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Condenado a prisión en Zaragoza por romper la mandíbula de una patada a un policía

El agresor se tomó a mal que el agente, fuera de servicio, le pidiera que se retirara del bordillo para aparcar el coche. 

El agente agredido, todavía convaleciente, durante una concentración en la Jefatura Superior.
El agente agredido, todavía convaleciente, durante una concentración en la Jefatura Superior.
José Miguel Marco

El Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza acaba de condenar a Iván O. M., el hombre 40 años que atacó e hirió de gravedad a un policía nacional fuera de servicio causándole una triple fractura de mandíbula que le obligó a pasar por el quirófano y lo mantuvo más de tres meses de baja.

Y todo, por el mero hecho de que el agente, José Luis R., le pidió que se apartara del bordillo de la acera en la que estaba sentado para poder aparcar su coche. Al ahora condenado, de nacionalidad española, aquello no le sentó bien, y aunque terminó levantándose del suelo, le pegó una patada a la puerta del vehículo y otra al retrovisor.

La violenta reacción de esta persona sorprendió al conductor, que se detuvo para pedir explicaciones al encausado. Lejos de atenerse a razones, la respuesta de Iván O. M. fue lanzar un puñetazo a la víctima, que gracias a sus reflejos logró esquivar. Acto seguido, el agresor le dio un fuerte empujón, sin llegar a tirarlo al suelo. Según declara ahora probado la sentencia, dado el comportamiento de este hombre y «con intención de contenerle», el conductor del coche optó por identificarse como funcionario del Cuerpo Nacional de Policía.

Ni siquiera aquello calmó al acusado, quien al ver la placa oficial que le exhibía el agredido la tiró de un golpe al suelo. El funcionario tuvo que agacharse para recuperar la insignia, lo que aprovechó Iván O. M. para soltarle una «injustificada, desproporcionada y sorpresiva» patada en el rostro.

Aquel ataque gratuito no solo rompió las gafas a la víctima, sino que le causó una fractura de huesos propios de la nariz y una triple fractura de mandíbula para cuya curación precisó de varias asistencias médicas y una intervención quirúrgica. La recuperación del agente se prolongó durante 92 días impeditivos y le ha quedado como secuela material de osteosíntesis en el sistema osteoarticular.

El día del Pilar en Casablanca

La agresión que acabó con este subinspector de la Policía Nacional en urgencias del Servet se produjo sobre las 12.20 del 12 de octubre de 2021 en la calle del Embarcadero, en el barrio de Casablanca de Zaragoza. El funcionario estaba destinado por entonces en la comisaría de la localidad navarra de Tudela, pero había aprovechado la festividad del día del Pilar para volver a la capital aragonesa.

La Fiscalía calificó los hechos como un delito de atentado y otro de lesiones, por los que pedía penas de 18 meses y dos años de prisión, respectivamente. La acusación particular, ejercida por Pilar Sangorrín –abogada del Sindicado Unificado de Policía (SUP), del que la víctima es secretario en Tudela– imputaba al agresor, además de los dos delitos mencionados, un tercero de odio. Razón por la que la condena que proponía para él era de 8 años de cárcel.

Sin embargo, las acusaciones y la defensa, a cargo de la letrada Raquel Ginés, alcanzaron un acuerdo previo al juicio, lo que permitió a la magistrada dictar una sentencia ‘in voce’ de conformidad. Al reconocerse autor de la agresión, Iván O. M. aceptó una pena de año y medio de prisión –nueve meses por el delito de atentado y otros tantos por el de lesiones–. Además, tendrá que indemnizar con 14.600 euros al funcionario al que atacó e hirió y hacerse cargo de las costas de la acusación particular. Antes de la vista, el investigado ya consignó 2.000 euros, y la acusación particular aceptó que el resto lo abone a plazos mensuales.

Esta agresión y la brutal paliza que sufrió otro funcionario de la Jefatura Superior de Aragón en un autobús dieron lugar a distintas movilizaciones en Zaragoza.

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