Juicio por asesinato en Zaragoza: "El ataque a Cristina fue sorpresivo y por la espalda"

El jefe del Grupo de Homicidios desmonta la versión del acusado de que fue la víctima la que lo atacó a él por celos. 

Aragón. Audiencia Provincial Zaragoza. Juicio Adil Lazizi asesinato Cristina G. L. calle Alegría del barrio San José / 13-09-2023 / FOTO: GUILLERMO MESTRE[[[FOTOGRAFOS]]]
Aragón. Audiencia Provincial Zaragoza. Juicio Adil Lazizi asesinato Cristina G. L. calle Alegría del barrio San José / 13-09-2023 / FOTO: GUILLERMO MESTRE[[[FOTOGRAFOS]]]
Guillermo Mestre

Los ocho hombres y una mujer que componen el jurado que decidirá si Adil Lazizi, de 47 años, es culpable de asesinato, homicidio o si actuó en defensa propia no olvidarán en mucho tiempo las imágenes de los últimos minutos con vida de Cristina G. L. el 30 de mayo de 2022. Fueron tomadas por un vecino de la calle Alegría que, como explicó este miércoles durante el juicio, las grabó por su propia seguridad y porque podían constituir una importante prueba en el caso, como así ha sido. "Cuando cogí el móvil me lo pregunté a mí mismo y pensé que si me pasaba algo por lo menos quedaría grabado", relató.

La decisión la tomó después de haber oído unos gritos desgarradores de una mujer pidiendo socorro en el rellano del primer piso y de cruzarse con una vecina que le había dicho que se había asomado y había visto a una chica en el suelo, en un charco de sangre, unas manos arrastrándola y un cuchillo clavado.

"Esos gritos no se me olvidarán nunca", señaló el testigo varias veces. Eran casi las diez de la noche, acababa de llegar a su casa, se había puesto ropa cómoda y se disponía a fregar unos platos cuando sintió la puerta de la entrada del edificio cerrándose de golpe, como siempre, un fuerte ruido que los vecinos tienen muy identificado. Segundos después comenzaron los gritos de mujer pidiendo auxilio.

"Me llamó poderosamente la atención que solo oía una sola voz. No discusión, ni pelea. Nada. Bajé el primer tramo de escaleras, me encontré a mi vecina y los gritos iban a más. Subí de nuevo a mi casa mientras llamaba al 091 y desde arriba grité que la Policía estaba de camino, para disuadir al agresor. Mientras bajaba y grababa oí la puerta del portal y a Cristina aterrorizada y llorando decir: "Ya se ha ido, ya se ha ido, por favor, por favor". "Me acerqué a ella, estaba bocabajo, tendida en un charco de sangre, con la mochila puesta y una gran herida en el costado. Le pregunté quién había sido y señaló la puerta del vecino diciendo ‘‘ese de ahí’’".

El joven intentó darle el último consuelo mientras la joven se quejaba de dolor y decía que no podía respirar. "Tranquila, tranquila, que ya viene la policía", se oye en el vídeo. Pero cuando llegó Cristina, de 33 años, ya había fallecido.

Los policías se encontraron en la calle con Adil, que caminaba tapándose con trapos y un guante una herida en el costado por la que sangraba. Le hicieron sentarse en el suelo y se dirigió a ellos diciéndoles: "Tenéis dos minutos para salvarme porque me muero, me han matado".

"Grábame que te voy a contar lo que me ha pasado", le pidió a un agente. Este sacó su móvil y lo hizo mientras Adil Azizi –asesino convicto fugado de prisión por haber matado a otra mujer como Cristina en 2001–, le contaba que había apuñalado a su vecina porque tenía "rollos" con ella y quería que dejase a su mujer para estar solo con él. Añadía que la vecina había ido a buscarle a casa y, en el momento en que le abrió la puerta, lo había acuchillado. Y, que claro, él había tenido que defenderse: "Por supuesto, la he apuñalado con dos cojones", fue el colofón a su relato.

El jurado escuchó también al inspector jefe del Grupo de Homicidios, cuyo testimonio fue muy esclarecedor. El policía detalló que, por los abundantes vestigios de sangre que encontraron en la escena del crimen, pudieron concluir que el ataque a la víctima fue "espontáneo" y "sorpresivo". El inicio lo sitúan en el momento en que Cristina G. L., estaba abriendo la puerta de su casa, cargada con una bolsa con túpers con comida para cenar que le acababa de dar una pareja amiga  y con una pequeña mochila a la espalda.

Un amigo con el que había estado visitando a esa pareja para conocer a su bebé declaró que llevó a Cristina a casa y la dejó a las 21.43 en la esquina de la calle. A las 21.51 su amiga estaba muerta, desangrada.

El inspector explicó que el agresor atacó a la mujer fue por detrás y con la violencia desatada introdujo a la joven dentro de la casa, donde le asestó las 16 cuchilladas con un cuchillo de su propiedad de 20 centímetros de hoja. Dentro hubo una lucha en la que él perdió las llaves, su gorra y un trozo de los guantes de fregar que llevaba puestos. 

La Policía descarta cualquier relación entre acusado y víctima, al igual que hicieron sus padres, hermanos y amigos íntimos que declararo n en el juicio. Describieron a Cristina como una chica alegre, que se hacía querer por todo el mundo. Incidieron en que en ese momento no tenía relación alguna, siempre había salido con chicos de su edad y de su entorno familiar y de amistad  y que Adil Lazizi, a quien no había mencionado en su vida. no era en absoluto su prototipo de hombre. 

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