Azul, blanca y modelada por el cierzo: así será la nueva Romareda
El futuro estadio tendrá los colores del club y un diseño único de "inspiración aragonesa".
Modelada por el cierzo. Con esta seña de identidad de "inspiración aragonesa", casi una declaración de principios, el Real Zaragoza ha descubierto este viernes el diseño de la nueva Romareda, que nace con un doble objetivo: convertirse en un icono arquitectónico único e irrepetible y ser "una auténtica olla a presión", con una atmósfera futbolística que convertirá el campo en un fortín. Será un estadio de 42.500 espectadores y categoría 1 capaz de albergar competiciones internacionales, incluidos los partidos de la fase de grupos del Mundial de Fútbol de 2030 que aspira acoger Zaragoza.
El diseño, obra del arquitecto César Azcárate, responsable del proyecto de San Mamés y del nuevo Camp Nou, ha sido presentado por él mismo y por el director general del Real Zaragoza, Raúl Sanllehí, en La Romareda. Además, el club envió el anteproyecto, que queda pendiente de definición en el futuro proyecto de ejecución, a la Federación Española de Fútbol (RFEF), que había dado a las candidatas a subsede del Mundial hasta ayer para concretar sus propuestas.
La nueva Romareda acarreará una inversión de 140 millones de euros, cantidad que asumirá el adjudicatario -presumiblemente el club- a cambio de una cesión por un máximo de 75 años. Sus fachadas serán cóncavas en las zonas norte y sur y convexas en la parte este y oeste, lo que hará que el campo sea "único y reconocible" y esté protegido frente al cierzo. Además, contará con una segunda piel que permitirá iluminar el exterior de blanco y azul y con una cubierta que alcanzará el 100% de las gradas.
El resultado, según Azcárate, será un edificio "compacto" de hasta cinco niveles de altura y dos sótanos que podrá ser utilizado "los siete días de la semana, los 365 días del año" para eventos que vayan más allá de lo deportivo.
El graderío se caracterizará por la proximidad de las localidades al terreno de juego, lo que permitirá a los espectadores "apretar constantemente" y animar al equipo. Será un espacio "continuo" y "sin aperturas" que destacará por su flexibilidad, ya que se podrá adaptar a las necesidades del equipo y de la ciudad, teniendo entre 2.200 y 4.100 butacas VIP -entre un 5% y un 10% del total, como ocurre en los estadios modernos- para ajustarse a las exigencias de las competiciones de La Liga y de todos aquellos partidos "singulares" que pudiera acoger.
Especialmente importante será la planta baja. Las entradas, repartidas ahora por todo el estadio, se concentrarán en las cuatro esquinas y las zonas de gol norte y sur. Los espectadores accederán directamente a un bulevar con baños y bares que conectará con el graderío bajo, mientras que en el nivel 1 empezarán los asientos ‘premium’.
Los palcos VIP y el palco presidencial estarán en el nivel 2, y los usos terciarios, entre ellos un restaurante, una tienda o el museo del club, se repartirán por los niveles superiores. El quinto será uno de los más novedosos, con una terraza de 360 grados que permitirá disfrutar tanto de las vistas de la ciudad como de las del propio terreno de juego.
En cuanto a los sótanos, el primero gozará de una zona de aparcamientos, pensada sobre para vehículos del club, mientras que del segundo -que podrá ser visto desde uno de los llamados ‘pitch club’-, partirá el túnel de vestuarios, incluyendo también zonas de logística y almacenes.
El nombre de La Romareda es previsible que cambie, dado que el ‘naming’ es una de las vías de ingresos previstas por el club. De hecho, se estima que podrían conseguirse en torno a un millón de euros anuales. "Hoy en día, la mayoría de los estadios emblemáticos tienen ‘naming rights’ (derechos de denominación) y, por supuesto, es una de las fuentes de financiación. De momento trabajamos con la referencia de ‘nueva Romareda’, pero el nombre no tiene que ser ese al final", dijo.
"El riesgo de judicialización nos preocupa"
Sanllehí ha reconocido que existe preocupación por la posible judicialización del proyecto, especialmente tras los tres requerimientos enviados por el Gobierno de Aragón al Ayuntamiento y las críticas del presidente, Javier Lambán, a los propietarios del club. "La situación no es agradable", ha asegurado el director general, que recalcó que el Zaragoza es un club "completamente apolítico" y que, como tal, "no va a acercarse" ni a un partido ni a otro.
También ha sido claro a la hora de hablar del periodo de concesión. Ha indicado que el anteproyecto se ha desarrollado de acuerdo con los pliegos, que marcan un máximo de 75 años, y con las especificaciones del Mundial. "Pero si algo cambiara, tendríamos que replantearlo para ajustarlo a los objetivos que buscamos. Si es así, seguiremos adelante. Si no, no podremos hacerlo", ha advertido.
Espera, además, que el clima político y el resultado electoral no ponga el riesgo el proyecto. "Esto no es solamente fútbol, es mucho más, y no solamente para el Real Zaragoza, sino para Zaragoza y para Aragón", ha dicho. Tampoco considera que haber mostrado el diseño meses antes de que acabe el plazo de ofertas pueda acarrear problemas jurídicos. "La única consecuencia podría ser negativa para nosotros. Si alguien más quiere ir al concurso tiene una información privilegiada", ha agregado.
