zaragoza en agosto
"Desde que vimos un mamut irse de fiesta con Peter Pan supimos que teníamos que tomar vacaciones"
Cientos de carteles cuelgan de las puertas de todo tipo de establecimientos de Zaragoza avisando de que están cerrados estos días de agosto. Los hay realmente originales.
El suelo echa fuego, sobran sitios para aparcar y de la mayoría de los establecimientos cuelga el cartel de "cerrado por vacaciones". En Zaragoza apenas queda vida en los días centrales de agosto. La estampida a la playa, la montaña y los pueblos en fiestas es evidente. Incluso cafés centenarios que pocas veces dejan de dar servicio lo hacen coincidiendo con el puente de la Virgen de Agosto. Es el caso del Café de Levante, coetáneo de HERALDO DE ARAGÓN, pues abrió también sus puertas por primera vez en 1895. "Cerrado por vacaciones del 12 al 20 de agosto. (ambos inclusive)", reza en la puerta el aviso, mecido este domingo a mediodía por un ligero viento de bochorno:
Algunos le echan imaginación para expresar la necesidad de cogerse unos días de descanso. Es el caso del siguiente cartel que han dejado en la puerta quienes regentan el bar "El 'caza' en La Mayor", en la calle del mismo nombre del Casco Histórico de la capital aragonesa:
"Desde que vimos un mamut irse con Peter Pan de fiesta y un corcho volar como un ancla acompañado de una bruja con dientes rosas, supimos que teníamos que tomar VACACIONES. Volveremos el jueves 24/8".
Cafeterías, tiendas de moda, peluquerías, ferreterías... pocos negocios escapan a la tendencia al cierre durante dos semanas de agosto, entre el 5 y el 20 mayoritariamente, dado que apenas quedan clientes en la capital aragonesa. Del desierto del centro de la ciudad dan medida las fotos que acompañan este reportaje:
Por si fuera poco, la ola de calor que afecta desde el pasado miércoles, 9 de agosto, a ciudades como Zaragoza y que todavía se dejaba sentir este domingo, empujan a quienes pueden hacerlo a escapar del asfalto en pos de lugares más frescos.
Quienes se quedan buscan remojarse en la piscina municipal, más barata durante los días de calor extremo, y los escasos turistas que pululan a las horas centrales del día buscan una cafetería con aire acondicionado abierta como beduinos que anhelan el oasis en pleno desierto. Eso sí, sin olvidar que no deben remojar sus pies en las fuentes si no quieren acabar pagando una multa de 500 euros...
