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Absuelto un joven acusado de un intento de secuestro virtual en Zaragoza

Fue condenado por robar un teléfono móvil que se usó luego para hacer creer a un padre que tenían secuestrada a su hija

Secuestros Virtuales
Secuestros Virtuales

José Iñaki G. M. acaba de ser absuelto de un delito de amenazas como presunto autor de la llamada telefónica a un vecino de Ejea de los Caballeros haciéndole creer que tenía a su hija secuestrada y la iba a matar si no le pagaba 120.000 euros

Para dar más credibilidad al presunto secuestro, la llamada se hizo desde el móvil de la joven.

La Fiscalía acusaba a José Iñaki G. M. de un delito de amenazas y solicitaba tres años de cárcel. Sin embargo, la juez lo exime de responsabilidad al entender que no se ha demostrado que efectuó la llamada. Lo que sí quedó probado en otro juicio que fue él quien sustrajo el teléfono móvil a la joven poco antes en el Casco Histórico de Zaragoza, pero esto no ha sido suficiente prueba para atribuirle las amenazas.

Los hechos se produjeron en diciembre de 2019. Sobre las 9.30 del día 15, el vecino de Ejea recibió una llamada desde el móvil de su hija en la que el interlocutor, un varón con acento español, le dijo: "Tengo a tu hija, si no ingresas en una hora 120.000 euros en una cuenta la matamos; coge bolígrafo y apunta" y colgó. El hombre, nervioso, no pudo apuntar en ningún sitio ni tampoco memorizó los números, por lo que decidió llamar él. La persona que respondió le repitió el mismo mensaje y volvió a colgar. En esta segunda ocasión tampoco acertó a anotar los números de la cuenta.

Poco tiempo después, quien lo llamó fue su hija para contarle que estaba en una comisaría de Policía de Zaragoza denunciando que sobre las 8.15 le habían sustraído el móvil, pero que se encontraba bien. La joven había sido abordada por un chico en la calle de las Murallas Romanas que intentó entablar conversación con ella y al mismo tiempo le metió la mano en el bolsillo del abrigo y le quitó el teléfono. Cuando se dio la vuelta para reclamárselo y pedirle explicaciones, se dio cuenta que estaba con otros dos individuos más.

Durante el juicio, explicó que un coche se paró al ver la escena y sospechar y cuando el conductor dijo que iba a llamar al 091 los tres delincuentes salieron corriendo. La Policía logró identificar a uno de los autores del hecho, José Iñaki G. M., pero el teléfono nunca fue recuperado. El joven fue juzgado por el delito de hurto y condenado al pago de 500 euros y una indemnización a la víctima.

Paralelamente, se abrió otra investigación por la llamada en la que se intentó extorsionar a su padre, pero finalmente no se ha podido demostrar que fuera el acusado el autor de las amenazas. La joven lo identificó sin dudas como la persona que le quitó el teléfono, pero, como defendió la defensa del acusado, Carmen Sánchez, no se ha demostrado que hizo la llamada simulando un secuestro.

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