caos en la ciudad tras una tormenta de lluvia y granizo

Una tromba histórica colapsa Zaragoza

Los Bomberos rescatan a 10 personas en la Z-30, donde un mar de agua arrastró decenas de coches.

Los efectos de la gran tormenta en Zaragoza en el Tercer Cinturón: vehículos amontonados tras haber sido desplazados por el agua.
Los efectos de la gran tormenta en Zaragoza en el Tercer Cinturón: vehículos amontonados tras haber sido desplazados por el agua.
Francisco Jiménez

La tormenta histórica que descargó ayer sobre las seis de la tarde en Zaragoza sumió a la ciudad en un auténtico caos y dejó escenas realmente dramáticas en el barrio de Parque Venecia, donde el Tercer Cinturón (Z-30) se convirtió en un mar de agua que arrastró decenas de vehículos y obligó a algunos de sus ocupantes a encaramarse al techo o a sujetarse a los árboles para intentar ponerse a salvo. Al cierre de esta edición, los Bomberos habían rescatado a una decena de personas -seis fueron trasladas a distintos hospitales pero no revestían gravedad- pero seguían trabajando en la zona con buzos y vehículos especiales para asegurarse de que no había más víctimas.

Según fuentes del operativo de salvamento, a última hora de la noche se trabajaba también en las instalaciones del supermercado de la cadena Lidl ubicado a la entrada de Parque Vanecia, junto al cuartel de la Policía Local, para comprobar si había alguien atrapado en los ascensores. El agua inundó por completo el establecimiento y se temía que algún cliente se hubiera quedado en los elevadores. De forma preventiva, se desalojó también una residencia de ancianos en Valdespartera.

La tromba de agua que cayó en apenas 15 o 20 minutos también hizo que se vivieran momentos angustiosos en distintos puntos de Las Delicias, sobre todo en las calles del entorno de Los Enlaces y del Centro Comercial Augusta. Junto a este último, la inundación del tramo más bajo del conocido como nudo de Sicione atrapó a bastantes vehículos. A diferencia de lo ocurrido en la Z-30, donde la fuerte corriente del torrente de agua impedía a los conductores y sus acompañantes bajarse, aquí el agua quedó embalsada y fueron varias las personas que optaron por salir de los coches a través de las ventanillas.

La lluvia comenzó a descargar sobre la capital aragonesa en torno a las seis de la tarde y, aunque no duró mucho, cayó con tal intensidad que provocó un verdadero atasco circulatorio en la capital. Según fuentes municipales, la regulación semafórica se vio afectada en casi todos los barrios, lo que hizo necesario colocar agentes de la Policía Local en numerosos cruces para garantizar la seguridad. Sin embargo, según indicaron desde este cuerpo, pese a las graves contingencias de tráfico y aunque se produjeron algunas colisiones, afortunadamente no hubo que lamentar heridos.

La grandes balsas de agua acumuladas en muchas calles y avenidas obligaron a desviar numerosas líneas de autobús y el servicio del tranvía estuvo completamente cortado casi una hora. A las siete, se reabrió un primer tramo entre el campus Río Ebro y el final de línea en Parque Goya. Un cuarto de hora después, los convoyes circulaban ya con normalidad por toda la ciudad.

Un tren atrapado

La tremenda tromba de lluvia -la Agencia Estatal de Meteorología midió hasta 19,6 litros en solo diez minutos en la estación de Valdespartera, los mayores registros de ayer en todo Aragón- afectó también a las conexiones ferroviarias. El río de agua que bajó canalizado por la Z-30 a la altura del Barranco de la Muerte fue a desembocar a la zona del pabellón Príncipe Felipe, inundando las vías de la línea de alta velocidad y obligando a cortar el servicio entre Zaragoza y Barcelona hasta pasadas las 20.30, cuando fuentes del Adif informaron que los trenes empezaban a circular con retrasos. Sin embargo, parece que un convoy que se dirigía a la estación de Sants por la vía convecional quedó también atrapado con todo el pasaje a la salida de la ciudad.

La tormenta también afectó al aeropuerto de Zaragoza, donde un avión procedente de Palma de Mallorca que iba a aterrizar en Garrapinillos tuvo que ser desviado a Barcelona. Los pasajeros que aguardaban su llegada en la terminal zaragozana para volar después hacia la isla fueron trasladados por autobús hasta la Ciudad Condal para despegar desde allí.

Según el último parte del Ayuntamiento, en torno a las 22.30, los Bomberos habían recibido 155 peticiones de intervención, de las que se ya se habían atendido unas 55 emergencias y tenían pendientes otros 100 avisos por temas de menor calado. Para dar respuesta al gran número de contingencias, el Consistorio dispuso también un refuerzo de la contrata de FCC para que ayudara a retirar el barro.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión