Arquitectura
Algunas joyas ocultas más fotogénicas de la arquitectura de Zaragoza
Más allá del Pilar, hay edificios en la capital aragonesa muy 'instagrameables'.
Mañana del 23 de agosto de 2023. Un grupo de turistas presencia la grandeza de la Basílica del Pilar bajo un sol de justicia. Su envidiable arquitectura e historia copa el foco de todas las fotografías. Pero Zaragoza es mucho más que este monumento. Algunos edificios de la capital aragonesa pueden ser la postal perfecta para una ‘story’ o una publicación de Instagram, y así lo constatan diversos arquitectos, que son capaces de detectar joyas ocultas más que fotogénicas.
Hay algunos tesoros ocultos o desconocidos, y otros no tanto. Sin ir más lejos, junto al Ebro se erigen todas las estructuras que diseñó Zaragoza con motivo de la Expo 2008. Entre varios edificios singulares, el que más llama la atención de arquitectos y urbanistas es el Pabellón de España, reconocido por varias revistas especializadas. Cuando se hizo este edificio, el arquitecto Francisco Mangado quiso reproducir el espacio de un bosque o de un conjunto de bambúes sobre una superficie de agua. El pabellón está sobre una superficie de agua, como un denso entramado de 750 pilares en el que se excavan los vacíos que conforman los espacios expositivos.
![Expo Zaragoza 2008. Edificios en desuso 14 años después de la exposición internacional. Pabellón de España Autor: GALÁN, TONI Fecha: 12/06/2022 Propietario: Colaboradores Aragón Id: 2022-1833546 [[[HA ARCHIVO]]]](https://imagenes.heraldo.es/files/image_640_auto/files/fp/uploads/imagenes/2023/06/13/expo-zaragoza-2008-edificios-en-desuso-14-anos-despues-de-la-exposicion-internacional-pabellon-de-espana-autor-galan-toni-fecha-12-06-2022-propietario-colaboradores-aragon-id-2022-1833546-ha-archivo.r_d.960-640.jpeg)
En el siglo XIII se construyó, junto a la Catedral del Salvador (La Seo), la Casa del Deán. El propio Deán del Cabildo fue quien quiso levantar en 1293 un arco-pasadizo para unir su nueva residencia con la catedral. A finales del siglo XVI, se llevaron a cabo las obras de reforma que configuran el estado actual de este bonito rincón, se cerró la lonja y sobre el arco se abrieron dos ventanales y en su decoración se utilizan motivos mudéjares y platerescos que caracterizan muchas construcciones de la capital aragonesa. Otro de los rincones en los que merece la pena hacerse una foto artística.
Además de otros lugares también conocidos por todos como el Paraninfo, el Museo Pablo Serrano o el CaixaForum, destacan otros un poco más remotos como el Palacio Larrinaga. Este suntuoso palacio neorrenacentista, de tres pisos y planta cuadrada, fue diseñado por el arquitecto Félix Navarro, que también creó el Mercado Central, otro de los lugares más fotogénicos de Zaragoza. Se realizó por orden del naviero bilbaíno Miguel Larrinaga en honor de su esposa Isabel Clavero, nacida en Albalate del Arzobispo, entre 1900 y 1918. Esta delicia de obra arquitectónica, situada cerca del pabellón Príncipe Felipe, se ejecuró gracias al naviero bilbaíno Miguel Larrinaga en honor de su esposa Isabel Clavero, nacida en Albalate del Arzobispo, entre 1900 y 1918.
Casas señoriales
A los lugareños, estos rincones que hemos mencionado no les sorprenderán. Son conocidos por todos por su belleza. Pero hay otros lugares, especialmente casas señoriales, que captarán la atención de más de uno que pasee por Zaragoza y que son dignas de fotografiar. Una de las joyas ‘ocultas’ más conocidas está en avenida de Cataluña y es la Casa Solans. Este inmueble, muy llamativo, es propiedad del matrimonio Solans-Asín, dedicado a la industria harinera y cuya fábrica se situaba en los alrededores. Lo que más destaca es su cuidada decoración de cerámica vidriada, que combina motivos de estética modernista e historicista muy de moda en aquella época. Fue escenario de las fiestas de la burguesía zaragozana de los años 20.
En el centro de la capital aragonesa se concentra lo más ‘instagrameable’. Especialmente, en el paseo de Sagasta, donde hay un goteo de edificios que pueden dar mucho juego para un contrapicado. A la altura del portal 76, nuevamente el arquitecto Félix Navarro diseñó un bloque para un artista aragonés, Carlos Palao. Su tendencia modernista no dejará a ningún transeúnte indiferente. A la altura 11 de esta misma vía, la burguesía zaragozana también se representa en la Casa Juncosa, una obra de José de Yarza Echenique, “con una exuberante decoración floral, ejecutada en piedra labrada y en hierro forjado”, se recoge en la página Zaragozaguia.com.
De este mismo estilo hay varias joyas fotogénicas en el centro de la ciudad. También en Sagasta, la Casa de Manuel López Florez compone un plano que puede conseguir algún que otro ‘like’ en Instagram. En la calle de Alfonso I, más a la vista, se presenta un edificio monumental que resalta sobre el resto: la Casa Molins, una de las casas en las que vivió Francisco de Goya. Destaca, asimismo, el edificio situado en la calle del Refugio, a la altura del número 6, con una bella y llamativa fachada.
Mención merece también la sede de la Caja Rural de Aragón, en el Coso, cuyos espejos que reflejan y reforman la calle pueden dar lugar a fotos únicas. La belleza se mantiene en el interior de sus salas, ya que posee artesonados del siglo XVI, del antiguo palacio de Juan de Coloma, y antes de ser reformado y decorado con arquitectura modernista, acogió en su seno la fundación de la Cámara de Comercio de Zaragoza, en 1886.
