tribunales

Un maltratador y su madre se juegan 12 años de cárcel por 'secuestrar' y vejar a una mujer en Zaragoza

La acusada amenazó con un cuchillo a la víctima, expareja de su hijo, para impedir que saliera del piso donde fue agredida y retenida durante 15 horas.

Coche patrulla de la Policía Nacional en una imagen de archivo.
Coche patrulla de la Policía Nacional en una imagen de archivo.
POLICÍA NACIONAL

La Audiencia de Zaragoza juzgará el próximo mes de septiembre a un maltratador reincidente por los hechos ocurridos el pasado 1 de mayo, cuando quebrantó la orden de alejamiento que le impedía aproximarse a su expareja y la obligó a subir a su vivienda, donde presuntamente la retuvo contra su voluntad durante casi 15 horas. Durante ese tiempo, el acusado insultó, agredió y vejó a la mujer, llegando a dejarla desnuda y arrojar toda su ropa y sus pertenencias por el balcón. La Fiscalía pide para él cinco años de    prisión, pero la acusación particular, a cargo de la letrada Cristina Martínez, ha propuesto que la pena sea de siete años.

Pedro Byron Francisco M. P., para el que se decretó prisión provisional por estos hechos, no estará solo en el banquillo de los acusados, ya que junto a él se sentará su madre, María Ramona P.E. Y lo hará porque, según el Ministerio Público, ella le ayudó a impedir que la víctima huyera del piso donde estaba retenida. Lo hizo amenazándola con un cuchillo, motivo por que el que ahora la Fiscalía la acusa de un delito de detención ilegal y exige una condena de 3 años de cárcel. La acusación particular, a cargo de la letrada Cristina Martínez, le atribuye también un delito de amenazas y eleva la petición de prisión a cinco años.

El encausado ya fue condenado en enero de 2022 por maltratar a esta misma mujer, razón por la que ambas acusaciones exigen que en esta nueva vista se le aplique la agravante de reincidencia. Por entonces se le impuso también la prohibición de contactar con su expareja o aproximarse a menos de 200 metros de ella. Pero poco le importó la orden de alejamiento, ya que sobre las 11.00 del pasado 1 de mayo se acercó al bar donde sabía que estaba la joven y le pidió que le acompañara a su casa. Según declaró ella durante la fase de instrucción, en un primer momento se negó. Sin embargo, la letrada de la denunciante asegura que, gracias a la «insistencia y manipulación afectiva» ejercida por el acusado, este logró finalmente su propósito.

Una vez en el portal del edificio donde residía, ubicado en la calle Tarragona del barrio de LasDelicias, el maltratador agarró con violencia del brazo a su excompañera sentimental y la obligó a subir a su domicilio, donde se encontraba también la madre del hombre.

Según la versión de la víctima, Pedro Byron Francisco M. P. metió a su ex en un dormitorio y empezó a recriminarle que hablara con sus amigos, llamándola «guarra» y diciéndole que le daba «asco». Después empezaron las vejaciones: primero arrojándole una cerveza por encima y acto seguido, arrancándole la camiseta. Al parecer, después practicaron sexo, lo que supuestamente él aprovechó para volver a humillarla, diciéndole que estaba pensando en otra persona.

Un vecino avisó a la Policía

La denunciante tiene diagnosticada una enfermedad que le obliga a recibir medicación, lo que combinado con la ingesta de alcohol y otras sustancias podría    haber disminuido «plenamente» las capacidades de la mujer. Así lo entiende su abogada, quien asegura que el acusado también escupió y pateó a su clienta. Al parecer, cuando esta intentó salir de la habitación, María Ramona P.E. empuñó un cuchillo para amedrentarla. A continuación, el maltratador habría tirado las pertenencias de la joven al patio interior del edificio.

Al verse desnuda y sin posibilidad de escapar, la mujer reaccionó arrojando el teléfono móvil de su ex por la ventana. Y aquella decisión la salvó, ya que un vecino sospechó entonces que algo estaba pasando, subió al piso y al escuchar que la vícitma pedía auxilio avisó a la Policía. Varias patrullas se presentaron poco después en la vivienda y procedieron a la detención tanto del varón como de su madre, a los que ahora juzgará la Audiencia.

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