos; hago como de psicóloga", explicaba. Asimismo, informaba de que hasta la calle de Ávila (donde está ubicado el bar, en el que antes se servía comida típica siria) llegan personas de fuera de Aragón ("de Madrid, Barcelona, Sevilla...", enumera). La consulta, sin límite de tiempo, son 12 euros y la afluencia es diaria.

En cambio lo que proliferan últimamente en la ciudad son coctelerías y lugares de copas donde además de tomar una consumición se vive toda una experiencia, aportando un plus dentro de la oferta de hostelería zaragozana. Uno de estos establecimientos es el nuevo Moonlight, que abrirá sus puertas el próximo 4 de octubre junto a la plaza del Pilar. Detrás de este proyecto están Kase.O, Borja Insa y Cristian Palacio (de Gente Rara), tres "frikis" de la música, la coctelería y la gastronomía. Los tres desvelaban hace unos días a HERALDO que los cócteles que ofrecerán, además de beberse, se sentirán.

Asimismo, hablaron de una "evolución" conforme transcurra el tiempo y escuchen a los clientes. Y es que una de las partes de la coctelería es un laboratorio donde el público y estos tres profesionales prueben recetas en directo, sobre la marcha. Todo ello amenizado por la música que seleccionará el rapero zaragozano. "Queremos una coctelería con mensaje", destacaba Insa.

El mundo Harry Potter y el Londres de los años 20

Por otro lado, están de moda los establecimientos clandestinos, como el recién inaugurado Caldero Mágico. Cristián Blesa y Joshua Escribano son los directores del bar, en la que por 29,95 euros se puede disfrutar de tres cócteles. El lugar guarda cierta relación con el mundo Harry Potter: se accede con varita y es necesario vestir con capa en algunos espacios. Todo un espectáculo como plato fuerte de esta nueva coctelería. Abierto al público desde esta semana, se recomienda reservar, en su página web o a través de sus redes sociales, antes de acudir.

Mientras, adentrarse en el Calling Room -primer ‘speakeasy’ o bar clandestino de Zaragoza, inaugurado en 2021- es viajar al Londres de los años veinte del siglo pasado y a los tiempos de la Ley Seca. Teléfonos vintage decoran las paredes del establecimiento, cuyos dueños recorrieron durante meses mercadillos británicos para hacerse con muebles y decoración de la época. Solo se puede entrar con contraseña (una vez efectuada la reserva). "Haber vivido 13 años en Londres fue decisivo para lograr traer un pedazo de mi ciudad favorita a la capital aragonesa, y qué mejor que hacerlo de una forma original y distinta”, explicaba recintemente a este diario Esther Layo, una de sus propietarias.

Esta coctelería ha sido incluida este verano en la selección de ‘Descubrimientos’ de la prestigiosa guía Top Cocktail Bars. Resaltar que en el Calling Room uno puede tomar tanto un cóctel clásico como de autor y diariamente preparan sus propios siropes y sodas para lograr sabores "diferentes y elaborados". 

En el recuerdo quedan propuestas arriesgadas como la del Jonathan’s House, en Las Delicias, con terrarios con serpientes y otras especies de animales. "Tenía una pitón blanca preciosa y otra marrón con pintas negras, también bonita. Las tenía muy bien cuidadas y a veces les echaba conejos muertos y veías cómo se los comían y los iban digiriendo", rememora Kike, taxista de profesión, que en su juventud se acercaba a este bar de copas ya desaparecido. "Era una novedad. Decíamos: 'Vamos a ver animales'".

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