El bum del horóscopo: "Ahora nos lo preguntamos antes que el nombre"

El esoterismo vive una época dorada en un fenómeno que bascula entre la moda y cuestiones más profundas en momentos de incertidumbre.

El horóscopo está de moda entre los jóvenes.
El horóscopo está de moda entre los jóvenes.
Fiorella Balladares

"Ahora nos preguntamos antes el horóscopo que el nombre". Lo dice Fiorella Balladares, la ilustradora de este reportaje. Es escorpio, tiene 22 años y sus palabras dan idea de la renovada fuerza que los signos del zodiaco y el esoterismo en general, sobre todo el tarot, están alcanzado socialmente. Son los más jóvenes los que abanderan este reverdecer de una costumbre, la de consultar y guiarse por los astros, sin ninguna base científica y casi tan vieja como el hombre.

Amén de los vaivenes de las modas y del componente ‘magufo’, el hecho revela cuestiones más profundas, desde mecanismos básicos del comportamiento humano hasta otras que entroncan con el momento que atravesamos, más marcado de lo que pueda parecer por la pandemia y lleno de incertidumbre.

Si atendemos para empezar al plano exclusivamente psicológico, la rutina de mirar el horóscopo responde a lo que los profesionales catalogan dentro del Efecto Forer. Habla la psicóloga Ana Notivoli (una tauro): "Se trata del fenómeno que impulsa a la gente a sentirse identificada con una descripción que suele ser genérica". Lo mismo sucedería con el tarot o cualquier arte ‘adivinatoria’.

Si aplicamos este proceso mental a los jóvenes, Notivoli señala que son los que más "necesidad tienen de encontrar su sitio y quiénes son". Así, "la herramienta del horóscopo les proporciona de una forma muy sencilla y muy genérica la manera de encuadrarse, de determinar su personalidad y qué pueden esperar de ellos mismos y del otro. Como cuando te preguntabas si eras heavy o rapero". Al extrapolarlo a los veinteañeros de hoy, Notivoli aprecia algo más, porque están "mucho más cercados por la incertidumbre, respecto al futuro o al amor, con una pandemia a sus espaldas en la que las relaciones estuvieron muy paradas. Algunos lo intentan paliar así".

"Creo que a la gente joven nos fascina el horóscopo porque es un espacio de reflexión y para sentirnos identificados. Sabemos perfectamente que son definiciones muy genéricas, pero de alguna manera nos hacen pensar sobre determinados aspectos de nuestra personalidad, es un punto de partida para pensar sobre nosotros, nos da claves para sacar nuestras propias conclusiones. Creo que el horóscopo está de moda porque somos una generación que pensamos más en cómo nos sentimos", explica Isa Muguruza, ilustradora (ha lanzado unas cartas de tarot) con 139.000 seguidores en Instagram.

Del escepticismo a la mística

Beatriz del Molino es una aries de 25 años. Se acercó por primera vez a estos temas en su época universitaria, pero es desde hace tres años cuando empezó a comprarse libros, a "intentar averiguar más, no quedarme en la superficie". Determinó su carta astral (según la posición de los planetas de acuerdo al día, lugar y hora en la que se nace) en busca, dice, de un mayor conocimiento de sí misma, pero también de su posible compatibilidad con otros. "Antes era escéptica pero una amiga muy mística me dijo que si pequeñas cosas nos influyen como personas, cómo no van a hacerlo los astros, que son tan grandes. Me dio que pensar".

A Fiorella le parece que el gusto por el horóscopo "es algo más de mujeres". Una percepción que confirma Notivoli: "Suponen un 80% de la gente que se aficiona". Para Fiorella, ese sesgo femenino se debe a que "nosotras hemos abierto más el hueco a la espiritualidad". Cree que hay algo de postureo o moda, pero también que "la gente sabe más al respecto de lo que parece".

Conviene decir en este punto que ninguna se describe como religiosa. Tampoco Alicia Cabello (sagitario, 24 años). "Fui educada en la religión católica, no dudo de que haya algo ahí, no soy atea, sino agnóstica. Pero si tengo que creer en algo es en el universo. Las religiones tradicionales te hablan de lo que no puedes hacer y prefiero centrarme en lo contrario". "No soy religiosa pero sí que tengo este lado místico", matiza Del Molino. "Confío en el universo. No en el sentido de que si hay crisis en escorpio vaya a pasar tal o cual cosa sino en el de que cuando estás con una mentalidad positiva se lo regalas al universo y a ti misma". "Antes la gente iba a misa, ahora nos echamos las cartas", dice Isa Muguruza. Y añade: "Antiguamente también los filósofos se hacían preguntas mirando el cielo estrellado".

Para Fiorella, el horóscopo fue una forma de "encontrar un sentido bonito a la vida. A veces es un juego de autoestima".

Las relaciones

¿Y las relaciones? ¿Qué papel está jugando ahora mismo el horóscopo a la hora de establecerlas? "Para mí sí que tiene un componente social", explica Beatriz. "Me sirve para comprender la personalidad de otra persona". Antes de entrar en una relación "me gusta saber qué horóscopo es", señala. "No es en plan ‘como es escorpio ya no lo quiero’", sino "una manera de calibrar por dónde van los tiros, de confirmar según lo que vaya ocurriendo si es algo que debo tener en cuenta o por qué una relación va mal". "No es que todos los piscis sean malos y los aries, buenos. Cada uno parte de una base, pero luego te puedes trabajar. Es una guía".

Y también un juego. "A veces es divertido sin más", opina Beatriz. "Una manera de conocer a los demás". De romper el hielo. Antes era el ‘estudias o trabajas’, "pero ahora para los jóvenes eso es tan variable... Al final lo que tienes estable es tu horóscopo", piensa Alicia.

El peligro viene cuando el horóscopo cierra puertas. Notivoli: "Aunque no es general ni mucho menos, la gente que le da mucha credibilidad está condicionando sus relaciones. Y no solamente entre los jóvenes. Cuando no quieres conocer a alguien por el horóscopo es un signo bastante alarmante de que te vas a morir solo rodeado de gatos".

Libros y redes sociales

El mercado y las redes sociales, espejo de las tendencias, no son ajenos al bum del esoterismo. El mundo editorial es un ejemplo, en el que los últimos tiempos se han lanzado un buen número de libros, cuadernos ilustrados o ediciones especiales de cartas de tarot. Lo confirman en la librería zaragozana El Armadillo Ilustrado. "Desde hace como dos años observamos que tanto editoriales pequeñas como grandes, como Planeta, están sacando productos al respecto. Por ejemplo, unas cartas de tarot ilustradas por Ricardo Cavolo o Ana Juan".

"El horóscopo se ha modernizado mucho, sobre todo en las redes sociales, están llenas de memes", apunta Ana Notivoli.

"Sin perder el punto profundo, también hay diversión, nos reímos un montón", añade Isa Muguruza, quien también destaca el componente gráfico del asunto: "Está muy de moda». "Tú ves una ilustración mía con fondos estrellados y parece muy psicodélico, pero conecta con los antiguos, es algo que siempre ha estado en el arte".

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