Fauna en los pasos, de burros a abejas

A pie de calle es muy complicado admirar con detalle las tallas y escenas que procesionan estos días en Zaragoza. Los monumentos que se instalan en las iglesias y las guardias en Santa Isabel de Portugal son una buena oportunidad para acercarse a ellas y verlas con más detenimiento. Entre vírgenes, cristos, apóstoles y romanos, se aprecian algunos animales, que aparecen mencionados en el relato bíblico o que son alegoría de otros momentos de la Pasión o de personajes.

Uno de los ejemplos más conocidos –que de hecho da nombre al paso– es la burra portada por la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén. Esta historia se repite en otros pueblos y ciudades aragoneses. Sin embargo, la figura de Zaragoza guarda cierta curiosidad. «Para la ‘Borrica’ se tomó como modelo una del arquitecto Teodoro Ríos Balaguer, que usaba para labores agrícolas en una torre situada aproximadamente en la actual Glorieta de Sasera», señalan fuentes de la cofradía.

Si se continúa el relato, la lectura bíblica se topa con un gallo. «Esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces», le dijo Jesús a Pedro. Y ese mismo ave aparece en el paso de la cofradía de Jesús de la Soledad ante las Negaciones de San Pedro, junto a las figuras de Cristo, del apóstol y de la acusadora Samira, que se estrena esta Semana Santa.

Otra de las novedades imagineras de la Semana Santa de Zaragoza ha salido del taller de San Pablo de Víctor Carazo. El aragonés es el autor de las nuevas figuras del paso de la cofradía de Jesús Abrazado a la Cruz y de la Verónica: la Santa Faz. Se estrena este Jueves Santo.

Está previsto que, además a las tres tallas se sumen dos romanos más, uno de ellos sobre un equino. «Para tallarlo tendré que ir a visitar muchos caballos, hacer fotos, mirar detalles... –explica Carazo, para quien será el primer animal–. Además, tendrá que ser en proporción a las figuras, que son a tamaño natural». Las grandes dimensiones obligarán ahuecar su interior para a aligerar peso.

Sin embargo, este no es el único animal del conjunto, ahora ya hay uno. «Jesús lleva una abeja en el talón derecho, el que tiene retrasado. En parte es la firma, pero también representa a la Virgen María, que no aparece específicamente –desvela el joven artista–. Para los antiguos cristianos, la Iglesia era como una colmena y Jesús la luz del mundo, si la luz sale de las ceras, María es la abeja».

La cofradía de la Crucifixión procesiona con ‘El Calvario’, realizado por José Alegre y propiedad de la hermandad de la Sangre de Cristo. Se estima que el escultor pudo inspirarse en la obra de Rubens, una pintura que se expone en el Museo Real de Amberes. Es uno de los pasos más icónicos de la Pasión zaragozana, donde se ve a Cristo franqueado por dos ladrones y con María y Juan a sus pies. A los ojos del público destaca Longinos, el centurión que cuentan que atravesó el costado de Jesús con una lanza, que luce encima de un caballo blanco. Este conjunto, de 1841, procesionó de manos de la cofradía de las Siete Palabras hasta 1947, siendo el primer paso que sacó a la calle.

La lenta agonía en un caracol

En la última talla que han incorporado esta cofradía, el Cristo de la Expiración en el Misterio de la Séptima Palabra –de Juan Manuel Miñarro–, también se aprecia un animal, aunque mucho más pequeño. En una de las ramas de la corona de espinas se encuentra un caracol tallado. «Es un guiño al Señor del Gran Poder sevillano que también lo posee, en alusión a la lentitud de la agonía del Salvador en la cruz pero, también, como alegoría de la resurrección puesto que este molusco regenera la tapa de su concha rota cada primavera», cuentan desde la cofradía, la única que procesiona en la mañana del Viernes Santo.

Más allá de las figuras de los pasos, en las grecas que los decoran también se encuentra alguna representación de fauna. Muestra de ello es la carroza de Jesús Nazareno, donde aparecen los animales que dan identidad a tres de los evangelistas: águila, buey y león.

Estos son solo algunos ejemplos de Zaragoza. En cualquier caso, los animales en los pasos es una invitación para admirar el patrimonio que estos días sale a las calles de Aragón.