El TSJA revoca una condena de abuso sexual a una menor por dudas sobre su consentimiento

La Audiencia impuso al acusado 4 años y medio de cárcel por unos hechos ocurridos en una peña en Borja en 2022.

Un momento del juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial de Zaragoza
Un momento del juicio celebrado en mayo en la Audiencia Provincial de Zaragoza
Rubén Losada

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) acaba de revocar la condena de cuatro años y medio de prisión que la Audiencia Provincial de Zaragoza impuso en mayo a Andrés R. C. por abusar sexualmente de una menor en Borja.

La sentencia razonaba que el acusado se había aprovechado de que la chica, entonces de 16 años, iba influenciada por el consumo de alcohol y pastillas y no estaba en condiciones de dar su consentimiento a una relación sexual. Ahora, con los mismos hechos, los magistrados del TSJA llegan a una conclusión diferente: mantienen que la Audiencia no valoró bien las pruebas, que considera "insuficientes" para afirmar que el acusado cometió el delito, y señalan que tienen una "duda razonable" sobre si la joven prestó o no su consentimiento. Por esa razón, absuelven al acusado.

El presunto abuso se cometió en una peña de Borja en enero de 2022. La chica estaba en tratamiento por trastorno adaptativo con lorazepam, sertralina y quetiapina. Antes de salir de casa con amigas se tomó un número indeterminado de pastillas, en dosis no superior a la terapéutica. 

Cuando estaban en un bar, se juntó con el acusado, con el que tenía cierto grado de amistad, y con un menor de edad, al que también conocía. Mientras tomaba unas cervezas con ellos enseñó a Andrés R. C. un blíster de pastillas y le dijo que se encontraba "mal y mareada". Tras ello, el acusado y el menor invitaron a la joven ir juntos a una peña cercana, a lo que accedió de forma voluntaria. 

La chica propuso a sus amigas acompañarla y estas contestaron que, si acaso, irían más tarde. Y en ese momento, según el tribunal, el menor o el acusado comentaron la posibilidad de "irse de putas" o "hacer un trío". Cuando llegaron a la peña y sin encender las luces le hicieron la mencionada propuesta, "a lo que ella no se negó", dice el TSJA, y el adulto, de 27 años, se bajó los pantalones y ella le hizo una felación. Luego se marchó y dejó allí a los dos menores.

Conciencia alterada

Para el tribunal, "no consta acreditado" que en ese momento la denunciante, por la ingestión de pastillas, tuviera alterada su capacidad de comprender o querer. Los análisis de sangre practicados después revelaron cantidades de tranquilizantes "terapéuticas" y no se encontró alcohol en sangre.

El TSJA subraya que no hay discusión sobre que existió una relación sexual y que la "controversia" surge, por tanto, respecto del consentimiento, ya que, mientras Andrés R. C. afirma que fue aceptada, la joven lo niega, aunque accedió porque se sintió "cohibida por las circunstancias". Durante el juicio en la Audiencia se pudo escuchar un angustioso audio que la chica envió a sus amigas para contarles lo que le había pasado, en el que se culpaba constantemente y se reprochaba haber confiado en los dos varones y no haber podido actuar por miedo.

La sentencia recoge que el procesado alegó que la víctima no expresó esa falta de consentimiento y "sus actos exteriores podían llevar a pensar a la existencia del mismo". El hombre negó que la víctima estuviese dormida o sin conciencia.

Los magistrados discrepan en que ese consentimiento estuviese «viciado» por el consumo de pastillas y alcohol y por estar a solas con dos varones en un local oscuro. A su juicio, la falta de alcohol en sangre y los restos de ansiolíticos y tranquilizantes en dosis "terapéuticas" no implican por si solos una pérdida de conciencia. Añaden que la adolescente fue "voluntariamente" a un "lugar conocido por todos", después de que las amigas se negasen y el acusado mencionara la posibilidad de hacer un trío.

Igualmente, indican que no puede olvidarse que si bien ha mantenido durante todo el proceso que ella "no quería", también «reconoció en su momento» que no se opuso a las prácticas sexuales, por lo que tienen una "duda razonable" sobre el consentimiento y absuelven al acusado, como solicitaba su abogado, Alejandro Sarasa.

El chico de 16 años que se quedó con la adolescente en la peña fue juzgado y condenado en la jurisdicción de menores por un delito de abusos sexuales continuados a dos años de internamiento en régimen semiabierto y otro de libertad vigilada.

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