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Pasión por los 'tattoos' en Zaragoza: "El premio preferido de un adolescente es un tatuaje"

Proliferan los estudios de tatuadores en la ciudad, aunque solo los mejores sobreviven. El Consejo de Ministros acaba de aprobar la creación de un título de FP independiente de tatuaje y 'piercing'.

Innards tatuando al joven Nerhu Gómez, este jueves en estudio TattoJulian, en paseo de la Constitución en Zaragoza.
Innards tatuando al joven Nerhu Gómez, este jueves en el estudio TattoJulián, en el paseo de la Constitución en Zaragoza.
Oliver Duch

Acaba de nacer su cuarto nieto y, a penas 24 horas después, Gabriela ya lleva tatuada en uno de sus tobillos la M del pequeño Martín. "A este paso me van a llegar a la rodilla. Lo que no hacen las madres lo hago yo; todo sea por la ilusión de los nietos", dice con una sonrisa mientras Chechu, del estudio TattooJulián de Zaragoza y autor del tatuaje, comenta: "Es una abuela molona".

El argentino Julián Arias, dueño del centro (abierto en 2006) y tatuador profesional desde los 18 años, recuerda que cuando llegó a la capital aragonesa era normal escuchar que los 'tattoos' eran cosa de legionarios y expresidiarios. "No estaban bien vistos. Ahora, en cambio, no hay tabús; es una maravilla. Aquí viene gente muy joven y personas de más de 60 años. Se empiezan a tatuar sitios poco visibles y poco a poco van perdiendo el miedo y van ampliando zonas (del cuerpo)", cuenta.

Para el veinteañero Nerhu Gómez, es el primero. Ha elegido tatuarse (en un brazo) una imagen de la Virgen María en recuerdo a su abuela fallecida. "Siempre he pensado hacerme algo y desde que murió me dije: ¿por qué no lo hago? Lleva una rosa, un rosario y su nombre. Era muy católica", observa al tiempo que la tatuadora Innards comienza el trabajo. Por lo general, los clientes acuden al estudio con una idea fija, aunque la mayoría de las veces es irrealizable, tal y como señala Arias. "El tatuaje es la única profesión en el que el cliente no siempre tiene la razón", subraya. También señala que les solicitan mucho 'fine line', es decir, dibujos discretos de líneas muy finas. "Al final, terminan con el brazo lleno de pegotitos; lo que yo llamo 'efecto nevera llena de imanes'. A mí me gusta más un tatuaje grande y guapo", sostiene. Hay que indicar que cada uno de los ocho tatuadores del estudio tienen su propio estilo.

Asimismo, Julián destaca que hay padres que regalan a sus hijos adolescentes tatuajes (pequeños) por sus cumpleaños o a modo de recompensa por sus buenas notas durante el curso. "El premio preferido de un adolescente es un tatuaje", afirma. Precisamente, Rebeca San Juan ha acompañado este jueves a su hijo Noah, de 16 años, a hacerse su segundo 'tattoo': una especie de rama de olivo rodeando el brazo en blanco y negro. "Mis dos hijos pidieron para sus cumpleaños sus primeros tatuajes. Dije que sí si venían aquí porque Julián es amigo mío. Y, ahora, este segundo es porque Noah ha aprobado todo. Seguro que cuando se lo vea su hermano quiera también otro", comenta.

Según la Unión Nacional de Tatuadores y Anilladores Profesionales, en España hay en la actualidad un crecimiento de estudios siendo más la oferta que la demanda. "No hay piel para tanto tatuaje. Eso es debido a la crisis económica o que ha reventado el mercado. También hay mucha gente ilegal tatuando, que lo hace en casa o alquila cabinas", apunta su secretario, Fidel Prieto.

De izquierda a derecha, Innards, Lola Penas, Julián Arias, Chechu, Rafa Guzmán y Vita, del estudio TattooJulian en Zaragoza.
De izquierda a derecha, Innards, Lola Penas, Julián Arias, Chechu, Rafa Guzmán y Vita, del estudio TattooJulián en Zaragoza.
Oliver Duch

En Zaragoza el sector también coincide en la proliferación de nuevos estudios; otra cosa es que logren mantenerse en el mercado. "Conforme abren se cierran. Sobrevive el que sale de otro estudio más reputado, si no es así no duran más de dos años y en algunos casos ni eso. Hay que valer para tener tu nombre en la fachada de un establecimiento", afirma categórico Julián Arias, que resalta que Zaragoza es una de las capitales del tatuaje europeo. "Hay artistazos. Si triunfas aquí es que vales de verdad; el público es duro de roer", advierte.

El perjuicio de la competencia desleal

Por su parte, el tatuador Mauricio Noguera, de Blessed Tattoo (en Espoz y Mina), habla de "bastante" intrusismo que daña la profesión y tira los precios. "Gente que no tiene calidad, que trabaja en casa y es competencia desleal. Además, cada día abren más estudios y no creo que sea bueno. Al final, el mercado se va a regular solo y  los que llevamos años vamos a seguir teniendo trabajo", dice.

La tatuadora Abbyss, de Daytona Tattoo (Perpetuo Socorro), asegura que el sector genera "mucho dinero", pero también mucho gasto si se hace bien. "Es difícil mantenerse. Se tatúa mucho la gente y hay una misma tarta para repartir entre muchos. En cambio, la competencia desleal lo hace en casa, no es autónomo, ni cumple las miles de cosas que se nos exige a nosotros. Si lo haces ilegal te puedes forrar", critica. Esta profesional defiende que la profesión debería de estar más regulada. "A mí me ocurre muchísimo que tengo que arreglar o cubrir tatuajes de otras personas. Deberían de tener mayor conocimiento y experiencia más allá que tener el título de higiénico sanitario", comenta.

"Sobrevive el que sale de otro estudio más reputado. Hay que valer para tener tu nombre en la fachada de un establecimiento" 
"Hay gente que no tiene calidad y trabaja en casa. Es competencia desleal que daña la profesión"
"Muchísimas veces tengo que arreglar o cubrir tatuajes hechos por otras personas" 

A finales de junio, el Consejo de Ministros aprobó la creación de 30 nuevas cualificaciones profesionales vinculadas a sectores estratégicos, entre las que figura una FP independiente de tatuaje y perforación corporal ('piercing'). El objetivo del Gobierno es garantizar una Formación Profesional "conectada con la realidad laboral". La Unión Nacional de Tatuadores y Anilladores Profesionales ha colaborado con el Ministerio de Educación y FP de cara a profesionalizar el oficio. "Hay que mover fichar para su regulación. Las comunidades autónomas tendrían que recoger en sus legislaciones (sobre el sector) la formación puesta a disposición por el Ministerio. Es más profesional tener una FP de tatuaje", reclama Fidel Prieto. 

No obstante, no todos en el sector comparten esa visión de la profesión. Por ejemplo, Mauricio Noguera no cree que una FP sea necesaria ni positivo. Defiende el aprendizaje desde abajo y poco a poco. "Yo empecé de aprendiz de estudio y cualquiera no puede tatuar. ¿Quién te va a enseñar desde el punto de vista artístico? Un tatuador bueno no se va a poner a dar clase", subraya.

En la misma línea, Julián Arias aboga por el aprendizaje tradicional. "Lo mejor es ir a un estudio y mamar el arte del tatuaje 'in situ'. Cuando yo empecé era difícil acceder al conocimiento básico y fui saltando de estudio en estudio; me apasionó descubrir que no era fácil. La solución no es hacer una FP", sostiene.

Mientras, Bita -técnico en eliminación de tatuajes por láser en TattooJulián- señala que el mundo de tatuaje está en un "limbo" a nivel de formación. "No hay una escuela y sí muchos estudios de tatuajes que tienen autorización para dar cursos; para ellos, es un extra económico", indica. En cuanto a su trabajo, atiende a muchas personas con 'tattoos' viejos o mal hechos. "O se los quitan o se hacen un 'cover', es decir, se lo tapan con otro nuevo y más bonito. Un tatuador bueno está en un estudio", concluye.

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