El pedrisco acaba de diezmar la recogida de la cereza en El Frasno
Pocas horas después de clausurar la decimocuarta edición de la feria de esta fruta, una tormenta de granizo, viento y agua arruina parte de la cosecha.
El granizo ha vuelto a dejar consecuencias en los campos de la comarca Comunidad de Calatayud y, en concreto, lo ha hecho en la localidad de El Frasno, afectando la campaña de recogida de la cereza. Esta afección ha llegado por la intensa tormenta que desde última hora del domingo y durante la madrugada dejó cantidades superiores a los 20 litros en muchos puntos de la demarcación y hasta 31 en zonas puntuales como el santuario de la Virgen de la Sierra, en Villarroya.
Por lo que toca a El Frasno, el pedrisco dañaba muchos árboles en plena producción y a pocas horas de que su fruta fuera a ser recolectada. Con cantidades de agua de entre 25 y 30 litros, las fuertes rachas de viento y los granizos han acabado de diezmar la cosecha. Durante el fin de semana, en la decimocuarta edición de su feria, Iván Aspas, uno de los agricultores explicaba que la media de recolección en el pueblo son unos 800.000 kilos y que llegar a 400.000 en el presente ejercicio sería "una cifra muy buena".
Sin embargo, con las últimas precipitaciones ese volumen se verá mermado posiblemente. En el caso concreto de José María Cebamanos, calcula daños en una superficie aproximada de 200 hectáreas, con daños que van del 80% al 100%. "Ha cogido en una parte del pueblo, desde la autovía hacia Pietas. En esa zona ha acabado con lo poco que se salvaba, está todo tirado en el suelo, entre la piedra y el aire que hacía. Lo íbamos a coger esta semana", remarcaba.
Julián Vicén, recién nombrado alcalde y también productor, ha sido otro de los perjudicados: "Ha echado a perder lo que quedaba. Ha hecho mucho daño". A los daños en los cultivos, el regidor explica que se sumaban alguna entrada de agua puntual en los bajos de alguna vivienda y daños en infraestructuras agrícolas. "Hemos tenido que mandar una máquina para abrir un camino que estaba cortado por un desprendimiento", contaba.
Esta última tromba, caída a última hora del domingo, se suma a los notables daños que ha dejado el exceso de agua de las dos últimas semanas, que ha provocado el rajado de muchos frutos ya listos para recoger del árbol.
Cerca, en Sabiñán, la afección, cuenta su alcalde, Ignacio Marcuello, llegaba con el agua: "Ha pasado de las aceras y ha entrado en algunas casas. En un bar de la plaza de España y en el consultorio casi entra, pero estuvimos muy encima para destapar las rejillas y que saliese el agua", contaba.
Para la localidad, el problema está ahora en el llenado de las piscinas, ya que la turbidez del río lo impide: "A ver si al final de semana pueden estar listas".
