El tatuaje: del rito y la marginalidad al arte y lo convencional
El Caixaforum de Zaragoza programa una exposición que resultará muy popular, tanto que apela en primera persona a ese 15% de la población española que -se calcula- tiene tatuado su cuerpo; en el caso de los jóvenes, uno de cada tres.
‘Tattoo. Arte bajo la piel’ va a poder visitarse hasta el 5 de marzo del próximo año y contiene casi 250 piezas entre fotografías, dibujos, pinturas, libros, audiovisuales y diversos objetos como herramientas, máscaras o sellos. Veinte modelos de silicona, representando distintas partes del cuerpo, han sido tatuados expresamente para esta exposición por reconocidos especialistas internacionales.
Con todo este material se quiere ofrecer en el Caixaforum de Zaragoza una aproximación al sentido antropológico del tatuaje, a cuál ha sido su desarrollo en distintas partes del mundo y en distintas épocas: desde el rito y la decoración personal a partir de tiempos prehistóricos, extendiéndose de la mano de los viajeros y los marinos o con artistas itinerantes, otras veces transmitiéndose de forma clandestina, pasando por fenómenos como su espectacularización en los circos, también por su marca de marginalidad y de contracultura, para concluir destacando su carácter actual de fenómeno mundial y, sobre todo, su valor estético.
Hay cinco ámbitos en la muestra: una introducción global; el que hace hincapié en su expansión por Japón, América del Norte y Europa; otro centrado en Nueva Zelanda, Samoa, Polinesia, Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia; un cuarto espacio donde se trata la estética chicana y su tránsito desde las cárceles californianas a los barrios marginales, y, finalmente, el que se dedica al momento actual.
La exposición se acompaña por un catálogo y durante su estancia en Zaragoza se ofrecerán visitas guiadas, incluidas unas que buscarán específicamente el diálogo intergeneracional reuniendo a personas de distintas edades. Habrá un ciclo de conferencias y mesas redondas en enero y febrero, coordinado por Clara Peñalver, tratando el fenómeno desde del punto de vista del arte, la espiritualidad, la ciencia, la moda o la salud mental. Y se celebrará una ‘Noche del tatuaje’, el 3 de febrero, con exhibiciones en vivo, conciertos y charlas.
‘Tattoo. Arte bajo la piel’ es una producción del parisiense Musée du Quai Branly y la Fundación la Caixa y lleva girando desde 2014, habiéndose visto en París, Moscú, Toronto, Chicago, Los Ángeles… o, en España, Barcelona y Madrid. Ha sido presentada hoy en la capital aragonesa por la responsable de exposiciones de dicha fundación, Isabel Salgado; el director del Caixaforum local, Ricardo Alfós, y la comisaria de la muestra, Anne Richard, fundadora de la revista ‘Hey! Modern Art & Pop Culture’.
Anne Richard ha insistido en que el gran valor de esta exhibición y su originalidad son incidir en el valor estético del tatuaje (ya había habido aproximaciones antropológicas o filosóficas desde otros museos), en «cómo se ha tratado en toda la humanidad, y en distintas épocas, como arte». Hasta llegar al momento actual, «la edad de oro, de extraordinario dinamismo», también de sincretismo, en el que «las jóvenes generaciones se han apropiado de una práctica ancestral para hacer un nuevo arte».
Richard ha destacado el entusiasmo y el buen oficio de los tatuadores españoles. Y ha expresado su convencimiento de que, aunque tatuarse haya entrado en el terreno de lo convencional, al menos en Occidente, va a seguir evolucionando con nuevas formas expresivas gracias a la fuerza que le da su ligazón a las culturas alternativas.
Entre las piezas expuestas hay algunas históricas como un antecedente de las máquinas de tatuar actuales desarrollado por Thomas Edison o el baúl de un tatuador ambulante, además de utensilios decimonónicos de África, Asia, América y Oceanía. Del año 2020, un diseño de tatuaje de una pierna –plasmado en uno de esos moldes de silicona– realizado por la española Laura Juan a propósito de la pandemia.
