Los tres detenidos en la madrugada del domingo por agredir y dejar inconsciente a un policía nacional ingresaron ayer en prisión tras comparecer ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2, en funciones de guardia. 

El funcionario, que evoluciona bien de sus lesiones, fue atacado en la calle de Alfonso I por un grupo de jóvenes a los que llamó la atención porque estaban intimidando a los viandantes. Además de golpearle, le robaron el teléfono móvil y la cartera. 

Los viandantes llamaron al 091 para pedir ayuda y al lugar acudieron varias dotaciones, que pudieron detener a tres de los agresores, los cuales opusieron fuerte resistencia y terminaron lesionando a otros dos funcionarios. Al final, acabaron en el calabozo como presuntos autores de lesiones, robo con violencia, atentado y resistencia. Uno de los arrestados, todos de nacionalidad marroquí, tiene antecedentes por otros delitos y los tres serán puestos a disposición judicial.

Los agresores, entre seis y ocho, huyeron al llegar varias dotaciones policiales, pero lograron arrestar a tres y la Policía sigue buscando al resto.

Mientras, el agente fue trasladado a la Clínica del Pilar por sus propios compañeros, donde fue atendido de las lesiones y le pusieron varias grapas en la cabeza, tal y como confirmaron fuentes policiales.

Los sindicatos policiales, tanto el SUP como Jupol, se hicieron eco en las redes sociales del ataque a su compañero, al que desearon una pronta recuperación. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) agradeció el trabajo de los funcionarios de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), dos de los cuales resultaron lesionados.

Recientemente un vecino de Zaragoza fue condenado a un año y medio de prisión por agredir a un policía nacional fuera de servicio, al que rompió la mandíbula por tres sitios. El acusado se enfrentaba a penas de tres años y medio de cárcel por el atentado y las lesiones, pero optó por reconocer los hechos, aceptar un año y medio de prisión y el pago de una indemnización de 14.600 euros. En este caso, el motivo de la agresión fue que el condenado, español de 40 años, se molestó cuando el policía le pidió que se levantase del bordillo para poder aparcar su coche.

Este ataque se produjo en octubre de 2021, pocos días antes de que otro hombre, de origen argelino, diera una paliza a un policía, también libre de servicio, en un autobús urbano cuando le requirió que se pusiese la mascarilla. El individuo fue condenado a dos años y medio de prisión, al pago de una indemnización de 12.345 euros y fue expulsado de España.

Este no fue la única intervención del fin de semana en el que se puso en riesgo la integridad de los agentes, tal y como indicó el Sindicato Unificado de Policía (SUP). Este domingo, sobre las 6.00, una patrulla de Seguridad Ciudadana detuvo a dos hombres por robar en un establecimiento en Rosales del Canal. Los ladrones fueron sorprendidos cuando huían y embistieron al coche patrulla para tratar de sacarlo fuera de la carretera de Madrid. Al final, terminaron estrellándose en una rotonda.